El dólar en la City
porteña se mantiene demandado. Foto: Maximiliano Luna
A pesar de que el
dólar oficial se mantiene en un nivel alto en términos históricos y que la
cotización libre se acerca recién ahora a alcanzar su máximo nominal histórico
de $195 anotado en octubre del año pasado las presiones cambiarias no cejan. Empresas y familias se cubren ante
posibles subas del tipo de cambio pasadas las elecciones y, según análisis
privados, eso ya no tiene que ver con el precio del dólar en sí sino con
factores que justifican los temores cambiarios.
La administradora
de fondos comunes de Inversión, Quinquela, analizó en un informe este fenómeno
que muestra que si bien el dólar está caro en términos históricos, puede de
todas formas resultar barato ante los desequilibrios que acumula la macro
argentina.
“El mercado
financiero se ha ido preparando para un salto discreto del tipo de cambio. Se
ha ido tomando cobertura y han ganado valor los activos dolarizados. Vimos hace
un par de semanas que en las últimas 4 elecciones el ritmo de devaluación post
elecciones fue siempre mayor al preelectoral”, plantea el análisis que compara
los últimos saltos del dólar con la situación actual.
En comparación con
las subas del dólar de enero de 2014, diciembre de 2015, abril de 2018 y agosto
de 2019, la situación actual muestra un nivel de tipo de cambio real del dólar
oficiales está claramente dentro de los máximos de los casos analizados.
Además, tanto el salario real como el salario en dólares están en los mínimos
en comparación con los cuatro episodios previos. Es decir que no hay margen
para que toleren nuevas caídas.
Los precios
agrícolas, a pesar del retroceso de las últimas semanas, siguen estando por
arriba de los promedios históricos. Ese nivel de precios, junto a los controles
cambiarios que limitan la demanda de divisas para atesoramiento, generaron en
los últimos meses un excedente de dólares que le permitió
al BCRA acumular reservas durante los primeros meses del año y
enfrentar la demanda de esta etapa del año.
Pero a pesar de
todas esas ventajas, sostuvieron los analistas del fondo en el que se desempeña
como vicepresidente la ex Aerolíneas Argentinas Isela Constantini, las
expectativas de devaluación se mantienen altas en base a cuatro factores
- Alto nivel de
Brecha entre dólar oficial y financiero: en promedio en los últimos 6 meses ha
estado arriba del 70% y en las últimas semanas ya ha superado el 80%.
Desincentiva la generación de superávit comercial y la concreción de grandes
inversiones.
- Bajo Nivel de
Reservas Netas: a pesar del ingreso de los DEGs, las reservas netas siguen en
niveles relativos bajos. Eso limita la capacidad de intervención y obliga a
equilibrios de tipo de cambio real más altos para recomponer esa posición.
- Déficit Fiscal
financiado mayoritariamente vía emisión: la inyección de pesos en un escenario
de bajas reservas netas aumenta la presión sobre la brecha entre el dólar
oficial y el paralelo. El exceso de pesos luce como la causa principal de las
presiones cambiarias actuales.
- Pasivos
Remunerados del BCRA crecientes: para evitar que el exceso de pesos impacte
sobre precios y sobre brecha, el BCRA lleva a cabo una intensiva política de
esterilización. El problema es que para eso necesita acrecentar sus pasivos
remunerados y el devengamiento de la tasa de interés de esos instrumentos se ha
convertido en un nuevo factor de emisión monetaria.
“Estos factores analizados llevan a pensar que
la economía no enfrenta un problema de tipo de cambio real (TCRM alto, salario
real y salario en dólares bajos), sino que tiene un claro problema de exceso de
pesos y por lo tanto de nominalidad. El problema detrás de estos escenarios es
que a un eventual ajuste del tipo de cambio le seguiría rápidamente un aumento
de precios internos y una necesaria recomposición salarial”, analizó el
informe.
“Esto explica la
decisión oficial de tratar de evitar un salto del tipo de cambio, pero para
ello necesita recobrar credibilidad y esencialmente solucionar el problema de
la nominalidad, bajando los niveles de emisión”, concluyó.
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