Por Mariano Boettner - El
ministro de Economía Martín Guzmán encarará en las próximas semanas un
nuevo capítulo en la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), a
pocas semanas de las elecciones generales legislativas y mientras corre el
reloj para que el Gobierno argentino consiga cerrar un acuerdo financiero nuevo
que reestructure los vencimientos con el organismo.
El FMI y el Banco
Mundial tendrán una cumbre entre el 15 y 18 de octubre próximos y se
espera la presencia de ministros de Hacienda de los países socios de esas
entidades. Desde el Ministerio de Economía no confirmaron si Guzmán viajará a
Washington o su participación será de manera virtual, ya que el evento que
reúne a los principales directivos de las dos entidades se realizará de forma
mixta.
El contacto entre
el ministro de Economía y la plana mayor del Fondo Monetario sería el
primero desde el viaje que el funcionario hizo a Europa en julio. Desde ese
encuentro sucedieron distintos hechos que movieron el amperímetro de la
negociación -que ya lleva más de un año- para despejar pagos de capital para
los próximos años.
En el frente
interno, el oficialismo sufrió una dura derrota electoral en el PASO del
12 de septiembre que desató una crisis política interna y forzó a un recambio
ministerial, que incluso tuvo entre los principales apuntados desde la orilla
del Frente de Todos que lidera Cristina Kirchner, al propio Guzmán.
Según la agencia
Bloomberg, la acusación que pesa sobre Georgieva por la investigación del Banco
Mundial la alejó de la secretaria del Tesoro norteamericano Janet Yellen
(REUTERS/Evelyn Hockstein)
El ministro
finalmente conservó su lugar en el sillón principal del quinto piso del Palacio
de Hacienda, pero la dirección que le imprimió a su programa económico
comenzó a ser cuestionado abiertamente, un debate que se cristalizó con el
nuevo Presupuesto 2022.
Pero las
complicaciones también surgieron en el propio riñón del Fondo Monetario. La
onda expansiva de la auditoría que el Banco Mundial hizo sobre la elaboración
del ránking Doing Business y que acusa a Kristalina Georgieva de
haber interferido en los números de la economía china aún no tiene un límite
preciso. Un artículo reciente de la agencia de noticias Bloomberg afirmó
que Janet Yellen, la secretaria del Tesoro de los Estados Unidos,
principal accionista del FMI, dejó de atenderle el teléfono a la economista
búlgara, lo que remarca su aislamiento en plena crisis.
Fuentes ligadas al
Fondo Monetario consideraron ante Infobae que un debilitamiento
de Georgieva en medio de la negociación de la reestructuración del programa más
amplio de la historia del organismo puede tener consecuencias en los
avances de esa conversación. En el peor de los casos, aseguró la fuente, si la
actual directora gerente continúa en su cargo, su situación de fragilidad
política la obligaría a “congraciarse” con el ala más ortodoxa que orbita al
FMI.
Como referencia, el
asesor principal de Yellen en la Secretaría del Tesoro norteamericano es David
Lipton, ex número 2 de Christine Lagarde y además identificado
como uno de los “halcones” del Fondo Monetario, en términos de disciplina
fiscal y monetaria para los programas que firme el organismo.
La especulación es
que una posición más débil de Georgieva pondría en suspenso o al menos en
reconsideración algunas de las iniciativas que se pusieron sobre el tapete en
los últimos meses, como por ejemplo un reparto de derechos especiales de
giro (DEG) que recibieron las economías principales, entre naciones de ingreso
medio y bajo, entre los que podría estar, por ejemplo, la Argentina. No es una
suma menor: solo para los Estados Unidos ese giro de DEGs significó 112.000
millones de dólares.
Georgieva, en en el
marco de esa encerrona, pidió en privado a distintos economistas que salgan en
su apoyo. El premio Nobel Joseph Stiglitz, salió a denunciar un intento de golpe de Estado contra
la búlgara y señaló al ala ortodoxa del FMI y del mercado. “Muchos
actores del mercado financiero están descontentos porque el FMI parece no
actuar con la misma contundencia que un cobrador de créditos”, apuntó.
Guzmán podría
retomar en octubre el contacto directo con Kristalina Georgieva.
El propio ministro
de Economía, en una entrevista la semana pasada, dejó entrever una lectura
similar en ese sentido. “Hay que mirar las distintas ramas del árbol. Una,
importante, es entender qué es lo que pasa en el mundo. Hay disputas de poder
muy fuertes. Hoy tenemos un establishment financiero que quiere fortalecer
sus posiciones de poder, y en un contexto en que Argentina transita
negociaciones internacionales, es algo que hay que tener en cuenta”, mencionó,
más críptico que su mentor.
En el equipo
económico se esperanzaban, hasta hace pocas semanas, con un cierre
relativamente rápido del acuerdo con el Fondo, ya que consideraban que las
discusiones técnicas con el staff del organismo estaban en una etapa muy
avanzada y que solo faltaba un último aval político para que se
materialice el nuevo programa financiero. La situación de Georgieva en el
organismo podría implicar un nubarrón en esa negociación.
Hay además, en el
seno de la entidad de crédito, una pregunta que aún nadie puede
responder: cuándo se hará público el informe de “autocrítica” del FMI por
el fallido programa de 2018 firmado durante el mandato de Mauricio
Macri. Una fuente ligada al staff técnico aseguró ante este medio que ese
reporte -conocido en la jerga como Ex Post Evaluation- ya está
terminado y fue realizado por el economista noruego Odd Per Breck, miembro
del organismo.
“El FMI tiene una
tradición de sostener una learning culture (cultura de
aprendizaje), por lo que no se explica que a esta altura de la negociación con
la Argentina el directorio todavía no haya discutido la evaluación Ex
Post, es decir, se está por acordar un nuevo programa y aún no se
conoce por qué falló el anterior”, mencionó la fuente ligada al FMI.
Consultados por Infobae sobre el informe de autoevaluación por el
caso argentino, desde el Fondo Monetario no realizaron comentarios.
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