Por Claudio
Zlotnik - Después de una semana vertiginosa por la profunda crisis en el
Gobierno que obligó a cambios de Gabinete, se vienen momentos trascendentes
para la gestión de Martín Guzmán. El ministro tendrá que afrontar
varios tests en los próximos días. Todos ineludibles. Algunos pondrán a prueba,
otra vez, su habilidad política.
Guzmán logró
sobrevivir a la ofensiva de Cristina Kirchner, la semana pasada, aun
cuando la vicepresidenta responsabilizó de la "catástrofe" electoral
a las decisiones que se tomaron en el Ministerio de Economía.
Que la
vicepresidenta haya culpado a la economía por la derrota, y que -al mismo
tiempo- Guzmán y el resto del equipo económico hayan sobrevivido políticamente
y permanezcan en sus cargos es toda una paradoja.
La permanencia del
ministro sólo se explica, a esta altura, porque Guzmán conduce las
negociaciones con el Fondo Monetario y, por esa razón, CFK decidió
sostener a su principal negociador para no volver a fojas cero. En el mismo
escalón puede mencionarse a Miguel Pesce -un hombre cercano a Alberto
Fernández- y que tendrá la responsabilidad, junto al ministro, de firmar el
próximo acuerdo con el FMI.
Nuevos tests para el
ministro
El ministro
atravesará varios desafíos en las próximas horas. El primero tendrá que ver con
el anuncio de un paquete de medidas, con el cual el Gobierno de Alberto
Fernández querrá mejorar las expectativas económicas y dar vuelta el resultado
de las PASO.
"Lo que viene
tiene que ver con decisiones que vamos a tomar a partir de ahora, muchas de las
cuales teníamos previsto tomar de antemano, que tienen por objeto dar respuesta
una parte del electorado argentino que la pandemia lo ha afectado y el
crecimiento no ha llegado a ellos con la velocidad que uno quisiera", dijo
el jefe de Estado durante el acto en el que tomó juramento a los nuevos
ministros.
Con esa batería de medidas intentará inyectar dinero en la
calle, de manera de apuntalar el consumo en la última parte del año.
La cuestión es
saber la magnitud que tendrá ese paquete. Hasta este momento, Guzmán se mostró
muy celoso de las cuentas públicas. Por eso mismo, el rojo fiscal de los
primeros ocho meses estuvo cerca del 1% del PIB. Muy por debajo del 4,5% que se
había comprometido en el Presupuesto 2021.
¿Qué hará Guzmán?
¿Acelerará a fondo con el gasto? Muy probablemente. Lo central será saber cuál
es el margen de maniobra que el propio titular de Hacienda cree que dispone
antes de que esa emisión de dinero termine presionando sobre el tipo de cambio
y la inflación.
Algunas de las
iniciativas ya estaban en marcha: la actualización del piso de Ganancias y la
revisión del salario mínimo, que recién se producirá a fin de mes.
Pero habrá más: la
idea es otorgar una compensación a los sectores
más postergados de la sociedad, especialmente abatidos por la aceleración
inflacionaria de los últimos meses.
En primer lugar,
habría una mejora para los beneficiarios de la AUH y a otros sectores que
perciben ayuda social por parte del Estado.
También se
otorgaría un bono para los jubilados de la mínima, que tuvieron un atraso
en su poder adquisitivo a pesar de que el Gobierno ya los había compensado con
dos bonos en los últimos meses.
Y se apura la
presentación de un plan de obras públicas para llevar a las provincias. En las
primeras horas después de la derrota hubo un notorio descontento por parte de
los gobernadores oficialistas que tuvieron un revés electoral el domingo 12.
Respecto del
salario mínimo, el Gobierno impulsaría un incremento adicional del 10% -sobre
el 35% que ya aumentó en lo que va del año-, de forma tal de ponerlo en el
mismo escalón que el promedio de las paritarias del sector privado.
De esta manera, el
salario mínimo quedaría en torno a los $32.000. Tendrá impacto en lo que
perciben los trabajadores informales y en 900.000 beneficiarios del plan
"Potenciar", que ahora reciben $14.580 mensuales.
Por otra parte, el Gobierno dispondrá en lo que resta del
año de un nuevo ajuste del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias
para los salarios de los empleados en relación de dependencia. El nuevo monto
que se evalúa es de entre $175.000 y $180.000 de salario bruto y que reemplazará a los $150.000 mensuales
vigentes. No obstante, todavía falta definir su fecha de aplicación.
Pagos al FMI
Mañana miércoles,
tal como estaba previsto, habrá que pagarle al FMI u$s1.880 millones
correspondientes al vencimiento de este mes. Y dentro de 91 días -el 22 de
diciembre- habrás que pagar otros u$s1.880 millones.
Quiere decir que de
los u$s4.355 millones habrá que devolver u$s3.760 millones antes de
fin de año.
Así lo determinó Cristina Kirchner, a pesar de la sugerencia
en contrario de Guzmán, que prefería utilizar los DEGs del FMI para reforzar
las reservas y evitar cualquier zozobra en el mercado cambiario.
El FMI también
recomendó lo mismo. De hecho, en el acuerdo que se firmará con la Argentina, el
Directorio plantea un objetivo de crecimiento de las reservas, además
de la tradicional meta fiscal.
La vicepresidenta
privilegió sacar de la campaña electoral el acuerdo con el FMI. El compromiso
de Alberto Fernández es que ese pacto deberá refrendarse en el Congreso.
Esa decisión, como
puede apreciarse, tendrá costos ya que el país podría quedarse con
esos dólares. Aunque en la negociación con el organismo se planteó que el monto
de los vencimientos que se paguen ahora puedan "volver" en algún
momento de 2022 como parte del "rollover" que se haga de los
vencimientos del próximo año.
De hecho, el primer
vencimiento de 2022 aparece en marzo. El día 21 habría que abonar u$s975
millones y otros u$s1.880 millones al día siguiente.
Antes de esa fecha
debería concretarse el acuerdo. Hasta hace algunas semanas, Guzmán apostaba a
que pueda firmarse después de las elecciones, pero antes de fin de año, con el
objetivo de "ahorrarse" el pago de u$s1.880 millones en diciembre.
Sin los DEGs que
"regaló" el FMI, las reservas netas de la
Argentina volverán a reducirse.
¿Habrá impacto de
ese descenso en el mercado cambiario? Es otro de los
"grandes" desafíos de Guzmán para las próximas
semanas: que el dólar ¨blue" ni los "alternativos" se enteren de
que, otra vez, la Argentina se queda con pocas reservas.
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