Por Pilar Wolffelt
- Según datos del Banco Central, hay u$s400.000 millones de
argentinos en el exterior debido a la inestabilidad económica, que hace
que muchos ahorristas busquen escapar del riesgo local en materia de
inversiones y esta tendencia se vio incentivada en los últimos años por las
restricciones a la compra de divisas en el mercado local (el tan mentado
"cepo").
A raíz de las medidas que tomó el BCRA el mes pasado
para limitar aún más la operatoria del Contado Con Liqui (CCL) crecieron las
consultas para abrir cuentas en exterior. Hasta ese momento, la demanda más
frecuente de los inversores locales era por las comitentes en ese país para inversiones
bursátiles en brókers.
"Era cada vez
más frecuente que los argentinos tengan cuentas de inversión afuera y la
pandemia acentuó este proceso, porque las personas se digitalizaron
radicalmente", informó a iProfesional Mariano Sardáns, CEO de la
administradora de patrimonio FDI, pero advierte que la novedad regulatoria hizo
que se diera un giro en la demanda hacia las bancarias.
Recordemos que lo
que dispuso el directorio del BCRA es que las sociedades de bolsa no puedan
hacer más de custodia de los dólares CCL de sus clientes, sino que los tienen
que mandar de manera inmediata a las cuentas bancarias que éstos tienen en el
exterior. El efecto inmediato que vieron en FDI es que comenzó a
crecer el interés de los inversores locales por conocer cómo funcionan las
cuentas bancarias en el extranjero y cuáles son los requisitos para abrir una.
El por qué de la nueva
tendencia
La empresa es un
referente en este rubro dado que es de los pocos Agente Global de Inversiones
(AGI), figura que la CNV legalizó en Argentina hace un par de años, activos hoy
en el país y Sardáns cuenta que, por lo que pueden ver en el mercado, el pequeño
ahorrista fue el más perjudicado por la última medida. ¿Por qué?
Sucede que,
"antes, dolarizaban sus ahorros por MEP o CCL y los dejaba en la comitente
en Nueva York y no pagaban nada dado que muchas sociedades de bolsa habían
dejado de cobrar el mantenimiento de cuenta".
Pero ahora, al
tener que girar en cada operación de contado con liqui, tienen que pagar
el costo que le pasa la sociedad de bolsa por el giro (estos parten de los
u$s25 y, en algunos casos, llega a los u$s50) y, además, tienen el costo de
mantenimiento.
Distintas alternativas
según montos y costos
Entonces, ¿qué
costos tener en cuenta a la hora de pensar en abrir una cuenta en el exterior?
Desde FDI detallan que hay distintos tipos de oferta
acordes a los diferentes tamaños de inversor. "No es igual abrir una cuenta en cualquier banco ni en cualquier
país", afirma Sardáns.
En este sentido, la
empresa brindó a iProfesional cuatro casos como ejemplo, pero con datos reales,
que tienen en cuenta cuatro variables:
-El capital mínimo exigido
para la apertura
-El costo de
mantenimiento
-El monto de
transacción a partir del cual no se cobra mínimo y
-El costo de
entrada y salida de dinero de la cuenta:
Como se puede
observar, hay opciones de distintos colores: desde los más pequeños, hasta los más
grandes con capitales que parten de los u$s1.000 y llegan a los u$s25.000
requeridos para poder abrir una cuenta en el exterior.
Así, si tenés
u$s5.000 y realizás o recibís dos transferencias al mes, tenés que calcular un
gasto mensual promedio de u$s80 (entre mantenimiento y gasto por
transferencia). Si tenés más de u$s25.000, y sos ejecutor o receptor de dos
transferencias mensuales, tenés que contemplar un gasto estimado de u$s180
cada 30 días.
Hay bancos que con
más de u$s10.000 no cobran costos de mantenimiento ni por transacción, lo que
es una importante oprtunidad y, finalmente, cuando contás con más de u$s2.500,
podés acceder a opciones sin costo de mantenimiento, pero con gastos por
transacción más elevados (de entre u$s38 y u$s140 al mes por dos transacciones
al mes).
Esto corrobora la visión de Sardáns cuando señala
que "no todos los bancos son para todos". Porque cada entidad
define si toma personas de tal o cual país, en qué rubros económicos se quiere enfocar y cuáles
no desea atender, que volúmenes de dinero pueden manejar sus clientes y cuáles
no, etcétera", explica.
Sin embargo, aunque
suene un "mundo ideal", Sardáns resalta que es muy importante
"estar muy atento respecto de qué instrumentos se utilizan para que la
persona coloque su dinero en bonos, acciones y en cash".
Así, destaca que,
para él, "cada cartera es un mundo y depende mucho de las experiencias y
necesidades de cada inversor, que son totalmente diferentes en tiempo y
forma". Resalta al respecto que "en FDI no hay una cartera
igual entre dos de nuestros clientes". Todas son diferentes y
le coordina lo legal, lo impositivo, lo cambiario y lo regulatorio a la
medida de cada una.
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