Por Sofía Diamante
- El ministro de Economía, Martín Guzmán, indicó ayer que la baja de la
inflación “no es lineal” y, así, reconoció que en septiembre hubo una suba de
precios mayor a la de agosto, cuando la variación fue de 2,5%. De hecho, las
consultoras privadas proyectan una inflación de entre 2,6% y 2,8% para el mes
pasado.
“Dijimos que desde
marzo se iba a experimentar una tendencia decreciente de las tasas de inflación
intermensuales, con algún vaivén debido a cuestiones estacionales y precios
regulados. La tendencia no es lineal, esperábamos un mes donde la tasa de
inflación intermensual aumentase. La proyección que hacemos es que a partir de
octubre se sumará una reducción de la tasa interanual”, dijo Guzmán, al
participar de la Convención Anual de la Cámara de la Construcción (Camarco).
Tal vez el horario de las 13.30 no ayudó al ministro, que habló en una sala de
la Rural con varias sillas vacías (y no por medidas de cuidado por la
pandemia).
Guzmán pareció
tener una mirada muy optimista. La inflación intermensual que comenzó en
octubre del año pasado es tan alta que sería preocupante que no haya una
reducción interanual. El piso se mantuvo en 3% y fue recién quebrado en agosto
con el 2,5%. En el medio, hubo un pico de 4,8% en marzo, producto de la emisión
monetaria de 2020 y, en menor medida, del alza de los precios internacionales.
Guzmán señaló que
buscan que la tasa de inflación “siga un sendero decreciente, mientras se
resuelven los distintos desequilibrios, como los problemas de escasez de
divisas”. Al mismo tiempo, prometió “administrar el conflicto redistributivo de
una forma que asegure que el salario real en la Argentina crezca”.
En este sentido,
criticó que, durante los cuatro años de gobierno de Mauricio Macri, “hubo una
reducción del salario de 20%”, y evitó mencionar que el año pasado, en plena
pandemia, el poder adquisitivo también se deterioró, con una suba promedio de
salarios del 33%, menor al 36,1% de inflación. Para 2021, a su vez, se espera
que los salarios vuelvan a perder contra el índice de precios.
El ministro
aprovechó también para destacar la reestructuración de la deuda en moneda
extranjera, que “resolvió el problema de las cargas de deudas insostenibles, en
montos récord y en tiempos récord”, haciendo referencia de nuevo a la política
de Macri.
Luego indicó que se
“están articulando reglas de juego sobre la base del diálogo”, y ejemplificó el
envío al Congreso de varios proyectos que tienen como fin incentivar las
exportaciones, pese a que en la Argentina todavía rige el cepo cambiario, que
impide un crecimiento sostenible de este sector.
Entre los proyectos
de ley que mencionó se encuentra el que busca potenciar la agroindustria, “un sector
que genera divisas y que se ha vuelto más dinámico y tiene capacidad de generar
empleos”; el de la economía del conocimiento, “el segundo complejo exportador y
un sector del presente y del futuro por la capacidad de agregación de valor”, y
el de hidrocarburos, que se anunció hace unas semanas, pero que ya encontró
algunos rechazos en el Congreso dentro del oficialismo.
En el sector
energético, Guzmán adelantó además que se licitará una nueva ronda del Plan
Gas, para aumentar la producción y evitar la declinación de los pozos
gasíferos. “La producción está 5% por encima de lo que era en el mismo momento
del pasado año”, dijo el ministro. Pese a este programa de estímulo, la
producción acumulada de gas del año sigue 5,8% abajo de 2020, según el último informe
de Instituto Argentino de la Energía General Mosconi.
Guzmán hizo mención
luego a los anuncios de política tributaria de los últimos días, como la
eliminación de derechos de exportación para los servicios incrementales. Sobre
el gasto público, dijo que el presupuesto “apunta a potenciar la recuperación
económica con el Estado jugando un rol contracíclico dentro de las limitaciones
de instrumentos que tiene”.
“Hay que redefinir
cómo se invierten los recursos con los que cuenta el Estado para que en el mediano
plazo la Argentina pueda seguir en un sendero en el cual no volvamos a
chocarnos con los problemas de balance de pagos”, dijo.
Luego, dijo que “el
Estado tiene fuertes limitaciones a la capacidad de financiamiento, y por eso
se hace fundamental que el sector público y privado vayan de la mano para poder
articular condiciones”, proyectó. Finalmente, dijo que, desde el punto de vista
macro, hay una política fiscal expansiva, pero al mismo tiempo “debe haber una
reducción del déficit de manera paulatina para depender menos del endeudamiento
fiscal y la emisión monetaria”.
“Necesitamos que
las exportaciones vayan creciendo, que el país vaya generando más divisas,
también es importante que se reduzcan las presiones que la emisión impone sobre
el tipo de cambio y la demanda de divisas”, concluyó.
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