Por Patricio
Eleisegui - Desde automóviles hasta motos, pasando
por insumos industriales y accesorios para la construcción.
Ni hablar de los neumáticos, las autopartes y diversos
materiales para la producción textil. A este cuadro hay que sumar las
situaciones insólitas que atraviesan quienes juegan tenis o aquellos
que elaboran y deben embotellar vinos. Actividades y consumo
atraviesan, hoy por hoy, otra etapa crítica en lo concerniente al ingreso a la
Argentina de productos importados.
Cada semana,
sectores clave de la economía ven mermados sus respectivos stocks y la
incertidumbre respecto de qué pasará de aquí a fin de año no deja de
agigantarse. La decisión del Gobierno de reducir al máximo la salida de
dólares paraliza rubros y, al mismo tiempo, dispara los precios
internos recalentando aún más la inflación predominante.
Las trabas vigentes
son inseparables de acciones recientes llevadas a cabo por el oficialismo como el
pago de algo más de 1.880 millones de dólares al Fondo Monetario
Internacional (FMI). De aquí a fin de
año, deberán afrontarse pagos por otros 2.200 millones de dólares si no se
cierra alguna alternativa extra de financiamiento con el mismo organismo.
Mientras tanto, la economía y el consumo se resienten
y nada permite anticipar cuándo llegará el alivio para quienes dependen de
productos del exterior.
"Cuando los dólares empiezan a escasear siempre se dan
estas situaciones donde cuesta un poco más obtener las autorizaciones para nacionalizar materias primas,
insumos semielaborados y también productos terminados", expresó Fernando
Furci, gerente general de la Cámara de Importadores de la República Argentina
(CIRA).
"Hoy la importación es un péndulo que va desde un
poco cerrado hacia muy cerrado, pero siempre cerrado", declaró. Según el directivo,
al menos el 80 por ciento de lo que se importa va a la industria y la producción. "Cada vez que se
pisan las importaciones de alguna manera se afecta al ritmo productivo, porque
la importación es el principal proveedor de la industria nacional",
afirmó.
Otros referentes
del segmento como Miguel Ponce, del Centro de Estudios para el Comercio
Exterior Siglo XXI, también se refirieron a la gravedad del desabastecimiento.
En declaraciones radiales, el experto aseveró que "el cepo lleva a
la incertidumbre y a las arbitrariedades, que desembocan en la falta
de transparencia. Esto agrava la situación porque afecta a materias primas
y productos terminados".
"Se empieza a
notar con el faltante de productos de consumo cotidiano, desde las pelotas de
tenis hasta sectores más graves en los que se ve afectada la exportación. Están
faltando repuestos para maquinarias. Esto está en función de la
falta de dólares", remarcó.
1. Alerta en la
construcción
En el ámbito
del ladrillo, constructoras y desarrolladores enfrentan un dolor de cabeza
casi permanente.
En esa dirección,
Darío López, presidente de la Sociedad Central de Arquitectos (SCA) y socio en Arquitectonika,
dijo a iProfesional que los faltantes y las demoras en la
entrega de determinados insumos no han dejado de intensificarse en las
últimas semanas.
"Hoy lo único
que se puede comprar es aquellos que los corralones, ferreterías o comercios
del sector mantienen como último stock. La diferencia con el año pasado es que
antes te decían que en alrededor de un mes te solucionaban la falta de
un insumo. Ahora directamente te dicen que no pueden prometerte la
reposición", aseguró.
"Hierro, aluminio, grifería, pinturas, algunos vidrios
especiales, todo está con demora. Y además se aceleraron muy fuerte los precios. También hay desabastecimiento fuerte
en todo lo que es iluminación. Hoy resulta imposible poder comprar una cantidad
grande de artefactos", añadió.
Recientemente, López señaló ante este medio que varios
proveedores del ámbito de ladrillo ahora operan con un "dólar
celeste" para cubrirse ante una eventual suba del tipo de cambio
oficial. Y, en simultáneo,
restringieron la venta de sus respectivos stocks para hacer una diferencia
superior a partir del alza de precios internos.
2. Faltan autos
La reducción del
stock de vehículos 0 Kilómetro es una tendencia consolidada en el
segmento de las concesionarias.
En dicho rubro, hay coincidencias en que los plazos de
entrega ya oscilan entre los 6 y los 8 meses, pero sin dejar de reconocer que si no hay cambios en el régimen de
acceso a las divisas los plazos podrían complicarse aún más.
Como expuso iProfesional hace escasas
semanas, la falta de acceso al billete verde complica fuerte tanto a las unidades importadas como a las
que se producen en el país. Respecto de esto último, vale recordar que
según el modelo el porcentaje de componentes provenientes del exterior
que se requieren
para su desarrollo total va del 50 al 70 por ciento.
