Por Juan Strasnoy
Peyre - El Ministerio de Economía buscará este viernes, en la última
licitación de agosto, renovar vencimientos de deuda en pesos por
casi $93.000 millones y obtener algunos fondos adicionales para apuntalar el
financiamiento neto mensual. Ocurrirá tras días en que el mercado
retomó la búsqueda de cobertura contra una eventual devaluación poselectoral,
que el Gobierno descarta. Pese a ello, según supo Ámbito de
fuentes oficiales, el equipo de Martín Guzmán se
guardaría para más adelante la carta de volver a ofrecer bonos dólar
linked y apostará por el tipo de instrumentos que la semana pasada
le permitieron revertir el traspié de comienzos de mes.
El objetivo oficial
es incrementar el fondeo del Tesoro en los próximos meses, con vistas a cumplir
la meta presupuestada de terminar 2021 con un porcentaje del déficit fiscal
cubierto con asistencia monetaria del Banco Central no mayor al 60%. La premisa
de los funcionarios es que una mayor emisión contribuiría a aumentar las
presiones sobre el dólar y llevaría al BCRA a tener que acelerar el ritmo de
esterilización de liquidez a través de la colocación de Pases y Leliq.
Hasta julio, ese
objetivo se cumplió. Pero el traspié en la primera licitación de agosto (cuando
sólo se renovó el 65% de los vencimientos semanales) y la reactivación del
gasto en la previa de las elecciones hicieron que en la primera quincena de
agosto el Central girara utilidades al fisco por $200.000 millones. Así, el
financiamiento acumulado hasta ahora, pasó a estar compuesto en un 63% con
emisión y 37% con deuda en pesos. Este viernes, la Secretaría de Finanzas que
conduce Rafael Brigo saldrá a intentar emparejar esa cuenta.
Ante la
profundización de sus rendimientos negativos en el mercado secundario, algunos
operadores esperaban que esta semana reaparecieran los bonos dólar linked, que
formaron parte del menú de instrumentos colocados el 3 de agosto. En esa
licitación, los títulos con cobertura cambiaria a abril y noviembre de 2022 le
sirvieron a Economía para captar $44.079 millones, el 30% de lo obtenido.
Aunque también fueron utilizados (en momentos de fuerte presión sobre la
brecha) para dar al mercado la señal de que el Gobierno no tiene prevista una
devaluación poselectoral, tal como señalaron distintos funcionarios del
Gabinete económico.
En la última
semana, la búsqueda de cobertura incrementó la demanda de bonos dólar linked a
2022. Esto elevó sus
precios y profundizó la baja de sus tasas, que ya se movían en terreno
negativo. Si bien ayer se mostraron más ofrecidos luego de que Guzmán volviera
a descartar un “salto devaluatorio”, el TV22 terminó con un rendimiento del
-1,36% y el T2V2, del -1,08%. Esto muestra que el mercado todavía paga para
cubrirse de una depreciación del tipo de cambio oficial el próximo año, luego
de que el BCRA lo utilice como ancla para desacelerar la inflación en 2021.
“El ajuste por CER
(inflación) fue el ganador de los primeros cinco meses del año. No obstante,
ante la cercanía de los comicios, se observa un apetito mayor por los activos
que ajustan por tipo de cambio. De hecho, si bien nadie sabe qué puede pasar
post elecciones, todo indica que la tasa de inflación no se va a acelerar, sino
todo lo contrario. Por eso, resulta lógico que la gente o las empresas se
inclinen más por los dólar linked”, consideró Matías Roig, director
de Portfolio Personal.
Pero, según supo
este diario, estos bonos no formarían parte del menú para la próxima
licitación, que se anunciará esta tarde. Aunque Finanzas evalúa volver a
utilizarlos en septiembre. “Los dólar linked forman parte
del monitoreo permanente que hacemos de todos los instrumentos de mercado”,
dijo una fuente de Economía. En esta oportunidad, los funcionarios
consideran que otros tipos de activos servirán para captar más pesos, como
ocurrió la semana pasada con las Ledes cortas ante un mercado que pone límites
a la extensión de plazos. Además, como ya fueron utilizadas a principio de
agosto, la intención es no “abusar” de las emisiones atadas al tipo de cambio y
priorizar abastecer la demanda por tasa fija con rendimientos reales positivos.
Además, el Gobierno
apuesta al combo de herramientas lanzadas en los últimos días por el Gabinete
económico para atraer a los fondos comunes de inversión (FCI) a las
licitaciones del Tesoro. Por un lado, el comienzo de la operatoria del BCRA en
futuros de títulos públicos, una iniciativa que permite acortar los plazos de
salida de los inversores al garantizarse su compra por parte de la autoridad
monetaria en un momento y a un precio determinados, lo que apunta a reducir la
volatilidad de estos activos.
En la misma línea,
este viernes debutará el programa de Creadores de Mercado, con 13 bancos y
sociedades de Bolsa (Alyc) como aspirantes,
quienes deberán suscribir títulos públicos (en un principio Ledes, Lepase y Lecer) en las
colocaciones primarias y ofrecer posturas de compra y venta de forma cotidiana
en el mercado secundario. Por último, ya están operativos los nuevos FCI
habilitados por la Comisión Nacional de Valores, que deben estar integrados en
un 55% con bonos y letras del Tesoro y el 45% restante puede invertirse en
otros fondos money market (de liquidez
inmediata).
En lo que va de
agosto, Finanzas acumula un endeudamiento extra de algo más de
$10.000 millones, que equivale a un rollover del 105,5%
de los vencimientos. Si ahora consigue más que los casi $93.000 millones de
una Ledes y una Lepase que expiran
el martes 31, podrá incrementar esos guarismos mensuales. En el año, el fondeo
neto ronda los $400.000 millones y el porcentaje de refinanciación asciende al
120%.
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