Por Carlos
Burgueño - El Gobierno y el mercado comenzaron a especular sobre el
uso y disponibilidad de los Derechos
Especiales de Giro (DEG) que llegaron el lunes desde el Fondo
Monetario Internacional (FMI). Y cuánto
de ese dinero quedará efecticamente disponible para que se ejecute política
económica activa. Esto es, direccionar dólares hacia destinos que no sean el
pago de los intereses de deuda que habrá que liquidarle al organismo que dirige
Kristalina Georgieva. Ya se sabe que parte de los u$s4.355 millones
serán inevitablemente destinados a pagar el vencimiento de deuda del 30 de
septiembre con el FMI por unos u$s1.800 millones. Esto implicará
que sólo podrá contabilizar el Gobierno unos u$s2.500 millones luego del pago
al organismo; algo que inevitablemente deberá ser ejecutado con estas divisas.
A partir de ese momento todo dependerá de la velocidad con la que el Gobierno
de Alberto Fernández cierre las negociaciones y presenten en sociedad el
acuerdo de Facilidades Extendidas reloaded con el Fondo.
Por lo que se sabe,
y adelantó este diario, en sus líneas generales ya están estipulados los
lineamientos del tratado, al menos para alcanzar una Carta de Intención que
luego debería aprobar el “board” del organismo. La gran pregunta es si a
este punto trascendental se llega antes o después del último pago al FMI del
año, por otros u$s1.800 millones por la cuota final del 2021 del Stand By
firmado por Mauricio Macri en 2018. Si el Gobierno cerrara el
Facilidades Extendidas entre septiembre y la primer quincena de diciembre, esos
u$s1.800 millones quedarían para reforzar las reservas y para ser utilizados en
el ejercicio 2022 libremente para políticas activas. Si no se cerrara el
acuerdo antes de esa fecha, lo que al Ejecutivo le quedaría disponible, serían
el residual de ese dinero. Incluso el total de las divisas serían menos,
calculando también como fuente de dólares a los DEG para pagar además otros vencimientos
con organismos financieros internacionales como el BID y el Banco Mundial, más
otros gastos administrativos con el propio Fondo Monetario.
Según el último
informe elaborado por Equilibria Macrofinance, este
dinero residual que quedaría de los DEG ingresados el lunes, serían “menos de
u$s700 millones, que le alcanzaría para pagar casi todo el vencimiento de
principal de enero, (unos u$s730 millones)” pero que “no dará resto para
afrontar el pago de intereses por u$s370 millones agendado para febrero, ni la
amortización de principal por u$s3.590 millones de marzo”. Este pago
corresponde a la primer cuota importante (de un total de cuatro) de capital e
intereses del 2021 del Stand By; vencimiento que Argentina tiene determinado no
pagar, en función de aspirar a alcanzar antes un acuerdo con el FMI y evitar
algo no querido por ninguna de las partes interesadas, como sería un eventual
default con el organismo. Lo que no se puede ni se quiere es utilizar reservas
para este fin.
El informe de Equilibria, habla también de las proyecciones del
déficit primario para los próximos meses. Según la consultora, se espera “una
aceleración del déficit primario en los próximos meses, que sumaría 2,6 puntos
del PBI entre agosto y diciembre (3,3% en todo el año), de los cuales 0,7
puntos vendrán de las medidas de ampliación de programas sociales, bonos a
jubilados y refuerzos de asignaciones en el marco del ‘push electoral’ para
dinamizar el consumo. Asimismo, prevemos un empujón adicional por el lado del
gasto de capital y los programas de crédito a tasas subsidiadas, sumando otros
0,3 puntos del PBI”. Para el informe, “los 2,6 puntos del PBI de déficit que
proyectamos para el período agosto-diciembre, implican financiar un rojo de AR$
1,1 billones”.
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