Sábado 25 - El Gobierno comenzó
con los anuncios de medidas económicas con el objetivo de “fortalecer los
ingresos”. A la suba del Salario Mínimo Vital Móvil se sumó hoy el incremento del
mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias. Ahora se esperan más.
PreViaje para jubilados
Hoy, la directora
Ejecutiva del Pami, Luana Volnovich, y el ministro de Turismo y Deportes,
Matías Lammens, presentaron el nuevo programa Previaje PAMI. En el acto estuvo
el jefe de Gabinete, Juan Manzur.
La dirección
ejecutiva de PAMI en conjunto con el Ministerio de Turismo y Deportes de la
Nación pusieron en marcha el Programa PreViaje PAMI, por el cual las personas
afiliadas de la obra social podrán acceder a un reintegro del 70% de todos los
gastos que tengan en sus vacaciones.
Este jueves, el
ministro de Economía, Martín Guzmán, se reunió en Casa Rosada con el presidente
Alberto Fernández, lo que incrementó la expectativa de nuevas medidas.
Lo próximo
es un bono para los informales y los jubilados, un programa para ampliar
el empleo y reconvertir planes sociales en trabajo, créditos no bancarios para
proyectos productivos de la economía popular, y ampliación de la obra pública. El paquete sería de al menos medio
punto del PBI.
El paquete de
medidas fue realizado por el ratificado gabinete económico, y está listo desde
el jueves de la semana pasada. Quedó en stand by en medio de la crisis política
del gabinete y solo le faltaba la aprobación final del presidente, Alberto
Fernández, y ahora de su nuevo jefe de Gabinete, Juan Manzur. “No hay más
tiempo para demorarlo”, aseguró una fuente oficial.
El objetivo
principal del gabinete económico es “fortalecer ingresos”, sobre todo en los
trabajadores informales, que se desempeñan en sectores donde todavía no hubo
ningún tipo de reactivación, y que por su condición de informales quedaron
fuera del ATP, el REPRO o la prohibición de despidos. Pero, además, buscará
llegar a los asalariados que aun teniendo trabajo “rozan” la línea de pobreza.
Entienden que uno de los mensajes de las urnas fue la delicada situación
económica.
Bajo estas metas se
ubicarán medidas como subir el salario mínimo un 46%, 11 puntos más a como se
había cerrado en abril, y superar los $32 mil. Hoy el salario mínimo en $29.160
está por debajo de la línea de indigencia. El impacto será en hasta 300 mil
trabajadores fuera de convenio y en más de un millón de personas que perciben
programas que se actualizan por el salario mínimo, como el Potenciar Trabajo,
las becas del Progesar y el REPRO.
Además, llegará la
respuesta al tan ansiado pedido de las organizaciones sociales: créditos no
bancarios. Los préstamos serán para cooperativas, mutuales, empresas
recuperadas y pymes, a los que no llega la banca tradicional. Tendrán tasa
subsidiada y el Estado realizará un fondeo de al menos $10 mil millones a
través del INAES, que depende del Ministerio de Desarrollo Productivo.
Por otro lado, el
Ministerio de Trabajo buscará ampliar los programas de empleo, como el Te Sumo,
para que sea más masivo que para 50 mil trabajadores. Y poder replicar la
combinación de trabajo formal con planes sociales, tal como se hizo en las
economías regionales. El pedido de las organizaciones es por más trabajo y
menos planes.
También habrá
medidas para fortalecer las transferencias, como las jubilaciones y las
asignaciones familiares y un bono para los informales, que descartan llamarle
“IFE”, dado que será mucho más focalizado.
En cuanto a la idea
de “expandir”, uno de los funcionarios del gabinete económico aseguró: “Lo que
más queremos es subir ingresos. Siempre se puede hacer más cosas, el tema es
con qué reservas”. En este sentido, agregó que “el financiamiento está jugado,
hay que tener cuidado con la maquinita para preservar el equilibrio
macroeconómico”. No se consideran “monetaristas ni fiscalistas”, pero alertan
que hoy el gasto se financiará con emisión monetaria, que podría derivar en un
aumento de la brecha cambiaria por un Banco Central con la “peor posición” para
un año electoral, y que una nueva aceleración de la inflación terminaría
“perjudicando” a los que se buscaba ayudar.
El rumbo económico
para las decisiones será profundizar la idea de “sintonía fina”, aquella que
acuñaba Cristina Kirchner en su segundo gobierno, para alcanzar el punto medio
entre “expandir y estabilizar”. Ponen como ejemplo la idea de mantener
subsidios energéticos, pero segmentados, o de frenar temporalmente las
exportaciones de carne, pero no en su totalidad.
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