Domingo
22 - Por Santiago
Reina - A partir de la última licitación del Tesoro y teniendo en
cuenta la desaceleración que mostraron
los precios en julio, y la que se prevé para los próximos meses, comienzan a ganar atractivo estrategias de inversión con mayor
peso de instrumentos a tasa fija. Sin embargo, los especialistas que dialogaron
con Ámbito advirtieron que esta elección sólo puede resultar conveniente para
el corto plazo y en su mayoría recomendaron mantener una porción
importante de la cartera en títulos CER.
Si bien se mantuvo
en niveles elevados, la inflación de julio fue del 3%, la menor desde
septiembre del año pasado. Asimismo, otros indicadores de precios también se
redujeron considerablemente; los precios mayoristas registraron su menor
incremento en 14 meses, mientras que el costo de la canasta básica tuvo su
aumento más bajo en un año.
De acá hasta las
elecciones el mercado prevé que el Índice de Precios al Consumidor (IPC)
crecerá en torno al 2,7%/2,8% mensual. Sin embargo, proyecta una aceleración
una vez sentenciados los comicios, algo que está vinculado al ajuste de precios
relativos que vienen atrasándose como el tipo de cambio, y fundamentalmente las
tarifas.
En este contexto,
algunos inversores ven una oportunidad en la apuesta en pesos a tasa fija pero
sólo en aquellos instrumentos de escasa duración. “Estos inversores se están
volcando por títulos a muy corto plazo, con un máximo de
tres meses, aprovechando la última licitación, en la cual el Tesoro
convalidó una tasa más alta. Esta estrategia es a corto plazo ya que se espera
una baja en la inflación estos meses, pero un repunte el año que viene”,
explicó a este medio Martin Saud, Senior Trader de Balanz.
Con mayor precisión
para quienes opten por este tipo de activos, el analista sugirió el BOTE21, que vence el 4 de octubre y brinda un rendimiento
superior al 43%, y la Letra a Descuento (Lede) del Tesoro
que también caduca en el décimo mes del año.
Por su parte, el
presidente de Wise Capital, Walter Morales, aseguró
que las mejores oportunidades están en los bonos que ajustan por Tasa Badlar ya que considera que el Banco Central no
tiene margen para bajar la tasa de los plazos fijos debido a que provocaría una
intensificación en la dolarización de carteras.
En ese sentido,
Morales recomendó el AA22 y el PR15, que vencen en abril y octubre de 2022,
respectivamente, y actualmente ofrecen un rendimiento anual superior al 46%,
por encima de cualquier bono que ajuste por CER y venza antes de 2023
inclusive.
Además, el experto
también ve con buenos ojos los TO23 y TO26 emitidos por el Gobierno Nacional, con
rendimientos en torno al 50%, y las Letras del Tesoro con plazos más cortos.
"Hasta las
elecciones estos títulos pueden comprimir rendimientos. Ahora la compresión de
tasas tiene un limite y es que la inflación va a continuar siendo alta. Es
difícil que baje del 3% de julio a 2,5%. La desaceleración puede llevarla a
2,75%, lo que nos hace pensar que la compresión de tasas puede llevar a los
bonos Tasa Fija a rendir 45%. Por debajo de este rendimiento, preferimos los
CER. Los que ajustan por Badlar pueden pagar tasa y continuar siendo atractivos
porque tienen una duration de 8 meses", explayó.
Cabe remarcar que
en la última colocación de deuda en pesos, la Secretaría de Finanzas volvió a
poner a disposición de los inversores Ledes, que habían estado ausente en la
pobre licitación anterior. La mejora en los resultados del financiamiento
obtenido fue traccionada justamente por la demanda de la letra más corta (la de
octubre), que concentró el 52% de lo adjudicado.
El economista jefe
de Quinquela Fondos, Rodrigo Benítez, sostuvo que la
elección entre estas letras a tasa fija y aquellas ajustadas por inflación
(CER) depende de la inflación esperada y su comparación con el rendimiento de
las Ledes que se licitaron esta semana.
“Pensando siempre en el corto plazo (octubre – diciembre),
los rendimientos implícitos son muy parecidos. Las Ledes a octubre se licitaron
a una Tasa Efectiva Mensual de 2,86% y la de diciembre a 2,71%. Tomando la
inflación proyectada en el REM, vemos que los rendimientos están muy
arbitrados, ya que la tasa efectiva implícita de los títulos CER sería de 2,83%
hasta octubre y 2,76% a diciembre”,
desarrolló el economista.
Bajo este escenario
de paridad en los retornos, en Quinquela se inclinan por los activos CER ya que
entienden “que se logra una cobertura contra la inflación a un costo cero”.
“Recién cuando se invierten de manera más notoria los rendimientos, podemos
pasar a ponderar diferente los activos a tasa fija”, aclararon.
En la misma
sintonía, el director de Portfolio Personal Inversiones, Santiago Abdala, dijo
que desde la sociedad de bolsa prefieren “conservar la mayor proporción de pesos
en activos que ajusten por inflación, dado que la desaceleración luce
complicada de mantenerse post-elecciones”. Aun así, dijo que activos como el
BOTE21 pueden incorporarse marginalmente en una cartera de corto plazo y con
algo de riesgo.
Con este panorama,
la decisión para el corto plazo no es tan clara, ya que los precios transitan
un sendero descendente y la tasa en pesos comienza a ganar atractivo en
términos reales. Para el largo plazo, parece haber cierto consenso en que hay
una presión inflacionaria por el momento reprimida y que la cobertura en CER es
la mejor forma de prevenirse.
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