Por Francisco
Jueguen - En medio de una creciente tensión por las limitadas reservas
internacionales, el Gobierno pagará hoy US$1900 millones al Fondo Monetario
Internacional (FMI) usando los derechos especiales de giro (DEG) provistos por
el organismo para saldar una de las cuotas que vencen durante este año.
El pago al Fondo se
dará luego de la polémica abierta el fin de semana por el “doble uso” que se
dará (como en 2009) a los DEG por parte del Ministerio de Economía, lo que
acrecentó las señales hacia el mercado acerca de una mayor emisión monetaria a
futuro en medio de la necesidad oficial de incrementar el gasto electoral. La
decisión de Martín Guzmán lesionará además aún más el patrimonio de Banco
Central (BCRA).
A fines del mes
pasado, la Argentina recibió 3055 millones de DEG, el equivalente a US$4334
millones, por tener una cuota del 0,67% de participación en el organismo. La
próxima cuota del stand-by agreement a repagar será el 22 de diciembre, luego
de las elecciones legislativas. Será también por unos US$1900 millones.
En una presentación
virtual, el presidente alberto fernández habló de un “deudicidio” con relación
al préstamo de US$57.000 (de los que se desembolsaron us $45.000 millones)
tomado por el entonces presidente Mauricio Macri en 2018.
“Nos dieron en un
año prácticamente la misma suma de todo lo que les dieron en el año de la
pandemia a 85 países del mundo”, dijo en su presentación ante la 76ª Asamblea
General de las Naciones Unidas (ONU). El mandatario agregó: “No hay
racionalidad técnica, ni lógica ética, ni sensibilidad política que pueda
justificar semejante aberración”, y señaló: “Lo más grave aún es que gran parte
de esos recursos suministrados a la Argentina han sido fugados del país por una
apertura irresponsable de la cuenta de capital”. En rigor, los desembolsos se
usaron en su totalidad para pagar deuda.
Luego de la debacle
electoral del oficialismo, Guzmán se enfrenta ahora a la presión del
cristinismo de incrementar el gasto electoral a través de la emisión monetaria,
lo que puede derivar en mayor inflación y presión sobre el dólar, como varias
veces alertó. Tal situación dificulta aún más la posibilidad de un acuerdo con
el FMI. Cuestionado internamente, Guzmán se comprometió a cerrar un programa de
facilidades extendidas antes del 31 de marzo próximo.
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