Por Mariano
Martín - El Gobierno anunciará esta semana la presentación del
proyecto de ley para la creación en
todas las empresas de “comités mixtos de seguridad, salud, medio ambiente y prevención de
riesgos en el trabajo” que
buscará contrapesar en plena campaña electoral los planteos de la oposición que
apuntan a flexibilizar la legislación laboral. La iniciativa, que este diario
anticipó en exclusiva en julio, contempla la obligatoriedad de la constitución
de estos órganos en compañías de más de 100 empleados y prevé dotarlos de
amplias facultades de acceso a la información.
El anuncio, pautado
por ahora para el miércoles con un acto oficial en el que se espera la
presencia de Alberto Fernández, está enmarcado en
las múltiples señales de acercamiento de los últimos días del Ejecutivo hacia
el sindicalismo más tradicional, que incluyó el viernes un almuerzo del
Presidente y su equipo con la CGT. Este lunes, por caso, el jefe de
Gabinete, Juan Manzur y los ministros de Economía, Martín Guzmán, de Trabajo, Claudio Moroni, y de
Desarrollo Social, Juan Zabaleta, irán al gremio de la
construcción (Uocra) a las 16 para presentar un plan de inserción de
beneficiarios de planes sociales en la actividad que Ámbito Financiero adelantó
el mes pasado.
El proyecto de los
comités mixtos fue desarrollado por la cartera laboral junto con la de Mujeres,
Géneros y Diversidad y contó con el monitoreo de la secretaria de Legal y
Técnica, Vilma Ibarra. Las colaboraciones le dieron a la iniciativa
una impronta ligada a la prevención y el abordaje de casos de acoso y violencia
laboral contra las mujeres en los lugares de trabajo. Tal como se los diseñó en
la iniciativa, los órganos intraempresa no tendrán la potestad de paralizar una
actividad en caso de detectar un riesgo inminente para la salud o la seguridad
de los trabajadores y sólo en ese caso los integrantes podrán invocar la
intervención de la autoridad de aplicación (el Ministerio de Trabajo o las
oficinas locales de esa cartera) para solicitarlo.
De aprobarse la ley
los comités funcionarán obligatoriamente en las compañías de más de 100
asalariados. En las de menor dotación y a partir de 10 empleados el proyecto
establece que “el delegado o delegada del personal tendrá
facultades para participar en todas las iniciativas de prevención, efectuar
planteos concernientes a ésta y para actuar en todos los temas referidos a la seguridad
y la salud en el trabajo”. Los representantes del sector trabajador en
los órganos serán elegidos por el sindicato correspondiente de entre los
delegados del personal, y su integración será paritaria respecto de la de los
designados por la compañía. En ambos casos deberá respetarse la paridad de
género.
Entre las
competencias de los comités que destaca el proyecto, impulsado de arranque por
la CTA de los Trabajadores, de Hugo Yasky, incluso por
encima de la CGT, figuran la participación en la “elaboración puesta en práctica
y evaluación de los planes y programas de prevención de riesgos, la promoción
de la seguridad y el resguardo de la salud y los factores de riesgo
psicosociales en el ámbito laboral”, así como promover “iniciativas
sobre métodos y procedimientos para la efectiva prevención de los riesgos y la
promoción de la seguridad y la salud en el ambiente laboral, proponiendo al
empleador o empleadora la mejora de las condiciones o la corrección de las
deficiencias existentes, así como la elaboración de normas de sana convivencia
en el ámbito de trabajo”.
También podrán los
representantes participar “en la elaboración de los planes de formación en
materia preventiva” y “contribuir en la prevención de
la violencia y el acoso en el trabajo así como de cualquier otra forma de
discriminación”.
En cuanto a las
facultades de los comités, el texto al que accedió este diario promete alguna
controversia con las cámaras patronales por el acceso a la información de las
empresas. En el desarrollo de sus tareas podrán “conocer directamente la
situación relativa a la prevención de riesgos, realizando a tal efecto las
visitas que estime oportunas”, así como acceder a “todos aquellos documentos e
informes relativos a las condiciones de trabajo que sean necesarios para el
cumplimiento de sus funciones”.
Además, deberán
“garantizar a los trabajadores y trabajadoras canales de comunicación rápidos,
expeditivos y confidenciales para que puedan denunciar eventuales casos de
acoso y /o violencia en el trabajo” y propender a “la preservación de datos
sensibles y el resguardo de la intimidad de las víctimas”. En uno de sus puntos
el proyecto aclara que las funciones de los comités de seguridad e higiene no
se superpondrán con las de las aseguradoras de riesgos del trabajo (ART)
contratadas por cada empresa pero que podrán acceder a información sobre sus
tareas de prevención.
La iniciativa
gozará del apoyo de antemano de la CGT y la CTA de los Trabajadores, que se
descuenta participarán del anuncio de esta semana, y promete generar
discusiones entre sectores empresarios molestos por la creación de un nuevo
estamento en sus compañías y otros que admitieron que tuvo buena recepción su
implementación en provincias como la de Buenos Aires y Santa Fe. Además
coincide con la irrupción en la agenda de la campaña electoral de proyectos de
dirigentes de Juntos por el Cambio para modificar o eliminar la indemnización
por despido sin causa y flexibilizar la normativa laboral en general.
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