El presidente del
Banco Central, Miguel Ángel Pesce anticipó que las restricciones
cambiarias se irán levantando en la medida que el país logre sostener el
crecimiento de sus exportaciones. También consideró que la estrategia de la
entidad de “ralentizar” el dólar durante 2021 sirvió para lograr una
desaceleración de la inflación sin afectar la competitividad del tipo de
cambio.
Pesce fue uno de
los oradores de la 18º edición del Latin American Cities Conference, el
encuentro organizado por Americas Society Council of the Americas (AS/COA), una
entidad norteamericana con sede en Nueva York, en asociación con la Cámara
Argentina de Comercio (CAC). Por segundo año consecutivo, el evento —que tenía
como principal atractivo el contacto cara a cara entre empresarios y referentes
políticos— se realizó en forma virtual y contó con la participación de más de
600 personas que lo siguieron vía streaming.
En su charla, el
presidente del Banco Central repasó los números de la pobreza en la Argentina,
con un 40% de personas que presentan “insuficiencia grave en sus ingresos”,
porcentaje que se incrementa a 50% para las familias con hijos. Y remarcó que
la fragilidad actual del tejido social se resuelve con desarrollo con equidad.
Pero remarcó que el país cuenta con dos limitaciones para lograrlo: el sector
externo y el desarrollo del mercado de capitales.
Con respecto al
sector externo, puntualizó que la Argentina necesita exportar más. “Es una
invocación permanente que hacemos cuando nos reunimos con empresarios, para que
asuman el compromiso de exportar más”, dijo. Pesce detalló que las
exportaciones pasaron de USD 83.000 millones en 2011 a USD 60.000 millones y
que en 2020 alcanzarán los USD 70.000 millones. También proyectó un incremento
de entre 5% y 7% para 2022 y 2023.
Pesce habló sobre
la cantidad de ahorros en dólares que acumulan los argentinos
Con todo, destacó
las posibilidades de incrementar exportaciones de alimentos, oleaginosas,
minería e hidrocarburos. Y también de los sectores de la economía del
conocimiento. Incluso habló de un potencial exportador para el sector
industrial argentino, donde destacó el caso de la automotriz Toyota.
“Si exportamos
alrededor de USD 60.000 millones en un país que en un año normal de crecimiento
necesita más de USD 60.000 millones solo de importación de bienes, necesitaba
tener algún mecanismo regulatorio del mercado cambiario. A medida que vemos que
las exportaciones empiezan a crecer hemos mejorado nuestra regulación
cambiaria, especialmente para aquellas empresas que incrementan sus exportaciones”,
argumentó Pesce.
“Estamos estudiando
nuevos financiamientos a conceptos que hoy están restringidos en nuestra
regulación cambiaria. En la medida que nuestras exportaciones crezcan y nuestro
saldo comercial crezca y podamos acumular reservas, las restricciones
cambiarias continuaran achicándose hasta no tener que llegar a necesitar este
tipo de control”, agregó.
Con respecto al
mercado de capitales, Pesce detalló que la Argentina tiene una fuerte capacidad
de ahorro: el BCRA tiene esterilizados $4 billones, lo que equivale a USD
30.000 millones, que “el sistema financiero y el mercado de capitales deberían
orientar a la inversión”. Mientras que los argentinos cuentan con más de
USD 400.000 millones en activos en el exterior y más de USD 100.000 millones en
dólares billete en nuestro territorio, una liquidez mayor que algunas
regionales de la Reserva Federal de los Estados Unidos, comparó. “Necesitamos
que nuestro mercado de capitales tenga la capacidad de convertir el ahorro
interno en inversión y financiamiento”, dijo.
El presidente
comparó la cantidad de billetes de dólares que hay en la Argentina con las
regionales de la Reserva Federal
Sobre el final,
Pesce habló de la inflación. Y también lo relacionó con el mercado de
capitales. “Si el mercado no se desarrolla, en una economía dolarizada cada vez
que se incrementen los ahorros va a haber presiones sobre el mercado cambiario
que se traducen en presiones inflacionarias”, dijo.
