Por Carlos
Burgueño - El flamante secretario de Finanzas, Rafael Brigo, tiene
por delante su primera tarea importante asignada por el ministro de Economía Martín Guzmán:
superar el último bimestre de alto tránsito de vencimientos de deuda en pesos del 2021, luego
del traspié de la primera semana de este mes, donde Economía sólo logró renovar
el 65% de la deuda.
La misión de Brigo
no será fácil. Pero si la completa exitosamente, podrá mejorar sensiblemente el
panorama fiscal y financiero del Gobierno hasta fin de año. No es poco. Si se
supera exitosamente la barrera de septiembre y octubre; Alberto Fernández llegará
a diciembre con el panorama de vencimientos en pesos despejado. Teniendo
en cuenta que contará con los DEG del Fondo Monetario Internacional (FMI) en
cartera para cerrar el cronograma de pagos en dólares sin sobresaltos; será
fundamental la misión de completar la obtención de los fondos necesarios para
afrontar los vencimientos en pesos de los próximos dos meses.
El principal
compromiso en pesos para septiembre y octubre es lograr financiamiento para
poder cubrir los dos pagos de los ARS de 284.000 y 297.000 millones de pesos
respectivamente; a los que habrá que sumar las letras de corto plazo que se
emitirán en las próximas semanas dentro del cronograma ya preestablecido. En
total, como mínimo, Brigo deberá conseguir unos $600.000 millones en dos meses.
Como piso. Teniendo
en cuenta que la semana pasada Economía tuvo un cierto traspié al renovar sólo
el 65% de los pagos a refinanciar en agosto, al colocar deuda en pesos por
146.345 millones, frente a un volumen de vencimientos por $224.000 millones. Quedaron
así sin renovar unos $ 77.500 millones que debieron ser igualmente cancelados
el jueves de la semana anterior, con giros desde el Banco Central. El próximo
mes y en octubre el desafío por la caída de los vencimientos de renta fija es
aún peor, y Economía deberá agudizar la estrategia financiera para no repetir
la experiencia gris de la semana pasada.
Mientras tanto se
mantendrá el acuerdo de caballeros no escrito entre Economía y los grandes
fondos de inversión que aún mantienen posiciones en pesos, por el cual se
mantendrá la ventana abierta para que estos puedan salir de sus papeles en
moneda local y cambiarlos por dólares en el mercado financiero. Hasta julio, y
durante todo 2021, Economía había podido renovar largamente superando la
demanda a la oferta de deuda, todas las colocaciones de títulos públicos y
Letras que se ofrecían al mercado; controlando así las posibles presiones sobre
la divisa y manteniendo en moneda local las emisiones de deuda. Aún en términos
nominales abultados.
Sin embargo la
semana pasada se consideraba tanto desde el oficialismo económico como la
mayoría de los operadores privados, que la operación del martes era complicada
por el gran número de pesos que debía conseguir Economía, pero se pensaba que
se lograría la renovación total de la deuda. Más teniendo en cuenta que la
operación anunciada representaba una emisión del tipo “dólar linked”. Esto es,
que el operador tiene cubierta la tasa de interés atada a una eventual
devaluación de la divisa oficial, algo que desde el gobierno se rechaza casi
como religión. Pero que si hubiera aún dudas, el título cubriría ese miedo. Aún
así el mercado, al menos en parte minoritaria pero importante, desconfió.
Economía deberá pensar ahora como enfrentar los vencimientos de los ARS
de septiembre y octubre, para prepararse luego para la prueba de fuego de
noviembre. Ese mes vence el último gran papel en pesos el poder de PIMCO. Se
trata del Bono del Tesoro Nacional (BOTE) colocado bajo el esquema dólar
linked, y que alcanza los u$s1.766 millones. Todos confían en que el pacto de
caballeros continuará.
|