Por Liliana
Franco - “La Argentina recibió hoy 3055 millones de DEG, el
equivalente a u$s4334 millones”, en concepto de una nueva asignación de
Derechos Especiales de Giro (DEG)” reza el escueto comunicado emitido por el
Ministerio de Economía. Asimismo recuerda que en marzo pasado, el FMI resolvió
realizar una asignación general de DEG por u$s650.000 millones para reforzar la
liquidez global afectada por la pandemia. Esta iniciativa beneficia a los
190 países miembros del Fondo.
Tal cual estaba
previsto en el día de la fecha el organismo multilateral procedió a transferir
a los países los fondos correspondientes de acuerdo a la cuota de cada
país. Argentina tiene una cuota del 0,67% de participación en el
organismo, por lo que le corresponden al día de hoy u$s4.334 millones.
Este lunes por la
mañana Kristalina Georgieva, Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló que el
organismo multilateral puso en vigencia la ampliación
de los Derechos Especiales de Giro (DEG), es decir el capital del
FMI.
La decisión significó un ingreso de unos u$s4.334 millones en las reservas del
Banco Central de la Republica Argentina que le corresponden al país
por su participación en el Fondo. Los DEG están conformados por cinco monedas
que determinan su valor en distintas proporciones: u$s41,73%; Euro 30,93%; Yuan
10,92%; Yen 8,33%; Libra Esterlina 8,09%.
“La mayor
asignación de Derechos Especiales de Giro de la historia, alrededor de 650.000
millones de dólares, entra en vigencia. La asignación es un gran estímulo para
el mundo y, si se usa con prudencia, una oportunidad única para combatir esta
crisis sin precedentes”,
declaró Giorgieva en un comunicado dado a conocer en Washington. Los
beneficios de la asignación de DEG tienen como propósito, según lo explicita el
organismo el: proporcionar espacio fiscal para ayudar a la
gente a hacer frente a la crisis; reforzar las reservas de los países miembros
y apoyar las reformas de los países.
Estos recursos
fortalecerán los activos externos del país. En la actualidad, las reservas argentinas se ubican en un nivel apenas por encima de
los 42.000 millones de dólares, según los últimos datos oficiales. Las
reservas de libre disponibilidad rondan entre los 6.400 millones de
dólares (según la consultora Equilibra) y 7.400 millones (Ecolatina).
De esta forma,
analistas privados estiman que los recursos que recibirá el país representarán un aumento superior a 10% en las reservas
brutas y un incremento de más del 50% del stock de reservas netas.
La inyección de
capital permitirá al país contar eventualmente con los recursos necesarios
para cumplir con el pago de compromisos en divisas con los organismos
internacionales para lo que resta del año. Ese respaldo le permitirá
afrontar la continuidad de las negociaciones con el FMI para reprogramar los
vencimientos del préstamo por 44.000 millones de dólares contraídos durante la
gestión de Mauricio Macri.
Si bien desde las
filas del Frente de Todos se intentó que estos fondos no se utilizaran para el
pago de las deudas con el FMI, la propia vice presidenta Cristina Fernández de Kirchner en su última
presentación pública dejó en claro que dichos recursos serán utilizados para
cumplir con los compromisos externos.
En lo que resta del
año, Argentina debe pagar al Fondo alrededor de 4.380 millones de dólares. El
primero de los vencimientos será en septiembre, por un
monto de 1.870 millones de dólares en concepto de pagos de deuda de capital,
para el 22 de noviembre hay pautado un pago por intereses y recargos
que totalizan 640 millones de dólares y el último vencimiento del
año está previsto para el 22 de diciembre,
correspondiente a otro pago de capital por 1.870 millones de dólares.
Más fondos
“Para magnificar
los beneficios de esta asignación, el FMI está fomentando la canalización voluntaria
de algunos DEG de países con posiciones externas sólidas hacia los países más
necesitados” dijo
Giorgieva. Al respecto, meses atrás se especuló con la posibilidad que el país
recibiera este tipo de apoyo por parte de naciones como Rusia o México.
La titular del FMI
agregó que durante los últimos 16 meses, algunos miembros ya se han
comprometido a prestar 24.000 millones de dólares, incluidos 15.000 millones de
sus DEG existentes, al Fondo Fiduciario para, el Crecimiento y la Reducción de
la Pobreza del FMI, que ofrece préstamos en condiciones favorables a países de
bajos ingresos.
El FMI, asimismo,
seguirá trabajando con sus miembros para aprovechar este esfuerzo. “El FMI también está colaborando con sus países miembros sobre la
posibilidad de un nuevo Fideicomiso de Resiliencia y Sostenibilidad, que podría
utilizar DEG canalizados para ayudar a los países más vulnerables con la
transformación estructural, incluida la confrontación de desafíos relacionados
con el clima”, afirmó Giorgieva.
Otra posibilidad
podría ser canalizar los DEG para respaldar los préstamos de los bancos
multilaterales de desarrollo. “Esta asignación de DEG es un componente crítico
del esfuerzo más amplio del FMI para apoyar a los países durante la pandemia,
que incluye: 117 mil millones de dólares en nuevo financiamiento para 85
países; alivio del servicio de la deuda para 29 países de bajos ingresos; y
asesoramiento sobre políticas y apoyo al desarrollo de capacidades en más de
175 países para ayudar a asegurar una recuperación sólida y más sostenible
", remarcó la titular del FMI.
Menos dependencia
“La asignación de
DEG proporcionará liquidez adicional al sistema económico mundial,
complementando las reservas de divisas de los países y reduciendo su
dependencia de una deuda interna o externa más cara”, afirmó Giorgieva.
Según la titular
del Fondo, los países pueden utilizar el espacio proporcionado por la
asignación de DEG para apoyar sus economías e intensificar su lucha contra la
crisis.
“Los DEG se están
distribuyendo a los países en proporción a sus cuotas en el FMI. Esto significa
que alrededor de 275 mil millones de dólares se destinarán a los países
emergentes y en desarrollo, de los cuales los países de bajos ingresos
recibirán alrededor de 21 mil millones de dólares, lo que en algunos casos
equivale a un 6% del PIB”, precisó la funcionaria.
“Los DEG son un
recurso valioso y la decisión sobre la mejor manera de utilizarlos corresponde
a nuestros países miembros. Para que los DEG se utilicen para el máximo
beneficio de los países miembros y la economía mundial, esas decisiones deben
ser prudentes y estar bien informadas”, advirtió.
Para apoyar a los
países y ayudar a garantizar la transparencia y la rendición de cuentas, el FMI
está proporcionando un marco para evaluar las implicaciones macroeconómicas de
la nueva asignación, su tratamiento estadístico y gobernanza, y cómo podría
afectar la sostenibilidad de la deuda.
El FMI también
proporcionará actualizaciones periódicas sobre todas las tenencias,
transacciones y negociación de DEG, incluido un informe de seguimiento sobre el
uso de DEG dentro de dos años.
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