Sábado 3 - Por Javier Blanco - Las cada vez más intensas intervenciones oficiales en el mercado no logran disimularlo: la presión dolarizadora está de regreso y puso en alerta al Gobierno. Tanto, que el presidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Adrián Cosentino, pidió anteayer a los agentes de bolsa y operadores que “dejen de pulsear contra el Banco Central” cuando interviene para controlar los precios de los “dólares financieros”. La jornada que cerró la semana mostró en el arranque subas significativas enelCCLy en el dólar MEPo Bolsa. Pero, con las ventas de bonos por parte del Gobierno, los precios finales cedieron a $166,40 el CCL y a $166,35 el MEP. Las cada vez más intensas intervenciones oficiales en el mercado ya no logran disimularlo: la presión dolarizadora está de regreso y puso en alerta al Gobierno, que sabe que es una mala noticia cuando está a semanas de arrancar el cronograma que desembocará en las próximas elecciones parlamentarias. ¿Las pruebas? Por un lado, el arranque muy firme que volvieron a tener en la jornada de ayer los denominados “dólares financieros”, categoría que incluye tanto al contado con liquidación (CCL) como al MEP o Bolsa, es decir, las dos maneras posibles de convertir pesos en dólares apelando a la compraventa de activos con cotización bursátil. Por otro lado, esto ocurre apenas unas horas después de una gestión que encabezó el presidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Adrián Consentino, para pedirles a los agentes de bolsa y operadores que “dejen de pulsear contra el Banco Central” cuando interviene- vendiendo básicamente Global 30- para tener bajo control los precios de estos tipos de cambio. Un pedido que terminó de “blanquear”, por si hiciera falta, que esa entidad es la principal encargada de la tarea. La jornada que cerró la semana mostró en el arranque subas de hasta 2,7% en el CCL -llegó a superar los $171-, que venía de bajar a $166,41 tras otra intervención oficial récord anteayer. También exhibió un avance de 1,4% en el MEP, que tocó los $167,97, $2,20 por encima de su cierre previo. Luego las sostenidas ventas de bonos por parte del Gobierno los hicieron retroceder a $169,97 y 167,97 en promedio hacia media rueda y marcar precios finales de $166,40 (casi sin variación) al CCL y de $166,35 ( 0,3) al MEP, es decir, quedaron casi igualados aun cuando la primera de esas operaciones supone una liquidación externa (podría decirse que se subsidia la “fuga” de capitales), repitiendo así lo sucedido en las últimas ruedas, aunque sea difícil lograr tapar el sol con las manos. En el mercado hacen cuentas y concluyen que la intervención del BCRA promedió en las últimas ruedas los US$15 millones, por lo que se estima que cerró la semana sacrificando en total unos US$60 millones. La cuestión es que la presión dolarizadora se hizo tan notable que llevó en las últimas 48 horas a la conducción de la CNV le tocó intentar una gestión disuasiva en una tanda de reuniones con operadores agentes de liquidación y compensación (ALYC), aunque los asistentes se fueron de ella con un temor: que desde allí se vuelva a intentar aumentar los plazos de tenencia de los activos involucrados o se establezcan más restricciones por volumen (cupos) a la operatoria para controlar las cotizaciones. Contra los molinos de viento Hay que recordar que, al convertir el cepo en supercepo desde mediados de septiembre del año pasado, tanto el BCRA como la CNV habían ampliado hasta los 15 días, en algunos casos, los plazos para esta operatoria. Fruto de eso fueron los máximos de $195, $181,83 y $171,90 que tocaron el blue, el CCL y el MEP, respectivamente días después, ya durante octubre pasado. “Hoy en el arranque ya el MEP quedó a apenas a 2,5% de aquel récord”, apuntó el analista financiero Andrés Reschini. Aquel descalabro propició días después la intervención del ministro de Economía, Martín Guzmán, para desautorizar parte de lo actuado e impulsar un recorte hasta los tres días a la permanencia mínima exigida entre compra y venta de un título (en enero se redujo a 24 horas) y volver a permitir la operación con no residentes, que había quedado bloqueada. “En las últimas semanas se ha observado un deterioro de las expectativas que no se condice con el proceso de normalización que se ha venido llevando adelante, por lo que se decidió reordenar distintos aspectos normativos que afectan la operatoria en el mercado”, explicó entonces. Por el momento, al menos en las reuniones entre operadores y autoridades -según pudo reconstruir la nacion-, no se habló de ninguna medida en ese sentido ni se plantearon hipótesis sobre otras. “Fueron reuniones con fines persuasivos”, coincidieron en describir los participantes tras pedir anonimato. Para los analistas será como luchar contra molinos de viento si no cambian las expectativas. “La presión va a seguir en tanto no haya un plan económico que genere confianza. Las gestiones oficiales son como el intento por bajar la carne. Por más que marquen el precio de los financieros al cierre, durante casi toda la rueda -cuando se cursa el grueso de la operatoria- estuvieron arriba”, recuerda Reschini en alusión al limitado alcance de las intervenciones, que sólo sirven de difundir precios de cierre pero no cambian los precios pactados en la rueda. Por lo pronto, ayer se agregó otro síntoma dado que registró un nuevo rebote del dólar en el mercado paralelo, donde sumó un peso por segundo día seguido para quedar en $170 para la venta. A ese valor cerró igualmente la primera semana en baja desde abril, dado que venía de marcar $174 el viernes previo. |