Por Salvador Di
Stéfano - Las subas de acciones y bonos en el mercado estarían
ligadas a multiplicidad de noticias.
Argentina ha mostrado, en el 2021, una mejora en su conducta fiscal, aunque
falta demasiado para ganarse la confianza de los acreedores. Podríamos cerrar
un acuerdo con el FMI y generar más credibilidad. Sin embargo, lo que estaría empujando a la suba a las cotizaciones sería el
efecto manada de llegada de fondos del exterior a los mercados
emergentes. Por otro lado, un triunfo de la oposición, podría
generar un mejor clima de negocios hasta que lleguemos a las elecciones
presidenciales.
Comencemos por el escenario fiscal
En la primera parte
del año, Argentina se vio favorecida por el aumento en el precio de la soja y
el maíz, esto le permitió recibir u$s10.000 millones adicionales
en las arcas del Banco Central y, consecuentemente, unos u$s2.500
millones adicionales en derechos de exportación. Esto le permitió a
Argentina mejorar los números fiscales. En los últimos 12 meses, el déficit
fiscal pasó de $1,82 millón de millones a $ 1,6 millón de
millones. Si lo medimos en dólares, pasó de u$s25.319 millones a u$s16.480 millones. En
cambio, si lo medimos como porcentaje de PBI, y tomando proyecciones propias,
el déficit bajó de 6,7% al 4,0%, esto se debe a la fuerte suba del PBI durante
el año 2021.
Con esta suba del
PBI, la contención de gastos y suba de ingresos, el gobierno podría presentarle
al FMI números más amigables para llegar a un acuerdo. Sin embargo, los
problemas en materia monetaria y cambiaria persisten, porque el 66% del déficit fiscal de los últimos 12 meses es financiado con emisión monetaria, lo que
genera un escenario de alta inflación y devaluación.
El Gobierno está
con un programa económico, en donde la inflación la combate vía restricciones,
súper cepo al dólar, congelamiento de tarifas y control de precios, pero de
ninguna manera trabaja para desconectar la maquinita de la emisión monetaria
como financiadora del déficit fiscal. Los resultados están a la
vista, sube el dólar blue, vamos a tener problemas con la energía y la
inflación luce muy elevada.
El acuerdo con el FMI
Argentina está
tratando de cerrar un acuerdo con el FMI, en octubre se tratará en el organismo
una reducción del pago de intereses para Argentina, es el país con más deuda
con el organismo, podría llegar a pagar el 1% anual, y es una muy buena noticia
para el país. El FMI trabaja para llevar adelante un fideicomiso de Resiliencia
y Sostenibilidad que se integrará con los DEG (la moneda del FMI) de los países
más ricos para ayudar a los países vulnerables. Argentina está trabajando para
ser calificada como país vulnerable junto con México, le juega en contra que
está tipificado como un país de ingresos medios y no de ingresos bajos, pero se
está trabajando en este tema. Si Argentina accede a este beneficio, podría
recibir una suma importante de dólares sin tener que devolverlos. Aclaramos que
recientemente Argentina recibió unos u$s4.540 millones del
FMI y que se utilizarán para cancelar deuda e intereses con el propio
organismo.
El Gobierno no
descarta solicitar DEG a otros países para cancelar la deuda con el FMI, para
ello habría iniciado negociaciones con Rusia, México y Portugal. Si consigue estas líneas, podría tener un escenario más
despejado de vencimientos futuros.
El conjunto de
estas noticias generó una mejora en el clima de negocios, sin embargo, vemos
muy difícil una salida rápida de la crisis. El Gobierno necesita en forma
rápida un crédito externo para dejar de emitir moneda sin respaldo del Banco
Central.
Cortar esta fuente
de financiamiento es crucial para comenzar a combatir la inflación en
Argentina. Por otro lado, las cotizaciones de los productos que exportamos
están en un escenario bajista. La soja ya no vale U$S 600 la tonelada ni el
maíz U$S 300 la tonelada. La baja del río Paraná afectará las exportaciones en
lo que resta del año y esto podría generar faltantes de dólares en una economía
que hoy depende muchísimo de productos importados. Las elecciones hacen que el
mercado se dolarice lo que activa la demanda de billetes, calentando la
cotización de los dólares alternativos.
El Gobierno podría postergar el cierre
de las exportaciones de la carne
Busca, de esta
manera, privilegiar el mercado interno y descarta la posibilidad de que las
exportaciones sean dinamizadores del crecimiento. Es un error fatal, porque la Argentina
crecerá cuando la inversión y la exportación crezcan, no cuando el consumo se
expanda en el país. Crecer vía consumo y sin inversión es lo que se pretendió
hacer en los últimos años, con el resultado a la vista podemos decir que fue un
fracaso. Argentina necesita, en forma urgente, elegir otro camino.
El gasto público
argentino suma u$s80.857 millones en los últimos 12 meses. De
ese total u$s66.233 millones es gasto social compuesto por
prestaciones sociales, subsidios y sueldos del personal, u$s4.617 millones es gasto de capital, esto implica
infraestructura, y u$s10.007 millones funcionamiento
del Estado en general. El Estado argentino solo gasta en lo social, no se
amortizan los bienes públicos, ni se invierte en infraestructura. Con este
esquema viviremos estancados.
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