Por Luis Beldi - A los innumerables problemas internos, al
ministerio de Economía se le sumó el mal humor del mundo donde el dólar se
revalorizó 0,34% contra las seis principales monedas del mundo y derrumbó a las
bolsas y divisas de la región, además de alentar una fuga de capitales que
se sintió de manera intensa en la Argentina. Ejemplo de ello fue que la tasa
del dólar cable, el costo de transferir dinero al extranjero, llegó a 8% cuando
hace dos semanas no superaba 2,5%. Ese precio de transferencia, es la brecha
entre el dólar MEP y el contado con liquidación. Que haya alcanzado estos
niveles récord, en parte es culpa del Banco Central que al restringir las
operaciones de contado con liquidación exigiéndoles a los inversores
tener, además de cuenta en dólares en un banco local, exige otra en divisas en
el extranjero. Ese desbalance alteró el mercado de divisas.
Por caso, en la
plaza donde interviene el Banco Central, donde prácticamente se anularon las
operaciones de contado con liquidación, tuvo que intervenir con algo más de USD
40 millones para lograr que el dólar MEP bajara a $ 174,41 que, de todas maneras,
es 50 centavos más elevado que el del día anterior. Cada rueda, el BCRA
permite que los dólares financieros aumenten 0,30%.
El contado con
liquidación, que siempre operó más que el MEP, en la plaza oficial movió poco
más de USD 1,2 millones un volumen ínfimo pero que duplica los montos que
negociaba hasta ahora después de las restricciones.
En las operaciones
con bonos GD30, donde no interviene el Banco Central, el MEP operó a $ 180,20 y
el contado con liquidación no tuvo movimiento.
Pero en el Senebi,
el mercado donde la operación se hace en forma individual entre el operador y
el cliente y el precio no aparece en pantalla, tuvo cierres distintos porque se
utilizan distintos instrumentos para fugar divisas. Contra las Letras de
Descuento (Ledes) que vencen a fin de mes cotizó a $ 192,07 al contado y $ 193
a 48 horas. Pero cuando se negoció contra acciones del Banco Galicia, el
valor fue de $ 196.
La presión de los
fondos offshore es fuerte y eleva el precio del contado con
liquidación. Están atrapados en pesos y quieren salir de la Argentina. No se
sintieron tentados por la licitación de bonos del Tesoro de ayer que recaudó $
190.593 millones con ayuda de entes oficiales porque a los inversores las tasas
ofrecidas les parecen mezquinas y están por debajo de la inflación. Ese monto
permitió cerrar con justeza los vencimientos del mes. Le quedó un colchón de 4%
($ 18 mil millones) que resulta insuficiente para impedir que tenga que emitir
por la suma de los intereses. Necesitaba un colchón mínimo de 110% para no
tener que acudir a una modificación del presupuesto que, en algún momento
deberá pasar por el Congreso, para que le autoricen un aumento en la capacidad
de emisión.
Pero pronto viene
el gran obstáculo: el Boncer 21 (TV21), de los cuales los fondos
extranjeros son grandes tenedores y es difícil que acepten renovarlos el 4 de
octubre cuando vencen. Esos bonos provocarán una nueva escalada del contado con
liquidación.
En la licitación de
ayer, los fondos del exterior en
particular Templeton y Pimco estuvieron ausentes y por eso
hubo más presión sobre los dólares financieros y el costo del cable llegó a
8,5% lo que para algunos operadores es un costo que “roza la locura. No
recordamos un costo así. Esos valores se dan cuando hay fuga masiva de dólares
y nadie trae divisas.” El mundo ayudó a que la fuga existiera. De hecho, en
Brasil la Bolsa perdió 3,05% y el dólar trepó a 5,64 reales ( 0,63%).
Los bonos de la
deuda, que comenzaron el día con bajas de 1%, lograron estabilizarse y el
riesgo país cayó 2 unidades a 1.629 puntos básicos. De todas maneras, está en
el máximo de los últimos seis meses.
El dólar futuro
también está siendo asediado por los inversores y los precios de cierre desde
fin de noviembre a fin de enero proyectan una devaluación de entre 5 y 6%
mensual. Por eso se revalorizaron hasta 0,74% los bonos dollar linked,
que ajustan por el precio del dólar oficial. Según Buenos Aires Valores
(BAVSA), el aumento de las tasas del dólar futuro continúa porque ”el
Banco Central persiste en su política de deslizamiento del tipo de cambio
oficial a un ritmo de 1% mensual”.
Los bonos
corporativos de deuda de empresas también fueron buscados pero la oferta es
escasa. Rinden entre 6 y 7%, contra 20% de los títulos de la deuda del
Estado, pero nadie quiere desprenderse de ellos.
Las reservas
padecieron la intervención del Banco Central en el mercado de dólares
financieros y bajaron USD 55 millones a 43.084 millones. En la plaza mayorista,
donde el dólar subió 3 centavos a $ 98,67 no pudo comprar divisas y quedó con
saldo neutro. La demanda de dólares de los importadores estuvo agazapada pero
no pudo ser satisfecha porque están cuidando las reservas que tienen poco resto
para llegar a fines de noviembre.
La Bolsa no se
acopló a los mercados mundiales y tuvo bajas moderadas, pero con escasos
negocios por $ 606 millones. El S&P Merval, el índice de las acciones
líderes, perdió 0,15%.
Las más castigadas
fueron las acciones de CableVisión (-2,58%), Central
Puerto (-2,39%) y Comercial del Plata (-1,38%).
Los ADR’s -certificados
de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- negociaron un
elevado volumen de $ 3.370 millones impulsados por las operaciones de contado
con liquidación. Las bajas predominaron y fueron lideradas por Mercado
Libre (-4,9%), Edenor (-4,6%) e IRSA (-3,6%).
El dólar invadió
las intenciones del Gobierno de ensayar un plan corto de reactivación hasta
noviembre. El desabastecimiento, la inflación y las crecientes expectativas de
devaluación hace que cualquier intención de aumentar el consumo quede de lado.
Son factores que restringen el gasto porque la gente que prefiere recortar
consumos para acumular dólares.
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