Por Sofía Diamante
- Las dos veces que el Fondo Monetario Internacional (FMI) repartió dólares
entre sus países miembros, en la Argentina gobernaba el kirchnerismo. Antes y
ahora. Por lo tanto, es difícil hacer el contrafáctico y analizar si otro
ministro de Economía no hubiera hecho el mismo truco contable que le permitió
al Gobierno hacer valer los derechos especiales de giro (DEG) dos veces:
primero para hacerse de $422.174 millones de ingresos extras y luego para usar
los dólares para cancelar deuda pública.
Mañana, justamente,
el Gobierno usará parte de los DEG recibidos para pagarle al FMI unos US$1900
millones, con el objetivo de saldar una de las cuotas que vence en 2021 de la
deuda que mantiene por el stand-by agreement (SBA).
El truco de
contabilizar dos veces el dinero del FMI sigue generando polémica desde que se
conoció el decreto que lo permite, el viernes por la noche. Hernán Lacunza, el
último ministro de Hacienda del gobierno de Mauricio Macri, dijo en Twitter:
“El DNU de los DEG es deliberadamente confuso y tiene dos resultados en el
balance del BCRA. Por el lado de los pasivos, hay potencial emisión de $422.000
millones adicionales para gasto; por el lado de los activos, hay letras de
US$4334 millones (incobrables). O sea, emisión contra papelitos. ¿Cuándo?
Cuando quieran. ¿Es para 2022? No necesitaban hacerlo ahora”.
La gran duda en el
mercado es si los ingresos adicionales se utilizarán en su totalidad en lo que
resta del año o serán un colchón de financiamiento para el próximo. El
Ministerio de Economía aclaró que con los pesos de los DEG se cancelaron
adelantos transitorios (AT) del Banco Central; es decir, uno de los métodos
legales que tiene la entidad monetaria para girarle dinero al Tesoro.
“El mecanismo
contable da margen para ampliar el financiamiento monetario sin modificar la
Carta Orgánica del BCRA. El aumento en el margen se da una vez que se cancelan
los AT y se incorporan los DEG como recursos corrientes. El aumento en el
financiamiento disponible es de 1,2% del PBI, que queda disponible para este
año o 2022, si se dispusiera un incremento en el gasto o si la renovación de la
deuda de pesos no fuera suficiente”, dijo Martín Vauthier, analista de la
consultora Anker.
“Como señal no es
buena, porque potencialmente implica un mayor deterioro del balance del BCRA si
efectivamente esos pesos se usan. Pero no es algo inmediato, sino que depende
de si esos pesos se usan y cuándo. Yo creo que el Tesoro buscó hacerse ese
espacio por si lo necesita, pero eso no implica necesariamente que se vaya a
usar todo en el corto plazo”, aclaró el economista.
Con relación a los
adelantos transitorios, según la Carta Orgánica del Banco Central, la entidad
puede transferir hasta una cantidad equivalente al 12% de la base monetaria o
hasta una cantidad que no supere el 10% de los recursos en efectivo que el
Gobierno haya obtenido en los últimos 12 meses, o el 20% de esos ingresos “con
carácter de excepcional y si la situación o las perspectivas de la economía
nacional o internacional así lo justificaran”.
“El hecho de
transferir los DEG amplía el límite de financiamiento por dos vías porque
cambian dólares por pesos y hay $422.000 millones más, pero además porque esos
ingresos del Fondo se computan como ingresos en el resultado fiscal, y eso
amplía el límite de financiamiento por adelantos transitorios. Para ese límite
faltaban $600.000 millones y ahora se estira a $1,1 billones. Por lo tanto, se
esperaría mayor emisión monetaria. El punto es cómo se traslada esa mayor
emisión: si se verá impactada en la inflación en seis o siete meses, porque
tiene rezago, o probablemente ejerza primero más presión sobre la brecha
cambiaria”, dice Juan Ignacio Paolicchi, de la consultora Empiria.
Gabriel Caamaño, de
la consultora Ledesma, dijo que es “especulativo” saber si el margen de emisión
que ganaron lo usarán todo este año o no. “Creo que usarán una parte este año y
otra el próximo, que también será bastante exigente. Este año vienen
consiguiendo menos financiamiento neto del mercado del que dijeron que iban a
conseguir. Y además el año que viene necesitan recurrir fuerte a los adelantos
transitorios, en casi 2 puntos PBI, según el proyecto de presupuesto presentado
la semana pasada”, indicó.
En el último
informe de Buenos Aires Valores, los analistas señalan que la ampliación del
crédito disponible “debería ser positiva para los títulos en pesos dado que
despeja eventuales problemas de corto plazo al tener el Tesoro mayor
financiamiento disponible”.
“En lo que va de
septiembre el Tesoro recaudó del mercado $121.554 millones, por lo que en la
última licitación del mes deberá obtener al menos $167.000 millones para rollear
todos los vencimientos del período. Lo ideal sería un 120% de los vencimientos
(debería recaudar $225.000 millones en la próxima licitación). Las tasas de los
instrumentos ajustables por índice CER [inflación] con vencimiento en 2022
permanecen elevadas, por encima del 4%. Esto pone una traba a Finanzas, que no
quiere convalidar estas tasas”, indicaron.
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