Por Andres Lobato - En el Presupuesto 2022, el Gobierno nacional buscará extender hasta diciembre de 2024 la
facultad para modificar los derechos de exportación agroindustriales. El
borrador presentado en el Congreso tambien prevé un incremento de $201
millones en este concepto para el próximo año, cifra que representa una
suba de 21,5%. “No esperábamos una baja en las retenciones, pero al
menos sabemos que no van a subir”,
reconoció una fuente de las entidades del campo. Los exportadores, en tanto,
sostienen que la carga tributaria para el complejo sojero sigue siendo elevada.
El texto busca
sustituir el noveno párrafo del artículo 52 de la Ley 27.541, que establece
como límite para modificar este impuesto el próximo 31 de diciembre. Esta normativa fija un techo de 33%
para soja y 15%
para trigo, maíz y carne vacuna. En la actualidad, la
oleaginosa tributa 33%, mientras que en cereales llega a 12%, situación que da
al oficialismo un margen para subir 3 puntos, sin necesidad de pasar por el
ámbito legislativo. En carne vacuna,
la situación es similar, porque el impuesto es de 9% y puede llegar a 15% por
la misma vía.
El campo y la
industria hicieron su lectura de esta modificación. Las entidades que componen
la Mesa de Enlace entienden
que el Gobierno busca mantener los actuales porcentajes, con el detalle de
extender la medida hasta 2024. De este modo, la gestión que asuma en diciembre
de 2023 tendrá un año de margen para negociar como serán los derechos de
exportación. Las gremiales rurales interpretaron que con esta decisión, el
oficialismo mantiene el actual status quo en materia de política tributaria
para el campo. “Un gesto sería anunciar
una baja gradual”, admitieron.
El complejo sojero
tiene una postura más dura, tras un año con ciertos matices de complejidad para
ese sector. A la caída en el volumen cosechado, se suman problemas como
la bajante del Paraná y
un polo de crushing que aún con récord de molienda, trabaja con márgenes negativos. “Buscamos que se
baje la carga tributaria sobre la soja, es muy elevada”, reconoció un
industrial con base en el up river rosarino. Y agregó: “Si bien nos dicen que
no va a subir, la presión sigue muy alta”.
El nuevo prespuesto
permite correr el velo sobre las primeras proyecciónes en relación a los
ingresos fiscales que generará el campo. Para 2022, estiman que serán de $1.134
millones, que representará un 1,89% del PBI. Durante el presente año, la cifra
es de $933 millones, un 2,17% del Producto Bruto Interno. Otro número que se
conoció fue la partida presupuestaria que se asignará al Ministerio de Agricultura, de $30.000
millones.
El conflicto entre
campo y Gobierno por las políticas tributarias se encuentra en pausa, tras las
elecciones PASO del 12 de septiembre. La Mesa
de Enlace descartó una medida de fuerza por las restricciones a las
ventas externas de carne y abordará otras estrategias para visibilizar esta
situación.
Economía busca
aprobar otros pedidos vinculados al sector. Uno de ellos es el aporte de USD2,5
millones de dólares para el Fondo
Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), cuyo pago se realizará
en tres cuotas anuales, a partir del próximo año. El otro es la asignación de
$1.212 millones al Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de
los Bosques Nativos y de $120 millones al Programa Nacional de Protección de
los Bosques Nativos.
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