Por Gabriela
Origlia - CÓRDOBA.– Con una inflación proyectada del 33% para 2022, el gasto
consolidado según la distribución geográfica dada por el presupuesto presentado
en el Congreso deja a tres distritos con caída real de las erogaciones
asignadas por la Nación para su territorio: la ciudad de Buenos Aires (21,7%),
Tierra del Fuego (31,5%) y San Luis (32,8%).
En cambio, los ganadores
absolutos son Formosa –que tendría una asignación 55,9% mayor que este año–,
Chaco (53,2%), Santiago del Estero (51,2%), Salta (50,5%) y Catamarca (47,6%).
El presidente Alberto Fernández, en su reunión en La Rioja con los mandatarios
provinciales, prometió “federalismo”. El proyecto presentado por Martín Guzmán
en el Congreso será revisado, según acordaron Sergio Massa y Máximo Kirchner.
Los datos por
jurisdicción derivan de un trabajo de la consultora Politikon Chaco, al que
accedió LA NACION. También desagrega el gasto total en función de su
clasificación económica; en el corriente (compuesto, entre otras cosas, de
gastos de consumo, que incluye salarios, prestaciones de la seguridad social y
transferencias corrientes, entre otras), nuevamente Formosa se encuentra a la
cabeza de mayores incrementos, con una suba del 61,9%.
Le siguen Buenos
Aires (60,4%), Chaco (60,0%), Misiones (59,1%) y Córdoba (58,4%), que son las
que conforman el top 5. San Luis y la CABA (31,6% y 28,9%, respectivamente) son
las únicas dos jurisdicciones que tendrían caída real del gasto corriente asignado
a su territorio.
Este
posicionamiento formoseño se explica a partir de tener un incremento de 80% en
las transferencias corrientes, y es justamente el más importante entre las 24
jurisdicciones; la situación inversa es la que vive la CABA, que tendría una
caída nominal del 26,1% por el mismo concepto.
En lo que hace al
gasto de capital, vinculado con la inversión pública, compuesta por los
conceptos de inversión real directa, transferencias de capital e inversión
financiera, el ranking nacional muestra nuevamente a Formosa liderando, con una
variación proyectada del 220,1%, seguida por Catamarca (219,3%) y Santiago del
Estero (211,5%).
Hay seis provincias
cuya variación del gasto de capital no supera el 33% de meta inflacionaria y,
por ende, registrarían caídas reales: en este lote encontramos a Misiones,
Mendoza, Río Negro, Jujuy, Corrientes y Tucumán. Es decir, el Norte Grande
protagoniza ambos extremos del ranking en este punto.
Cuando se analiza
por componente del gasto de capital, solo en media docena de provincias las
transferencias de capital crecen por encima de la inversión real directa, un
detalle que podría determinar el “perfil” de la inversión pública nacional para
el año que viene.
La disparidad en la
asignación del gasto de manera territorial se hace más evidente al medirlo
ajustado por población. En este contexto, la consultora aclara una cuestión
fundamental: en primer lugar, el gasto total del Estado nacional en un
territorio específico no implica necesariamente un impacto directo sobre esa jurisdicción.
Esto es evidente
sobre todo en el caso de la CABA: al ser la sede del gobierno federal, tiene
una asignación muy grande (empujada por conceptos como gasto de consumo y como
inversión financiera, por ejemplo) que nada tiene que ver con inversión en el
territorio o con ningún tipo de asistencia al gobierno local.
El informe agrega
que lo mismo se da en aquellas provincias con presencia de empresas públicas
que tienen asignación muy fuerte (vista en transferencias), como Santa Cruz
(por Yacimientos Carboníferos Río Turbio, por ejemplo).
Cuando se analiza
el total del gasto por ubicación geográfica calculada de manera per cápita
(excluimos de este análisis la CABA por lo explicado anteriormente), vemos en
un extremo a Santa Cruz, con $266.132 por habitante, y en el fondo está
Misiones, con apenas $139.073 por persona.
En gasto de capital
per cápita –de nuevo, excluyendo CABA–, Santa Cruz lidera el ranking con una
inversión pública de $104.715 por habitante, seguida por La Rioja con $65.798,
explicada sobre todo por la asignación otorgada por el artículo 88 del proyecto
de presupuesto, que establece transferencias por más de $12.000 millones, algo
que se da año tras año como forma de compensación a la provincia por los puntos
de coparticipación cedidos años atrás.
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