Por Hugo Alconada Mon - La Justicia decretó la quiebra de la empresa Correo Argentino SA, de la familia Macri, que fue concesionaria del servicio oficial de correos hasta 2003. La jueza Marta Cirulli ordenó el embargo de todas sus cuentas, como paso previo para liquidar sus activos para pagar sus deudas, estimadas en $1000 millones, según la propuesta de pago que había hecho el grupo, rechazada por el tribunal. La sentencia, dijo la firma, es “la peor de las arbitrariedades”, es “un paso hacia la Argenzuela” y confirma “los atropellos, la corrupción y la venganza” alertados por el expresidente Mauricio Macri. Veinte años después de iniciado el concurso de acreedores, la Justicia decretó la quiebra del Correo Argentino SA, empresa icónica del grupo Macri. Ordenó la inhibición general de la compañía y el embargo de todas sus cuentas, cuyos fondos quedaron a partir de ese momento bajo control de los tribunales, como paso previo a iniciar la liquidación de todos sus activos para pagar sus deudas. La jueza en lo Comercial Marta Cirulli también dispuso la prohibición de salir del país a los directivos de la empresa. Lo ordenó tras concluir que el Grupo Socma no alcanzó las mayorías requeridas entre sus acreedores para sellar un acuerdo que le permitiera salvar a la empresa. Su quebranto, por tanto, era “la única forma legal posible, sin ningún margen de duda”, escribió. Cirulli compartió así los criterios de la fiscal en lo Comercial Mónica Mauri; de la fiscal general del fuero, Gabriela Boquín, y del procurador general del Tesoro, Carlos Zannini; como también de la AFIP, que coincidieron en que debía ordenarse la quiebra de la empresa. Para el Grupo Socma, la decisión judicial representó una nueva muestra de lo que considera una persecución política orquestada por las máximas autoridades del Gobierno –bajo órdenes de Cristina Kirchner– contra el expresidente Mauricio Macri y sus familiares directos. “El Gobierno busca venganza y tiene como objetivo a mis hijos”, había afirmado anteayer el exjefe del Estado, en una carta en la que sostuvo que “la Justicia está manipulada” por Zannini, al punto de haber rechazado el último intento que el Grupo Socma presentó en tribunales, que ofreció pagarles el 100% de lo adeudado a sus acreedores privados. En esa misma línea, la empresa afirmó ayer en un comunicado que la sentencia es “la peor de las arbitrariedades”, se trata de “un paso hacia la Argenzuela” y confirma “los atropellos, la corrupción y la venganza” alertados por Macri. “Hoy es un día nefasto para la justicia comercial argentina”, concluyó la compañía. Sin extensión de la quiebra Al declarar la quiebra del Correo Argentino, sin embargo, la Justicia no ordenó extender el quebranto al holding controlante, el Grupo Socma, pero sí estimó que existían “dudas razonables sobre la capacidad de pago” del Correo para cumplir con su propuesta de devolverles el 100% de lo adeudado a sus acreedores que había presentado semanas atrás. “La conducta desplegada por la deudora a lo largo del dilatado trámite concursal no auspicia –desde la perspectiva del acreedor– la necesaria confianza en el cumplimiento fiel de lo prometido, tanto más frente a la falta de concreción definitiva que ha caracterizado sus sucesivos ofrecimientos”, explicó la jueza Cirulli en su resolución, de 44 fojas, en la que remarcó que buscó explayarse en términos sencillos para colaborar con el “lector común”. “A ello se une que la concursada [por el Correo] no tiene actividad comercial, se encuentra en una situación ruinosa, en los términos informados tanto por la sindicatura controladora, como por la señora interventora y el estudio evaluador, sin poder afrontar mínimamente sus ahora reducidos gastos ordinarios –que se satisfacen mediante donaciones societarias– y con un desmesurado pasivo concursal y posconcursal”, abundó la magistrada. Por el contrario, la jueza consideró entendible que el Estado plantee dudas sobre la verdadera capacidad de cumplimiento de la empresa. Por eso mismo dijo: “Concluyo que no hay elementos en la causa […] que permitan considerar al proceder del Estado nacional como actuación concursal jurídicamente reprochable”. Para los Macri, la quiebra del Correo Argentino SA significa un duro traspié, que buscaron evitar hasta el final. Su último intento se frustró el viernes, cuando la Cámara de Apelaciones rechazó, en muy duros términos, que el expediente se enviara a la Justicia porteña. El holding familiar recurrirá ahora a la Cámara, mientras que también procura acceder a la Corte Suprema.
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