Domingo 19 - Por Leandro Gabin - La crisis de gobernabilidad que sufre el
oficialismo empezó a hacerse sentir en el mercado cambiario. Sobre el filo de
la semana, y con un volumen inusualmente elevado (el más alto desde
octubre de 2019), el Banco Central tuvo que sacrificar u$s150
millones y el dólar que controla Miguel Pesce ostentó la suba más elevada para
un día desde agosto. Se movieron más de
u$s700 millones en la plaza de contado a la par de las turbulencias políticas
que arreciaban en Casa Rosada.
Lo cierto es que la
operatoria oficial estuvo bastante exenta de la crisis política hasta el
viernes. Claro que el triunfo abultado de la oposición en las PASO le jugó a
favor del BCRA en el inicio de la semana. Mientras subían bonos y acciones; y el
mercado empezaba a contemplar un escenario favorable para la oposición de cara
al 2023, el Central lograba comprar dólares (algo que le costaba hasta el
viernes anterior a las elecciones).
Se complicó la semana
post PASO
Así, la semana post
PASO mostró lo siguiente: el lunes compró u$s16 millones, el martes otros u$s46
millones y el miércoles unos u$s15 millones. Pero hasta ahí llegó la mejora.
Luego el jueves (con el escándalo de los funcionarios K renunciando) tuvo saldo
neutro pero el viernes tuvo que soltar u$s150 millones. Así, el
saldo semanal arroja una pérdida en sus intervenciones en el MULC de u$s73
millones aproximadamente. El BCRA perdió u$s421 millones de las reservas
en la semana
post elecciones, algo que se acentuó en las últimas jornadas cediendo
a razón de u$s150 millones por día. Intervenciones en el mercado de
cambios y en las posiciones de futuros en momentos de incertidumbre política
explican esta caída.
En total, en el mes la pérdida de reservas suma u$s846
millones, un monto superior a la caída de agosto neteando el aporte que
implicó la asignación de los DEGs (u$s4.158 millones). El stock de reservas internacionales asciende a
u$s45.334 millones y las reservas netas totalizan menos de u$s10.000
millones.
El temor en el
mercado ahora tiene que ver con el desenlace de la crisis política.
Que Cristina Kirchner haya ganado la pulseada contra Alberto
Fernández, con un cambio de Gabinete más K, despierta dudas acerca de si habrá
o no una radicalización de la economía y la política.
"Con el resultado de las PASO y las nuevas medidas
fiscales, el mercado volvió a poner sobre la mesa la idea de que el FDT se
radicalizaría. Por ahora, lo que se vio, son más medidas heterodoxas (más salarios, ayudas sociales,
jubilaciones) que radicalización, entendiendo como radicalización: usar
reservas del BCRA, pelearse con el FMI o expropiar empresas. O quedarse con
stocks, que no hay", dice Fernando Marull, director de
FMyA.
Presiones para un
"saltito" del dólar
Y agrega que el
mercado parece estar recordando las PASO de 2013, cuando el kirchnerismo
después de una muy mala elección, profundizó su programa heterodoxo para llegar
al 2015: "Sin embargo, la situación económica de 2021 es muy distinta y no
hay condiciones económicas para radicalizarse y llegar a 2023".
"Es decir, el gobierno hoy no tiene margen para
relanzarse con más medidas populistas. Y eso asumiendo que el contexto internacional sigue siendo positivo para
Argentina. Si, encima, el contexto internacional se pone más duro, el riesgo
económico de radicalizarse es aún más alto", afirma Marull.
Tal como afirma
LCG, la consultora que fundó Martín Lousteau, en medio de una escala de la
incertidumbre política asociada a las internas del oficialismo, las
cotizaciones libres terminaron la semana cerrando al alza. "Después de que
el mercado sobrereaccionara el lunes luego de conocerse el resultado de
las PASO, la crisis política dentro de la coalición gobernante generó
demanda de cobertura que se reflejó tanto en el avance del dólar blue, CCL y en
los futuros del Rofex".
Por ahora, los
dólares paralelos siguen mostrándose firmes si bien no se han disparado tanto.
El blue cerró la semana en $185 y el contado con liquidación oficial subió a
$173 pero el "libre" o llamado Senebi quedó en $181.
Pero la sensación es que habrá algún movimiento alcista en
el tipo de cambio. "La devaluación parece inevitable",
alerta AdCap Securities. Y dice que las regulaciones del gobierno intentan
limitar las presiones a la
dolarización, pero que sin embargo los altos niveles de brecha, en torno al 80%
entre el dólar oficial y los paralelos, son muy persistentes.
"Si bien el
mercado cree que el gobierno va a mantener una devaluación sostenida cercana al
1,3% hasta las elecciones de noviembre, también se debate si el ajuste cambiario
se va a dar tras un salto discreto o bien con un aumento en la tasa de
devaluación, más cercana a la inflación", agrega AdCap. El mercado hace
eco de las expectativas de devaluación y se ve una suba en las tasas implícitas
de la devaluación luego de las crisis políticas y los bonos dólar-linked se
encontraron más demandados.
Que el Presidente haya "entregado" a los que
quería Cristina hace que en el balance de poder, claramente Alberto quedó
completamente desdibujado. En el mercado creen que, más allá de esto, el
oficialismo recibirá otra paliza en noviembre (ahora acentuada por la crisis en
el Gobierno) y eso despertará mejores expectativas hacia el 2023. El recambio
de un Gobierno desgastado y en crisis,
y con 2 años más de mandato, es lo único que se pondera en la City.
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