Por Juan Strasnoy
Peyre - La estrategia financiera oficial sufrió este mes un
importante traspié. El viernes, en la última
colocación de deuda en pesos, la Secretaría de
Finanzas consiguió 35% menos de lo que había ido a buscar y agosto podría
cerrar con un porcentaje de renovación de los vencimientos menor al 100% por
primera vez en 14 meses. Si bien hoy tendrá la chance de evitarlo durante la
segunda vuelta de la colocación, de la que participarán los 13 aspirantes a
creadores de mercado, lo cierto es que de cualquier manera el saldo mensual terminará por
desequilibrar la composición del financiamiento del
Tesoro en favor de una mayor emisión monetaria. Es justamente
lo que el Gobierno busca minimizar para no recalentar las presiones cambiarias.
Los funcionarios ya trabajan en el diseño del menú
de instrumentos que ofrecerán en las tres licitaciones programadas para
septiembre y, según confiaron fuentes del Palacio de Hacienda a Ámbito, confían
en revertir el resultado de agosto. Es que, si bien admiten que las tensiones
en el mercado serán una constante durante la campaña electoral, consideran que
hubo otros dos factores que explican el traspié de este mes y que no estarán
presentes en adelante: por un lado, un cúmulo de vencimientos concentrado de
forma casi exclusiva en manos privadas y, por otro, la postergación de la
renovación de sus tenencias por parte de los fondos extranjeros para la próxima
colocación.
Economía había salido a buscar $110.000 millones en
la última subasta de agosto, pero en la primera vuelta sólo consiguió $71.374
millones con las cinco letras de corta duración (a entre tres y seis meses) que
había ofrecido para intentar seducir a un mercado en modo electoral dominado
por el cortoplacismo. Así, no llegó a
cubrir el pago de los casi $93.000 millones que expiran mañana y el mes se
encamina a cerrar con un rollover del 97% de los vencimientos, es decir, con un
financiamiento neto negativo por primera vez desde junio de 2020. Es
por eso que el mercado espera un nuevo pedido de asistencia monetaria al Banco
Central para cumplir con el pago de la deuda en pesos no renovada.
Hoy se realizará la segunda vuelta de la
licitación, tal como establece el nuevo programa de Creadores de Mercado. En
ella, participarán los 13 bancos y Alyc que operan como aspirantes a market makers. Podrán
suscribir en total hasta un 20% del monto adjudicado en la primera vuelta y
luego deberán mantener posturas de compra y venta en el mercado secundario para
darle mayor liquidez a los títulos públicos. De esta forma, Finanzas podría
captar $14.274 millones extra, como máximo. En caso de conseguirlo, el
porcentaje de refinanciación mensual superará el 100%. “Confiamos en que
ingresen más pesos, pero será la primera prueba del programa”, matizaron desde
Finanzas.
En cualquier caso, no dejará de ser un magro
resultado para la estrategia financiera oficial pautada en el Presupuesto, que
apunta a financiar el déficit fiscal de 2021 al menos en un 40% con nuevo
endeudamiento en pesos y a evitar que la emisión monetaria termine por debajo
del 60% de las fuentes financieras. Ese objetivo se cumplió hasta julio
producto de las cuantiosas colocaciones de Finanzas y de la marcada disciplina
fiscal que impulsó Martín Guzmán en la primera parte del año.
En agosto la ecuación se desbalanceó. Por el bajo
rollover, Miguel Pesce tuvo que
asistir al fisco con $200.000 millones en los primeros once días del mes y
elevó la cuenta anual a $710.000 millones. Así, sin sumar endeudamiento neto
este mes (el acumulado de 2021 es de $381.000 millones), la emisión pasó a
representar el 65% del financiamiento acumulado. De concretarse un nuevo giro
de utilidades para cubrir los pagos del martes, ese porcentaje aumentará. La
reducción de la asistencia del BCRA al Tesoro, además de formar parte del plan
oficial para acotar las tensiones cambiarias, es uno de los ejes fundamentales
de la negociación con el FMI.
