Por Florencia
Barragan - El Gobierno busca ponerle un punto final a la pandemia,
dejar atrás la emergencia y planificar un programa
industrial de largo plazo. El puntapié será este jueves en el llamado Congreso
de la Producción y el Trabajo,
que se realizará con sindicatos y empresarios. Es lo que había prometido el
Frente de Todos en las elecciones 2019, y quedó en stand by por la pandemia. La
diferencia radicará en los interlocutores: el brazo empresario ya no lo
conformará la Unión Industrial Argentina (UIA), sino pequeñas pymes.
El llamado Congreso
de la Producción y el Trabajo había sido planificado por la Confederación
Empresaria Argentina (Cgera), que preside el empresario textil Marcelo
Fernández, junto a gremios industriales, en la sede porteña de la Cgera. El Gobierno aceptó la invitación, convirtió al
congreso pyme en un cónclave industrial y oficiará de local. Será en el Museo
del Bicentenario, con asistencia perfecta del gabinete económico: Martín
Guzmán, Matías Kulfas, Cecilia Todesca y Claudio Moroni ya confirmaron, y podría cerrar Alberto Fernández.
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2%
En el encuentro, se
prevé la planificación de un plan industrial de largo plazo. Del lado sindical
estará Antonio Caló de la UOM, Ricardo Pignanelli del Smata y Gerardo Martínez
de Uocra. Del lado empresario, las cámaras que el Gobierno considera
“dialoguistas”: los fabricantes automotores de Adefa, los metalúrgicos de
Adimra y el Consejo Agroindustrial. El encuentro se realizará este jueves, una
semana antes del Día de la Industria, fecha donde la UIA copa la agenda
industrial. El presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, no fue invitado al
Congreso.
Es que con el desembarco de Funes de Rioja, la entidad cortó la fluida
relación que mantenía Miguel Acevedo con el Gobierno, y con el respaldo
de Techint, se transformó en “opositora”, según observan fuentes oficiales. Por
este motivo, el oficialismo decidió cambiar de interlocutor. Darle más entidad
a cámaras más pequeñas, como es el caso de Cgera, y negociar directamente con
empresarios. “Para un lobbysta como Funes de Rioja no hay nada peor que no ser
convocado”, aseguró un industrial de la central fabril.
El Gobierno buscaba
con la UIA recrear el escenario del 2002, cuando se creó el Ministerio de
Producción y pasó a presidirlo quien era en ese entonces el titular de entidad,
José Ignacio de Mendiguren. Luego, el puntapié del “acuerdo social” que quería
hacer con sindicatos y empresarios había sido en 2019 en Tucumán, con la famosa
foto de Miguel Acevedo (UIA) y Héctor Daer (CGT). “Si la UIA no cambia, esta
institución fundada por Carlos Pellegrini se va a transformar en el cenicero de
una moto, no va a servir para nada”, aseguró un industrial.
En el Congreso de
la Producción y el Trabajo se buscará darle un marco formal a lo que fueron 16
mesas de trabajo entre el Ministerio de Desarrollo Productivo, 28 sindicatos y
72 cámaras empresarias de todas los sectores, según comentaron desde la cartera que conduce Kulfas. Las acciones
concretas a tomar estarán relacionadas con la “mejora” del sistema impositivo,
“reducción” de costos logísticos, “inserción” exportadora, la industria 4.0, el
financiamiento, las brechas de género y la agenda verde.
Marcelo Fernández
de la Cgera anticipó a Ámbito que el objetivo es que surjan proyectos de ley.
“Las medidas de los gobiernos terminan, las leyes quedan”, afirmó. La agenda
estará abierta a todos los temas, inclusive productividad o convenios de
trabajo. “Pero siempre con proyectos en común con trabajadores”, dijo
Fernández. Ideas unilaterales de la UIA, como dejar de pagar salarios, no
tendrán lugar, agregó. En el documento de Cgera del armado del encuentro se
plantea que el “objetivo final” es proponer herramientas para duplicar el
empleo industrial. El Gobierno no descarta luego enviar al Congreso algún
proyecto de ley, como el de Compre Argentino o electromovilidad.
Fuentes cercanas a
Funes de Rioja le bajaron el tono al Congreso y aseguraron que cámaras como la
Cgera son “partners ocasionales, resabios de empresarios que ni siquiera
discuten paritarias”. Mientras tanto, industriales opositores a Funes de Rioja
dentro de la UIA aseguraron que seguirán intentando tender puentes con el
Gobierno. A dos meses de la asunción del abogado, se lamentan: “Destruir
siempre es más rápido que construir”.
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