Por Liliana Franco - La Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, presentó este lunes su propuesta para una asignación general de Derechos Especiales de Giro (DEGs) a la Junta de Gobernadores para su aprobación antes del 2 de agosto, según informó el organismo. Se trata de una ampliación de 650.000 millones de dólares del capital del Fondo que recibirán todos los países miembros y de los cuales a la Argentina le corresponden aproximadamente unos 4.300 millones de dólares. El aporte reviste importancia en momentos en que son escasas las reservas en poder del Banco Central y cuando se acercan importantes vencimientos de la deuda externa precisamente con el FMI. La propuesta de Giorgieva sigue a la discusión de la Junta Ejecutiva sobre la asignación general de DEG del 25 de junio y su apoyo formal a la propuesta el 8 de julio. Está previsto que la Junta de Gobernadores vote la propuesta antes del 2 de agosto. Para que esta sea efectiva se requiere que el apoyo de los países miembros alcance una mayoría del 85%. Una vez aprobada, anticipa el comunicado del Fondo, se espera que la asignación se implemente a fines de agosto, según informó el comunicado del Fondo. “El tema con el FMI está encaminado” así le aseguró el ministro de Economía, Martín Guzmán tanto al presidente Alberto Fernández como a la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner, de acuerdo a información que pudo acceder Ámbito. Si se piensa que estas palabras significan que se podrá alcanzar un nuevo acuerdo con el organismo multilateral antes de las elecciones, fuentes tanto en Washington como locales confiesan que no lo ven tan próximo. Desde el Fondo se insiste en que las “conversaciones continúan, que son constructivas y que hay buen dialogo” pero hasta el momento no se han anunciado avances concretos. Inflexible (subtítulo) El problema es que a medida que avanza el tiempo se acercan importantes vencimientos con el FMI y no existe la posibilidad de una postergación en los pagos, como recientemente resolvió el Club de París, ya que el Fondo no tiene en sus estatutos esta posibilidad, según se señala desde Washington. Cabe recordar que en el segundo semestre el país acumula vencimientos por unos 4.500 millones de dólares en momentos en que las reservas netas rondan los 8.000 millones de dólares, según cálculos de las consultoras privadas (equivalentes a menos de dos meses de importaciones). Peor es el panorama para el año próximo cuando vencen unos 19.000 millones de dólares de los cuales 4.000 millones deberán pagarse en el primer trimestre. Para lograr la refinanciación del capital e intereses de la deuda con el FMI, el Gobierno debería firmar con el organismo un nuevo programa en el marco de un acuerdo de Facilidades Extendidas, cuyo plazo se extiende a diez años. Este tipo de acuerdos establece que el país debe formular un programa donde establece cómo hará para solucionar sus desequilibrios macroeconómicos con el objetivo de crecer (y también garantizar el repago de las acreencias). Más allá de que lo sugiera el Fondo, el país deberá enfrentar una serie de reformas estructurales, como por ejemplo, el tema previsional y laboral. De acuerdo a la consultora Eco Go, son menos de 9 millones los trabajadores formales pero solo 5,9 millones trabajan en el sector privado, en tanto el resto son empleados públicos. Argentina hace más de 10 años que no crea empleo en el sector privado y, los distintos representantes empresarios, suelen señalar como los escollos tanto el tema impositivo como laboral. Desde el Gobierno oficialismo se señala que una reforma laboral o impositiva “es impensable en medio de una campaña electoral”. En el círculo más cercano a la señora de Kirchner se afirma que un acuerdo con el Fondo “no se puede pagar a costa de que la gente la pase mal, primero tenemos que atender las necesidades de los argentinos, para eso nos eligieron, después vemos. El FMI puede esperar.” Es que piensan, además, que el FMI es “corresponsable” del abultado endeudamiento en que incurrió la administración de Mauricio Macri, -dicen que “le financió la campaña”- y que firmó pagos por 40.000 millones de dólares en dos años, “una cifra imposible de cumplir”. En paralelo, analistas de los bancos internacionales recuerdan que el kirchnerismo nunca rompió su relación con el Fondo. De ahí que consideren como una alternativa altamente probable que se utilice la ampliación de los DEG que recibirá el país para cubrir los vencimientos con el FMI en lo que resta del año y así continuar negociando. Los analistas señalan que todo indica que las negociaciones serán complejas y sin que se pueda lograr una resolución inmediata. Precisamente en este contexto es que se interpreta la decisión de la Comisión Nacional de Valores y del Banco Central de restringir la operatoria con dólares paralelos, anticipando que las dificultades de acceso al financiamiento externo seguirán siendo la norma.
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