El presidente del
Banco Central consideró que la inflación tiene una causalidad múltiple: una
oferta que no responde a la demanda, una recomposición de los márgenes de las
empresas industriales que aumentaron precios entre 80% y 90% en los últimos
tiempos, la pospandemia y el aumento de los precios globales de los alimentos y
del petróleo.
“Esperamos que la
inflación se modere en los próximos meses. El aporte que ha hecho el Banco
Central fue ralentizar el tipo de cambio para evitar expectativas
inflacionarias. Creemos que puede ser sostenido sin afectar la competitividad
del tipo de cambio, más allá de las coyunturas políticas o económica”, señaló.
Pesce también destacó el trabajo conjunto con los funcionario del FMI para
alcanzar un acuerdo lo antes posible. Aunque señaló que hay limitaciones
institucionales por la carta orgánica del propio FMI.
En la apertura del
evento, el presidente de la CAC, Mario Grinman se refirió al impacto
de la pandemia en la economía pero intentó dar una mirada optimista hacia el
futuro. “La campaña de vacunación, con sus problemitas, pareciera haberse encauzado
a buen ritmo y si bien no podemos cantar victoria, tenemos la sensación de que
lo peor de la pandemia parece estar quedando atrás”, dijo.
Mario Grinman,
presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC)
“Tras la dura caída
del año pasado, el nivel de actividad económica de la Argentina registra una
recuperación, en tanto que las exportaciones muestran un buen desempeño. El
mercado de trabajo, en tanto, también comienza a evidenciar algunos signos de
mejora. Sabemos que hay mucho aún por hacer, que en algunas actividades todavía
no se recuperó el nivel de actividad prepandemia, que numerosas empresas
desafortunadamente no soportaron las dificultades y cerraron sus puertas, y que
se perdieron cuantiosos puestos de trabajo”, señaló el presidente de la cámara.
Pero también
destacó la “enorme resiliencia” que caracteriza a los argentinos. Y destacó la
necesidad de que el avance no se agote en una recuperación coyuntural, sino que
sea el inicio de un camino de progreso integral y sostenido. “Continuaremos con
nuestra predica de la necesidad de un sector privado pujante, que amplíe sus
inversiones, generando así valor agregado y puestos de trabajo de calidad,
única herramienta eficaz para bajar los niveles de pobreza”, dijo.
Para lograrlo,
pidió atender cuestiones como la consolidación macroeconómica —con una baja
paulatina y sostenida del déficit fiscal— y la reducción del “costo argentino”.
Y remarcó que para que la actual recuperación se sostenga es necesaria la
concurrencia de los capitales locales y del mundo.
“Nuestros recursos
naturales y humanos requieren de inversiones para ser aprovechados. Inversiones
que extraigan los minerales del subsuelo, que pongan en marcha nuestro
entramado productivo, que den uso y enriquezcan al capital humano de nuestra
nación. En simultáneo, los hombres y mujeres de empresa de Argentina y del
mundo requieren de oportunidades de negocios. Clima de negocios para hacer lo
que saben hacer: crear valor”, agregó.
El presidente de la
CAC dio una visión optimista sobre el futuro de la Argentina
A su
turno, Susan Segal, presidenta y CEO de Americas Society Council of
the Americas, destacó que los argentinos siempre se destacan por su capacidad
de generar innovación por sus emprendedores y su capital humano. “La Argentina
es una cuna de unicornios en América Latina. Soy optimista y quiero pensar que
estamos muy cerca del final de la pandemia. A medida que los países vayan
vacunando a su población estaremos cada vez más cerca de volver a la
normalidad”, aseguró.
“Tendremos una
normalidad diferente, pero creo que puede ser incluso mejor. Hemos aprendido el
potencial que tiene el mundo virtual. El futuro será híbrido, donde se combinan
el encuentro en persona y los encuentros virtuales”, señaló Segal. Además,
puntualizó la importancia de reforzar los sistemas de salud, educación y de
inclusión digital. “Es fundamental la colaboración entre el sector publico y
privado trabajando juntos con el mismo objetivo de reactivar la economía”,
concluyó.
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