"La segunda mitad del año continuará con una oferta
escasa, es por ello que solicitamos que, sin dejar de atender las cuestiones macroeconómicas que deben prevalecer,
se contemple una mayor liberación de importaciones", afirmó, respecto de
las dificultades que atraviesa el 0Km, Ricardo Salomé, presidente de ACARA, la
entidad que integra a los concesionarios de todo el país.
"Los concesionarios nos estamos desestockeando
cada vez más porque la gente entiende que sigue siendo un excelente momento para comprar autos, motos y maquinarias
agrícolas", agregó, en un comunicado al que accedió este medio.
3. No hay cubiertas
Uno de los ejemplos
más contundentes de faltante concierne al nicho de las gomas para automóviles y
maquinarias.
El
desabastecimiento, que en términos generales ya cumple un año, se había
"relajado" entre junio y julio, pero a partir de agosto
el Gobierno volvió a reducir los permisos para ingresar artículos importados.
Comerciantes y
automovilistas consultados por iProfesional remarcaron el faltante de
productos de marcas como Dunlop. "Todas las marcas importadas están con
problemas de abastecimiento", comentó un comercializador porteño.
"Goodyear es
una marca cuyos productos ingresan completamente por importación. No hay una producción
local. Con Michelin ocurre algo muy parecido. Las líneas de mayor demanda,
esto es 13 y
14, demoran meses en ingresar. A veces hasta 4. Las rodado 15 también están en
situación de desabastecimiento",
aseguró a este medio un distribuidor con operaciones en el oeste bonaerense.
Tampoco hay
disponibilidad de neumáticos para camiones y maquinaria agrícola. Asimismo, las
entidades del segmento de los accesorios y respuestos para vehículos
vienen exponiendo este escenario de faltantes desde hace al menos un semestre.
"El sector depende mucho de la importación. El 80
por ciento de los artículos y repuestos que se venden en Argentina son importados, del
Mercosur o extrazona, o son nacionales, pero con una alta integración de componentes traídos desde
afuera", dijo al respecto José Armando Giordano, titular de la cordobesa
Cámara de Empresarios de Repuestos Automotor y Afines (CERAC).
4. Textiles y calzados,
sin materiales
Otro segmento en el
que se observan complicaciones en términos de abastecimiento de importados es
el textil.
Así, un
relevamiento divulgado recientemente por la Cámara Industrial Argentina de la
Indumentaria (CIAI) reconoce la merma en
el ingreso de telas, accesorios y elementos para
hacer calzados.
"Las importaciones de prendas se redujeron 56,3 por
ciento en julio de 2021 comparado con mismo mes de 2019 (si se mide en cantidades, la caída fue de 49,8 por
ciento), según información aduanera publicada por el INDEC", expone el
informe en uno de sus apartados.
Los industriales de la indumentaria destacan
el faltante de insumos para la producción de zapatos, entre ellos el
cuero –la producción local se exporta en su enorme mayoría–, por trabas
para el ingreso de determinadas
terminaciones, hilados, tinturas.
"Hay muchos
problemas para el ingreso de insumos importados, cuando uno
necesita un insumo diferente para marcar la diferencia con las prendas no lo
encuentra", reconocieron muy cerca de la entidad.
5. Sector vitivinícola
La vitivinicultura también
sufre los efectos de las trabas a los importados. A tono con esto, Sergio
Moralejo, subsecretario de Agricultura y Ganadería de Mendoza,
"blanqueó" el problema que enfrentan las bodegas: durante la jornada
del martes, el funcionario solicitó a Julián Domínguez, flamante
ministro de Agricultura nacional, una reunión a fin de tratar el faltante
de botellas de vidrio.
Mendoza pide bajar los aranceles de importación de estos
artículos y la habilitación de los permisos para importar botellas de cualquier parte
del mundo.
"En el último
año hubo mayor demanda de botellas de vidrio y a esto, particularmente en
Mendoza, se ha sumado la desgracia de que la principal proveedora de botellas,
una fábrica en Guaymallén, ha tenido un incendio", expuso Moralejo.
"Frente a esto
la industria vitivinícola, que suele consumir millones de botellas al año, no
solo está en alerta, sino que puede haber problemas para envasar la
producción. Tenemos claro que tenemos que salir a buscar botellas en cualquier
sitio que nos pueda suministrar para salir de la emergencia", dijo.
Por último, el desabastecimiento incluso ya se siente en el
ámbito deportivo. Por ejemplo, el bloqueo redundó en un faltante de pelotitas de
tenis que, incluso, fue expuesto por profesionales del tenis como Guido Pella.
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