Por Inés Beato Vassolo - Las medidas del Gobierno contra los efectos de la pandemia de Covid-19 fueron el foco de las protestas de los manifestantes que se expresaron ayer en distintos puntos del país. En el Obelisco, frente a la quinta presidencial de Olivos, en distintas ciudades bonaerenses y en capitales del interior se hizo sentir el malestar por la falta de vacunas y la suspensión de las clases presenciales, entre otras demandas contra el Gobierno. #25M Revolución Por La Libertad fue uno de los hashtags a través de los cuales se difundió la convocatoria en las redes sociales, y consignas como “no a los superpoderes” y “sin justicia no hay república” se podían ver en algunos carteles en Mar del Plata, Bahía Blanca, Rosario, Mendoza, San Miguel de Tucumán, Córdoba y San Carlos de Bariloche. Casi sin la presencia de agrupaciones políticas, hicieron notar su presencia comerciantes, dueños de bares, restaurantes y gimnasios afectados por el cierre de la actividad. El Obelisco porteño, la quinta de Olivos y distintas ciudades del interior del país fueron ayer el escenario de una nueva protesta de alcance nacional contra las restricciones que decidió el gobierno ante la segunda ola de la pandemia de coronavirus, la escasez de vacunas y la suspensión de las clases presenciales, entre otras demandas contra la administración del presidente Alberto Fernández. En esta oportunidad, la protesta se sintió más en ciudades bonaerenses como Mar el Plata, Bahía Blanca y La Plata; en Rosario, Mendoza, San Miguel de Tucumán, Córdoba y San Carlos de Bariloche, que en el tradicional epicentro de las manifestaciones, en territorio porteño. Los manifestantes volvieron a elegir un día patrio para movilizarse .“#25M Revolución Por La fue uno de los hashtags a través de los cuales se difundió la convocatoria en las redes sociales. Pasadas las 16, comenzaron a frenar autos sobre la avenida 9 de Julio y aparecieron los redoblantes, las banderas argentinas y los carteles. “No a los superpoderes”, “sin justicia no hay república”, se pudo leer en algunos letreros. A diferencia de otros banderazos y movilizaciones organizadas en cuarentena, en el llamado de ayer se involucraron pocas agrupaciones y partidos políticos. “Vamos a marchar cada uno por nuestra cuenta, no como espacio”, advirtieron a la desde Acción Conjunta Republicana, nacion una de las organizaciones que suele encabezar los reclamos. Los referentes del grupo estuvieron presentes en la movilización, pero optaron por no plantar banderas para evitar ser asociados a líderes políticos y encabezar un reclamo “más genuino”. La excepción fue el espacio Nueva Centro Derecha, cuyos militantes montaron un escenario sobre la avenida Corrientes, a los pies del Obelisco, para que tocaran bandas de música y se presentaran oradores. “No estamos en contra de las vacunas ni de los protocolos, pero sí de las medidas dictatoriales de este gobierno”, indicaron en el espacio, en diálogo con la nacion, y agregaron: “No pertenecemos a ningún partido, pero intentamos nuclear a todos los movimientos de centroderecha, como el Partido Libertario y Republicanos Unidos”. El movimiento está liderado por Pablo Martín Allende, Hernán Carrol y Maximiliano Glujoy, entre otros referentes; son seguidores del economista Javier Milei y de la presidenta de Pro, Patricia Bullrich. Carrol fue uno de los primeros oradores en pronunciar su discurso. “Hay que salir a la calle y exigirle al Presidente que respete la Constitución y pedir por una Justicia autónoma. Hay que exigirle la renuncia a Alberto Fernández, que está manchando el sillón de Rivadavia con vacunas robadas” indicó, con el aval y aplauso de los presentes. A pocos metros del escenario, se manifestaban dueños de gimnasios. Entre ellos, Pablo Speroni, quien dijo a este medio que la situación “es insostenible”, ya que cerró las puertas de sus cinco locales durante el 2020, y ahora lo tuvo que volver a hacer. “No me perdonan impuestos, ABL, nada”, reclamó. Speroni se diferenció de las cadenas de gimnasio que tienen adherentes en la modalidad de débito automático y continuaron con las prácticas en las plazas de la Ciudad. Él sostuvo que no puede hacerlo. “Cobramos la cuota cada mes, no tenemos estructura para montar todo en la plaza. Si van a cerrar lo que me nos da de comer, que cierren ARBA, AFIP, todo lo que nos cobran”, concluyó. Otro reclamo que inició hace tiempo y persistió en la tarde de ayer fue el de la presencialidad de las clases. Guadalupe Reynal, de 20 años, se acercó a la marcha con dos amigas para pedir al Gobierno la apertura de los colegios. “Me parece bien que nosotras no podamos salir, pero tengo hermanos chicos, en la primaria y la secundaria, que necesitan volver a clases. Lo están pasando muy mal en casa”, expresó. Interior del país En la ciudad de Córdoba, la marcha fue impulsada por una multisectorial que repudia el regreso a la fase 1. Dueños de bares, gimnasios y restaurantes insistieron en que “no resisten más” y “quieren trabajar”. El Ministerio de Seguridad provincial endureció los controles en los puentes y avenidas de acceso al centro para limitar la expansión de la marcha. En San Miguel de Tucumán el reclamo de los manifestantes fue el mismo: poder trabajar. Bajo esta premisa, cientos de personas se congregaron en las inmediaciones de la plaza Urquiza y frente al domicilio del gobernador Juan Manzur, en la localidad de Yerba Buena. También en Catamarca, cientos de comerciantes expresaron estar “quebrados” tras las duras restricciones que el gobernador Raúl Jalil lleva impuestas con anterioridad a las dispuestas por la Nación. Para los santiagueños, movilizarse no fue fácil. Un pequeño grupo de gastronómicos intentó marchar en la capital pero fue dispersado por la policía. Algunas personas intentaron resistir al desalojo, pero al menos cinco fueron detenidas. (* )Con la colaboración de los corresponsales. |