Por Melisa Reinhold
- El “plan platita” ya está puesto en marcha. Luego de la derrota que sufrió el
oficialismo en las elecciones primarias, el Gobierno salió a repartir dinero y
dio a conocer iniciativas que tienen el objetivo final de llenar de pesos los
bolsillos flacos de los argentinos y así intentar revertir el resultado de los
comicios en las generales de noviembre.
Según un informe
que elaboró la Bolsa de Comercio de Córdoba, antes de las PASO el Ejecutivo
anunció proyectos por $350.000 millones, de los cuales la mayor parte
estuvieron ligados a la obra pública ($273.164 millones). La derrota en los
comicios obligó a jugar fuerte. En menos de un mes, los anuncios que realizó el
Gobierno alcanzaron los $153.000 millones adicionales, un 0,4% del producto
bruto interno (PBI) del país. El cálculo contempla la suba del salario mínimo,
que “arrastra automáticamente a planes sociales”, el bono Progresar, el plan de
formalización del personal de casas particulares y el aumento del mínimo no
imponible del impuesto a las ganancias para empleados.
En total, estima la
entidad cordobesa, “por los tipos de anuncios el impacto en la economía real
será acotado. Solo el 30% va directo al bolsillo de la gente.
“Aunque el
resultado electoral se explica por múltiples factores, es evidente que ya se
utiliza el gasto público como herramienta para recuperar votos. Tanto el gasto
público primario como el social tuvieron una marcada aceleración antes de las
PASO, y después se continuó acelerando”, sostuvo Lucas Navarro, director del
Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba.
En total, el gasto
electoral estimado antes de las elecciones legislativas rondará los $500.000
millones, el equivalente a 1,2% del PBI. No obstante, la cifra podría escalar
hasta los $650.000 millones si se extiende el alcance de otras medidas en
discusión, como la cuarta edición del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y el
bono para jubilados y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH).
“Esto representa un
incremento elevado, que equivale a más del doble del déficit primario del
Gobierno en el primer semestre del año y que pondrá presión sobre el déficit
fiscal y requeriría más aumentos de la emisión monetaria para financiarlo”,
advirtió el informe de la entidad cordobesa. Si se analiza la proyección de
crecimiento nominal interanual del gasto público social promedio, pasará del
48% PRE-PASO a casi 64% para los cuatro últimos meses del año. Así, las
erogaciones primarias mensuales desde septiembre hasta fin de año se acercarán
a $4,2 billones, más de un billón de pesos por mes.
Para Navarro, la
consecuencia “más preocupante” de las medidas electorales es que se
profundizarán los desequilibrios macroeconómicos. Por ende, la inflación
tenderá al alza y superará las expectativas previstas para 2022.
Es más, el impacto
que generarán las iniciativas en la actividad económica en el corto plazo ni siquiera
será muy grande. Por un lado, porque menos de un tercio del paquete total irá
directo a la gente. Por el otro, porque la burocracia del Estado podría
provocar retrasos en la instrumentación de las medidas y se demorará su
eficacia.
“Solo el 5% del
aumento en el gasto será permanente, lo cual no es poco, pero muestra que las
medidas son en su gran mayoría transitorias, dando muestras de su carácter
electoral. Se trata de alzas esporádicas del ingreso que no alteran mayormente
el bienestar de la población”, señala el informe de la entidad cordobesa.
Para la Bolsa de
Comercio de Córdoba, la clave para estimular la economía en los próximos meses
no está en aumentar el gasto electoral, sino en levantar las restricciones y
ayudar a los rubros más golpeados por las crisis. Y aún con un rebote
transitorio de la actividad, todavía está por verse si eso se trasladará “a un
cambio de humor” por parte de los votantes.
“El diagnóstico
oficial parece no tener en cuenta que son múltiples los factores que determinan
las preferencias electorales. En estas últimas podrían estar el manejo de la
cuestión sanitaria -con costos en vidas que podrían haberse evitado y cierres
de escuelas- junto con el mal manejo económico, que determina débiles
perspectivas de progreso individual”, concluyó Navarro.
“Solo el 5% del
aumento del gasto será permanente”, señala la Bolsa de Córdoba
|