Por Mariano
Jaimovich - Los pronósticos de inflación para todo este año se ubican
en torno al 50%, un número que es muy elevado y que puede acrecentarse si el
Gobierno acelera con fuerza la emisión y el gasto público, con el mero sentido
de volcar pesos a la calle para intentar revertir en noviembre el
golpe político sufrido en las PASO.
Algo que también
pondrá en el centro del debate el precio del dólar, la presión que tendrá a la suba y los esfuerzos del Banco Central
por intervenir e intentar controlar su cotización.
El dólar
blue sube este martes y se consigue a $187 para la punta
vendedora en las cuevas de la City porteña. De esta manera, trepa $0,50
respecto del lunes. Aunque luego bajó, el jueves 9 el dólar informal había
marcado un nuevo precio máximo del año al tocar los $188, pero
cerca del mediodía retrocedió. El anterior pico había sido de $185 a
fines de julio, mientras que el récord histórico se registró el 23 de octubre
de 2020, cuando el dólar extraoficial tocó los $195.
Para analizar este
marco, iProfesional consultó de qué dependerá la suba de precios de todo este
año al economista Roberto Geretto, que tiene experiencia en el sector
financiero, y que además es portfolio manager de Fundcorp.
"La
macroeconomía en un año electoral se mueve en base a dos ejes. El primero,
es que se trata de un año ´oncemesino´ hasta las elecciones de noviembre,
ya que después todo estará librado a ´suerte y verdad´ en base al resultado
electoral y las negociaciones con el FMI", detalla el experto.
El segundo eje que
destaca, es que el "manual político argentino" indica contener
evolución del tipo de cambio oficial, para así también contener la inflación.
"El dólar alto da sensación de crisis, en cambio, si
está contenido, parece que todo está bajo control. Por lo tanto, es importante preguntar sobre qué ejes se mueve la
dinámica inflacionaria actual", reflexiona Geretto.
Respecto a
la inflación, se sostiene por parte de algunos analistas que es un
"mal inevitable", e incluso necesario.
"Se puede
decir que la inflación es un mal tan inevitable como necesario. Es un mal
porque licúa el salario, el poder de compra del dinero en la calle, pone un
techo al nivel de actividad y arroja incertidumbre en toda proyección a futuro", enumera
este economista a iProfesional.
También sostiene
que es "inevitable" porque, dada la inercia inflacionaria, emisión
monetaria, déficit fiscal, brecha cambiaria y distorsión de precios relativos,
Argentina desde el 2018 presenta una macroeconomía con una inflación del 50%
anual.
"Pero, además,
lamentablemente es necesaria, porque una alta inflación apalanca los
ingresos fiscales, como por ejemplo la recaudación del IVA. A su vez, licúa
ciertos gastos del Estado y también hace que la ´bola de nieve´ de Pases y
Leliqs no sea explosiva en término reales, debido a que ya están en
aproximadamente 4 billones de pesos", analiza Geretto.
Al mismo tiempo,
acota que la inflación hace que el endeudamiento del Tesoro de corto
plazo también se licúe, al menos ocurre eso con la parte no indexada
a CER.
Es decir, en el
actual esquema macroeconómico, así como el cepo ajusta los dólares que faltan,
la inflación ajusta los pesos que sobran.
¿Más cepo y controles
al dólar?
A pesar de todo lo
anterior, para este economista "difícilmente" se perfore el piso
de un 2% mensual de inflación, donde, dado el mal arranque de año, la
inflación interanual del 2021 estará casi en 49%.
"La primera
amenaza para que se genere una desaceleración sustancial de la inflación son
las elecciones. Para los próximos meses, se espera un mayor déficit fiscal por
motivos estaciones, y porque se intentará ´poner plata´ en el
bolsillo de la gente. Así, el déficit primario podría llegar al 3% a fin de
año", calcula Geretto.
Relacionado a lo
anterior, completa este experto que se tiene la política monetaria. Es decir,
si bien se redujo respecto al año pasado, es de esperar una aceleración en la
base monetaria de cara a noviembre.
"Esto viene
ligado a la dominancia fiscal, donde se emite para financiar el
déficit, o sea, la ´famosa maquinita´. A modo de ejemplo, sólo en los
primeros días de agosto el Banco Central ya transfirió al Tesoro $160 mil
millones, y en sólo un mes el financiamiento monetario alcanzó los $430 mil
millones, implicando esto último casi un 15% de la base monetaria",
grafica este economista.
Y agrega: "Más temprano que tarde, esta mayor
emisión termina en mayor demanda de dólares, ya sea en la plaza oficial (MULC) o en
mercados alternativos. Por tanto, se espera que a fin de año la base monetaria
se ubicaría en casi un 50% interanual".
En tercer lugar,
Geretto afirma que se tiene a la brecha cambiaria como amenaza.
"Las medidas
tomadas por la CNV y Banco Central meses atrás apuntan a reducir aún más el
volumen operado de divisas en el mercado de concurrencia, para que
contener la brecha cueste menos reservas. Así, esta nueva vuelta de tuerca al
cepo sigue desplazando más minoristas al blue y a los mayoristas a operar por
mercado bilateral, aumentando la brecha de la brecha", resume este
analista.
Entonces, si no ingresan dólares de forma genuina, es
probable que sigan apareciendo nuevas normativas para restringir más el
cepo, y por ende se limite más el acceso a importadores.
En este
contexto, mientras más brecha se genere y menos sea el acceso que
pueden tener los importadores al mercado oficial, se estima que será más
probable a que haya una filtración de la brecha a precios. Y así se genere
inflación cambiaria.
"Finalmente,
las paritarias donde se otorgan aumentos en torno al 45% o más, junto con
el mayor gasto público y, por tanto, monetización del déficit de cara
a las elecciones, son otro foco que puede impulsar la inflación", concluye
Geretto.
Ahora bien,
la inflación es un tema central que preocupa a los argentinos y la mirada está puesta
en lo que ocurrirá en los próximos meses.
Así, el futuro
estará fuertemente condicionado por el resultado electoral de
noviembre y también por las negociaciones con el FMI.
"No se espera un salto del tipo de
cambio como ocurrió en enero 2014, de más de 20% mensual, pero sí una
aceleración en el precio del dólar con algo más de ajustes
tarifarios", pronostica Geretto.
Algo que, de
ocurrir, daría mayor dinamismo a la inflación.
Más allá de esto,
después de todo, el mismo economista indica que las proyecciones son inciertas,
debido a que hablar de largo plazo en Argentina puede llegar a ser referirse a
un plazo de 3 meses. Sobre todo, en un año electoral.
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