Por Silvina
Kristal - Las “buenas noticias” post PASO llegaron también al ámbito
de las escuelas: ayer el Consejo Federal de Educación (CFE) -con
el flamante ministro Jaime Perczyk a la cabeza- aprobó por unanimidad una
resolución que elimina las restricciones de distanciamiento en el aula -que,
menguadas, aún persistían-, y habilita ya de manera franca la presencialidad
plena en las clases,
aunque con respeto al resto de los cuidados sanitarios que dicta el protocolo.
En esa línea, la
cartera de Educación recomendó a las provincias “el retorno a la presencialidad
plena en el sistema educativo nacional”, en todos sus niveles y modalidades.
También se creó el
Fondo Federal “Volvé a la Escuela”, con una inversión de $5.000 millones, para salir a “buscar” a los
alumnos que, en el marco de la pandemia, interrumpieron o se desvincularon de
su proceso educativo, y para “llevar adelante las acciones pertinentes
para su efectiva escolarización”. El fondo será administrado por la cartera
educativa nacional, y habrá acuerdos bilaterales con las provincias para
avanzar en las metas propuestas.
Además de despedir
-al menos por el momento- a las “burbujas”, la cita del CFE marcó la
presentación de Perczyk ante sus pares
provinciales, lo mismo que de Silvina Gvirtz, quien quedó al frente de la
Secretaría de Educación.
Perczyk sucedió a
Nicolás Trotta, quien fue parte del cambio de gabinete gestado al calor de las
tensiones post PASO y había sufrido el duro desgaste de pilotear el grifo de la
virtualidad/presencialidad a lo largo de toda la pandemia.
“Tenemos que lograr
que todos los chicos y las chicas estén en sus escuelas”, remarcó
Perczyk. “Avanzamos hacia
la presencialidad plena y la recuperación de conocimientos”, trazó.
Por su parte, la
ministra de Educación de Corrientes, Susana Benítez, detalló que se aprobó “por
unanimidad una nueva resolución” del CFE que “dispone que todas las alumnas y
alumnos de nuestro país volverán a las clases presenciales, pero ya sin las
restricciones del distanciamiento que teníamos anteriormente”.
En rigor, ya la
mayor parte de las provincias aplica -o está en franco camino de completar- el
formato de clases presenciales al 100%, sin exigir distanciamiento entre
alumnos y bajo la premisa de que “la burbuja es el aula”. Los pioneros fueron
CABA (desde el 4 de agosto) y Mendoza -ambos de JxC-, y luego el pelotón creció
gradualmente, al calor de las mejoras en la curva epidemiológica. La última
resolución del CFE -por entonces, con Trotta- data del 26 de agosto. Allí se
flexibilizó el protocolo para intensificar la presencialidad, aunque aún con
las opciones de distancia “óptima” (1,5 m.), “admisible” (0,90 m.) o de
“excepción” (0,50 m., sólo en distritos de riesgo “bajo” o “medio”).
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