Por Francisco Martirena - A pesar de no haber cumplido el anterior “acuerdo no escrito”
alcanzado el año pasado, ahora un
grupo de laboratorios nacionales se comprometió con el Gobierno en que los aumentos de
precios no excederán el índice
inflacionario promedio en lo que resta del 2021.
Fuentes del sector
farmacéutico apuntaron a BAE
Negocios, que tras conversaciones con la secretaria de Comercio
Interior, Paula Español, decidieron
poner tomo tope la inflación mensual, cuando en los meses
anteriores se observaron subas por arriba del IPC difundido por el INDEC.
Otros actores del
sector como el directivo del Centro de Profesionales Farmacéuticos (Ceprofar),
Rubén Sajem, informaron en línea con el compromiso citado que en el transcurso de agosto, los incrementos
son del 3% promedio, con remarcaciones mayores en el segmento de venta
libre que en recetados.
Luego de que
finalizara un "acuerdo no escrito" para evitar subas en medicamentos
esenciales, el Gobierno permitió a los laboratorios que los precios suban
durante el segundo semestre del 2020, aunque debían hacerlo por debajo de la
inflación como condición básica. Sin embargo, nunca el promedio estuvo siquiera
en línea con la inflación sino siempre por encima como viene reflejando este
medio mes a mes.
La industria
farmacéutica argentina tiene una participación del 4,9% en el Producto Bruto
Interno Industrial, da ocupación directa a 43.000 personas y en forma indirecta
a otras 120.000, con 210 laboratorios y 190 plantas manufactureras de las
cuales 160 son nacionales y 30 extranjeras, de acuerdo con datos proporcionados
por CILFA.
Monitoreo
gubernamental
“Hubo un monitoreo de los precios porque hubo
cifras que llamaron poderosamente la atención. Existieron charlas entre la secretaria de Comercio Interior, Paula
Español, y los laboratorios farmacéuticos y ello puede explicar que se nota una
desaceleración”, relataron las fuentes consultadas.
Bajo la misma
tendencia que durante todo el año, los precios de los medicamentos -tanto de
venta libre como recetados- subieron en julio pasado por encima de la
inflación, entre el 3% al 5%, con picos que treparon al 8%.
En el universo de
medicamentos recetados, las variaciones de precios fueron del 4% promedio, y en
cuanto al segmento de venta libre, osciló entre el 3% y 8%. Los incrementos
alcanzaron a los antibióticos, ansiolíticos, sedantes, antiácidos, todos
medicamentos recetados.
Asimismo, hubo
aumentos fuertes en venta libre, mientras que en unidades las ventas se
mantienen respecto del mes anterior como fue mayo, aunque con una facturación
mayor por los incrementos. “En el universo que medimos, con picos que llegan al
8%, vemos el caso de marcas muy conocidas y de las categorías más comunes de
consumo, lo cual es lamentable porque juega el marketing, la confianza de la
gente y el aprovechamiento”, dijeron otras fuentes sectoriales.
De este modo, los
incrementos en los primeros siete meses superan ya el 30%, dejando en claro que
los laboratorios siguen presionando con mayores aumentos por encima de la
inflación general difundida por el INDEC. “Viendo que se trata de marcas muy
conocidas las que remarcan los precios constantemente, parece importante
destacar el rol del PAMI (encabezado por Luana Volnovich), que está ampliando
la entrega de medicamentos con el 100% de descuento», puntualizaron.
Sin embargo, desde
el Ceprofar plantearon como "preocupante" la gran dispersión de hasta
300% entre marcas. En lo que respecta a la venta libre, "las subas pegan
de lleno en estos productos sin descuentos que es lo más complica a la
gente", expresaron desde Ceprofar. En 2020, los precios de los
medicamentos subieron un 40% en promedio en la Argentina, por encima de la
inflación general, lo que marca el nivel de abusos por parte de los
laboratorios.
Si bien los
medicamentos más usados aumentaron 46,1%, para el resto del universo de
remedios las subas rondan el 40%. En las farmacias también indicaron que hay
una gran diferencia entre los precios de medicamentos de distintas marcas con
el mismo principio activo. El costo oscila en antihipertensivos, tratamiento de
enfermedades cardiovasculares, sedantes, entre otros, muchos de ellos
necesarios para tratamientos de enfermedades crónicas.
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