Por Javier Blanco - La tercera sería la vencida. El martes Morgan Stanley Capital International (MSCI), entidad que elabora índices generales para categorizar a los distintos mercados del mundo, volverá a evaluar la calificación del mercado bursátil argentino. Esto se da tras las revisiones que llevó a cabo meses antes y después de las últimas elecciones por el giro que dio el país de políticas que permitían el libre movimiento de capitales a otras que volvían a restringirlos. Los analistas esperan que, tras haber mantenido tanto en noviembre de 2019 como febrero de 2020 la categoría “emergente” –a la que había regresado en 2018–, esta vez se oficialice un “descenso” que lo devuelva a mercado “de frontera”. En especial, porque tras la última revaluación MSCI había advertido que seguir siendo “emergente” dependía de que se flexibilizaran o removieran los controles cambiarios, que a esta altura no sólo persisten sino que se intensificado desde hace ocho meses y medio. De allí que, entienden, la suerte está echada y la “tercera” será la vencida. Paradojalmente explican que ese inminente “descenso” habría ayudado al mercado a rebotar con fuerza en las últimas semanas por razones técnicas. Básicamente, porque la Argentina pasaría de tener una baja ponderación en el índice emergente a tener una bastante más importante en el de “mercados fronterizos”, algo que se fortalecería además por ser uno de los pocos de la región en esa categoría. Eso llevó a que los grandes fondos de inversión globales especializados en inversiones de riesgo, lanzados a la caza de mejores retornos en un mundo en que las tasas bajas son lo usual por la hiperliquidez derivada del modo en que los distintos países y áreas económicas encararon la salida de sus últimas crisis, a posar su mirada sobre los activos locales para anticiparse a este cambio de categoría. Y provocó una recuperación de acciones y bonos argentinos que se mantiene en la fecha. “La reclasificación será un hecho la semana entrante porque la Argentina no mejoró en cuanto a los controles de capital y las limitaciones para el giro de dividendos al exterior, dos aspectos básicos para ser considerados emergentes”, explicó el economista Gustavo Neffa, de Research for Traders y Fin Gurú. “Lo que se lee de la mayor demanda focalizada en los principales ADR’S es que el mercado descuenta una recategorización”, coincidió Christian Reos, jefe de estrategias de Allaria Ledesma. “Se está viendo un reacomodamiento de las carteras internacionales básicamente relacionado con lo que implicaría ese cambio dado que en el índice emergente la Argentina representa muy poco, pero en el de frontera [aunque es un índice menor] ponderaría mucho más”, explicó. Como “emergente”, la Argentina forma parte de un club en que se encuentran economías más importantes y estables, como China, India, Corea del Sur, Emiratos Árabes Unidos o Polonia, y que también incluye a Chile, México, Brasil, Colombia y Perú, entre los países de la región. ¿El vector de la remontada? Si MSCI decidiera relocalizarla como mercado de frontera pasaría a ser parte de una membresía de la que son parte muchos países d eáfrica (Nigeria, Túnez, Kenia, etc.), Asia (Bahrein, Jordania, Omán, Vietnam, etc.) y Europa del Este (Serbia, Eslovenia y Rumania, entre otros). En ese índice fronterizo se estima que la Argentina podría aspirar a una participación similar a la de Vietnam (31%) o algo menor, pero por encima de la que detenta Marruecos (13%), lo que obliga a los fondos de inversión que suelen replicar con sus carteras esas ponderaciones a sumar “riesgo argentino”. Para el economista Mauro Mazza, estratega de Bull Market, no hay duda que esa reorganización de carteras fue la que impulsó la recuperación de los activos argentinos. “Por extraño que parezca, para el mercado fue una buena noticia”, sostuvo. Según los analistas de Cohen, la recuperación fue ayudada además el reflujo general de fondos hacia mercados emergentes verificado en las últimas semanas. “Los activos argentinos, más en renta variable que en bonos, se subieron a esa ola y también operaron al alza”. Por efecto derrame, el índice S&P Merval de Byma potenció el rebote iniciado a mediados de mayo y superó ayer por primera vez la barrera de los 62.600 (quedó en 62.659) alcanzando además un máximo en el año valuado al dólar CCL ($167,05 de ayer) de 375 puntos (había cerrado 2020 en 365). Y la tasa de riesgo país perforó los 1500 puntos al caer otro 1,4% y cerrar en 1480, menor nivel desde mediados de febrero. |