Por Soledad Caprini - Fue una de las promesas del
presidente de la Nación, Alberto Fernández, durante la apertura de sesiones en el
Congreso de la Nación en marzo pasado.
Una Ley de fomento
a la agroindustria sería tratada este año en el Congreso de la Nación y quizás
lo más disruptivo es que, por primera vez, el Gobierno se sentaría en una mesa
de negociación con representantes del campo para desarrollarla en conjunto.
Varios meses
después, esa promesa parece haberse desvanecido, o por lo menos
"canjoneado", según indican fuentes del sector agropecuario,
especialmente tras el duro revés electoral que sufrió el Gobierno en
las PASO y que cambió totalmente la lista de prioridades.
Haciendo un poco de
historia, el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) se lanzó
oficialmente a mediados del año pasado. Esta coalición integrada por 64 cámaras
y entidades representativas del sector agroindustrial tenía como principal
leitmotiv dejar de lado la confrontación del campo con el Gobierno y comenzar a
proponer iniciativas concretas para fomentar el agregado de valor en origen,
las exportaciones y el empleo.
El objetivo que perseguían era justamente que se promulgara
la denominada Ley Agroindustrial que llevaría los ingresos del sector hasta los
u$s100.000 millones al año. Hoy, esta coalición remarca a viva voz que después de meses de reuniones,
diálogo y búsqueda de consenso el proyecto de ley no avanza y se muestra cada
vez más crítico con el Gobierno de Alberto Fernández.
"En términos
generales, el proyecto de ley está desarrollado, diseñado y hasta escrito, pero
se encuentra en el escritorio del ministro de Economía Martín Guzmán. Incluso
estuvimos con tiempo atrás y nos planteó que tiene que hacer un análisis final
de impacto fiscal que tendrá esta iniciativa. Una vez más nos dijo que va a
salir, pero que tiene que ver en qué momento. Mientras tanto, nosotros le
expresamos nuestra enorme preocupación, que hay que tratar de sacar la ley este
año porque es una política a favor de la producción y del empleo y justamente
este es uno de los mayores problemas que tiene nuestro país. El ministro por su
parte lo condicionó un poco a la negociación con el FMI y la verdad el CAA
considera que eso es un error grave", había detallado una fuente del CAA,
en diálogo con iProfesional antes de las PASO.
La gota que terminó
por rebasar el vaso en el fluido diálogo que había entre el Gobierno y los
líderes del CAA, fue el cierre de las exportaciones de carne.
Una medida que a todas luces suena contraria a lo que persigue justamente esta
coalición agroindustrial que tiene como foco crecer en exportaciones en el
mediano plazo y para ello solicita un horizonte de estabilidad y beneficios
fiscales e impositivos para el sector.
Ahora, el flamante ministro de Agricultura de la
Nación, Julián Domínguez, comenzó a analizar el tema del cepo, que se extenderá hasta el 31
del mes próximo.
Lo que seguirá de
ahora en más, según adelantan desde el CAA, será continuar insistiendo "en
todos los niveles políticos", no solo por la pronta llegada de la Ley
Agroindustrial al Congreso, sino también por la reapertura total de las
exportaciones de carne vacuna.
Muy lejos parece
haber quedado aquella primera foto de los líderes del CAA junto a la
vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, como símbolo de un
nuevo tiempo de paz y diálogo entre el campo y el Gobier
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