Las apuestas de Finanzas
El equipo liderado por Rafael Brigo y Ramiro Tosi -secretario de
Finanzas y subsecretario de Financiamiento, respectivamente- apunta a revertir este cuadro a partir
de septiembre. En
Hacienda consideran que uno de los factores que hizo de agosto el mes más
desafiante del año fue que el 92% de los $322.233 millones que vencían estaba
en manos privadas. “Es un porcentaje que no se va a repetir en los próximos
doce meses”, señalaron fuentes oficiales. Y añadieron que el próximo
mes, pese a tener un monto mayor de compromisos ($428.959 millones), 55% está
en poder de organismos públicos, cuya renovación se descuenta. “Eso da más
flexibilidad para diseñar las licitaciones”, aseguran.
A la hora de explicar el resultado del viernes, los
funcionarios también pusieron el foco en el comportamiento de los tenedores
extranjeros, que poseían casi el 20% de las letras que vencen mañana. Las
fuentes oficiales señalaron que esos fondos del exterior les adelantaron que no
ingresarían a la licitación en esta oportunidad y que unificarían la renovación
de sus posiciones en la próxima colocación, pautada para el 9 de septiembre,
cuando vence la Lecer X13S1, de la cual ostentan alrededor del 35%. “Mantenemos
permanente diálogo con ellos”, le dijeron a este diario.
Estos factores esperanzan al Gobierno con dar
vuelta el resultado. “En septiembre, con
más flexibilidad en la composición, iremos a profundizar el financiamiento”,
aseguran. Ese mes, además de la del jueves 9, hay otras dos
licitaciones programadas para el jueves 16 y el martes 28.
Tampoco consideran en Finanzas que el traspié haya
pasado porque el mercado demandara mayores rendimientos. De hecho, en las Ledes
a diciembre y enero habían pautado un piso del 38,6% y el 40,08%
respectivamente, y las tasas de corte se ubicaron algo más de un punto por
encima en la primera pero en el mismo nivel en la segunda. Así, consideran que
las tasas están alineadas con el mercado secundario y con lo que los inversores
reclaman.
Cortoplacismo preelectoral
Tal como advertían los analistas, los funcionarios
admiten que buena parte de las dificultades para renovar los vencimientos de un
agosto de por sí complejo se explica por el comportamiento precautorio del
mercado que suele anteceder a cada elección. “Hay
un esperable wait and see preelectoral. Durante esos procesos hay tensiones,
hay mucha preferencia por la liquidez, por el corto plazo, y hay tendencias a
la dolarización. Esperamos que después de las elecciones, se modifique”,
reconocen.
Es por eso que el diseño de las próximas
licitaciones volverá a tener como protagonistas a las letras de corto plazo,
algo a lo que Finanzas recurrió en las últimas dos subastas luego de que el
mercado le pusiera un límite al intento de estirar los vencimientos a uno y dos
años en la primera licitación de agosto. Recién tras las legislativas de
noviembre volverían masivamente las emisiones de títulos de mayor duración.
Como contó Ámbito, en Economía evalúan la
posibilidad de volver a colocar bonos atados al tipo de cambio oficial (dólar
linked) en septiembre para aprovechar la búsqueda de cobertura de los
inversores que especulan con una devaluación después de los comicios, algo que
el Gobierno descarta de plano. Aunque su utilización dependerá de la dinámica
adquiera el mercado en las próximas semanas. Sí está pautada su emisión de cara
al vencimiento del bono dólar linked T2V1 (por más de $170.000 millones, en
noviembre) colocado durante la corrida de 2020.
Esta semana, además, Finanzas publicará el
cronograma de licitaciones del último trimestre del año. Buscarán llevar mayor
previsibilidad a los participantes del programa de Creadores de Mercado, una de
las apuestas oficiales para dotar de mayor profundidad al mercado de deuda
pública y elevar la participación de los inversores institucionales en las
colocaciones del Tesoro.
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