Sábado 3 - Apatía sería el término que mejor ilustra el sentimiento de inversores y operadores. No significa que no sigan “hambrientos” de negocios y ganancias rápidas sino que todo es de cortísimo plazo, no más allá de la semana que viene, para sintetizar. A la hora del día están los cabildeos vinculados con el mercado financiero e incluso la economía real, intentando frenar todo tipo de alocados proyectos de ignotos diputados para implementar más controles y regulaciones, como reciente caso de un registro para el sector asegurador. Ni que hablar cuando se escuchó la idea de aplicar otra ronda del impuesto a la riqueza o el ruido generado por una iniciativa tendiente a eliminar de la renta financiera instrumentos como los plazos fijos en pesos ajustables, ON, fondos comunes, pero trae una cláusula anti-elusión por la cual obliga a retener 9 meses el instrumento financiero para la exención de Bienes Personales, no de Ganancias, pero la ley regiría desde 2021. Mientras tanto en el mundo, los inversores debaten los riesgos y el impacto de la variante delta del covid-19. A nivel local, a pesar de que aún ni se conocen quiénes competirán en las próximas elecciones, comenzaron a revolear encuestas para todos los gustos. Flaco favor vino a hacer el extitular del BCRA, Juan Fábrega, al hablar de que vendrá una, pequeña, devaluación poselecciones. Quizás olvidó su propia experiencia cuando de la noche a la mañana decidió devaluar tras las legislativas en enero 2014. Por lo pronto, los ojos del mercado ya están de vuelta en la brecha. Al respecto, según sondeos sojeros, la mayoría de los productores optaría por salir del silobolsa, o sea, vender y dolarizarse. Todos preparados para lo que viene en materia de vencimientos de deuda en pesos. Clave para que el Tesoro no tenga que pedirle asistencia al BCRA, que dicho sea de paso, como ya señaláramos semanas atrás, ya comenzó a girarle fondos. A Guzmán ya le dicen el “Toto Caputo de la deuda en pesos” por los billones que colocó desde que llegó al Ministerio, e ironizan, menos mal que no tiene acceso a Wall Street. De ahora en más, con un ojo puesto en las reservas del BCRA y otro en el nivel de roll-over de los vencimientos en pesos. Sin duda, como dice un influyente economista, se viene un segundo semestre en el que se mueve el avión y el BCRA deberá vender reservas. Y cuidado, como advierten los más avezados que no hay mucha cuerda para tirar, hay menos de u$s7.000 millones de reservas netas y poco más de u$s2.500 millones de reservas líquidas. Las mejores estimaciones sobre el nivel de intervención del BCRA con bonos en el CCL hablan de unos 10 palos diarios. Parece que los de Reconquista al 200 están un poco ansiosos ¿o presionados? Lo cierto que el trayecto hasta las PASO y las legislativas es muy largo. Hay que guardar las balas para cuando aparezcan los tigres de verdad. No hay que gastar pólvora en chimangos. ¡Y mejor que lleguen a tiempo los nuevos DEG! para poder cancelar lo del Fondo. Y hablando del creciente pánico por la variante delta, que supone preparar el escenario para otro bloqueo e incluso más estímulos, trajo cierto alivio un informe del estratega global del JPMorgan, Marko Kolanovic, quien analizó la progresión de nuevos casos y muertes en los 15 países más afectados por la delta durante el último mes y vio que en 10 de 15 países los casos disminuyeron, y en 13 de 15 países las muertes disminuyeron a medida que la variante delta aumentó la proporción de nuevas infecciones. Kolanovic concluye que la propagación de la variante delta coincidió en promedio con una mejora de la situación general del covid-19 en los países afectados. Y concluye que la variante delta no debería tener repercusiones significativas en los mercados desarrollados, sobre todo en aquellos con un fuerte progreso en la vacunación, debido al nivel de inmunidad de la población y, por lo tanto, el posicionamiento en los mercados no debería ser impulsado por esta o cualquier otra variante posterior de covid-19 para la cual las vacunas actuales son efectivas. Veremos.
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