El refuerzo de los
DEG allana el camino para cumplir compromisos con organismos multilaterales
Aunque no se trata
de “dólares frescos”, la ampliación de los Derechos Especiales de Giro
(DEG) del Fondo Monetario Internacional implicó un importante
refuerzo para las debilitadas reservas internacionales del Banco Central.
Los activos
internacionales crecieron este lunes USD 4.258 millones, un 10%, a USD
46.306 millones, el stock más grande desde el 21 de octubre de 2018, poco menos
de tres años atrás.
En el marco de la
excepcional situación económica por la pandemia de Covid-19, el FMI repartió
entre todos sus países miembros alrededor de USD 650.000 millones equivalentes
en DEG, de los cuales a la Argentina le correspondieron unos 4.334 millones de dólares.
Desde
el Ministerio de Economía argentino indicaron que “los DEG no se
devuelven, no constituyen un préstamo. No solo no generan deuda sino
que aumentan los recursos y las herramientas del Estado”, mientras que “pueden
conservarse como reservas internacionales o utilizarse para cambiar su
composición, convirtiéndolos a monedas de libre uso”.
El organismo
multilateral advirtió que este giro que envía a 190 países “no es una transferencia de riqueza”, pero los estatutos del Fondo autorizan
a utilizar DEG para cancelar vencimientos con la propia entidad.
De esta forma, el
Gobierno argentino podrá continuar con los pagos comprometidos con el FMI
mientras negocia un nuevo programa financiero con el organismo para
refinanciar el crédito stand by del que se desembolsaron unos
USD 44.000 millones entre 2018 y 2019, durante la administración de Mauricio
Macri.
Los DEG no son una
moneda, aunque funcionan como tal. El FMI calcula su valor ponderando un
conjunto del dólar estadounidense, euro, renminbi (yuan) chino, yen y libra
esterlina.
La Argentina
recibió 3.055 millones de DEG, equivalentes a USD 4.334 millones, con los
que cubre en la práctica los importantes vencimientos con el FMI por
alrededor de USD 4.380 millones hasta fin de año.
El primero de los
vencimientos será en septiembre, por un monto de USD 1.870
millones en concepto de pagos de deuda de capital. Para el 22 de
noviembre hay pautado un pago por intereses y recargos, que
totalizan 640 millones de dólares. Y el último vencimiento fuerte del
año está previsto para el 22 de diciembre, correspondiente a otro pago de
capital, por otros 1.870 millones de dólares.
En cierta forma,
los analistas consideran que, con este respaldo de reservas, el
Gobierno gana tiempo para arribar a un acuerdo con el FMI después de las
elecciones de noviembre próximo, y con un margen hasta marzo de 2022,
cuando vencerá el plazo máximo para un acuerdo con el Club de París.
Un análisis
de Nery Persichini, Head of Strategy de GMA Capital, puntualizó que las
“reservas brutas suman 10% y las netas, 71%”, mientras que “las líquidas, sin
cambios”. También señaló que en su totalidad los “nuevos DEG pagarían
vencimientos con FMI en 2021″.
La distinción entre
los distintos activos tiene que ver con que casi la mitad de las reservas
son los yuanes del “swap” de monedas con el Banco Popular de China y otros
préstamos, que en principio no pueden utilizarse para pagos de deuda. Por eso
es importante el nivel de las reservas netas -descontados dichos
préstamos- que ahora aumentan desde unos USD 6.100 a 10.400
millones de dólares.
Asimismo, las
reservas estrictamente líquidas, es decir los dólares y euros “cash” en el
activo -descontada la tenencia de oro y los DEG- se mantiene estable en unos
USD 2.200 millones, según estimó Nery Persichini.
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