Por Juan Strasnoy Peyre - El Gobierno buscará cerrar con la licitación de hoy el rollover de la deuda en pesos de mayo y hacerse de un fondeo extra que le permita cubrir parte del déficit fiscal sin acrecentar la asistencia monetaria. Superado este mes, con un junio de menor carga de vencimientos, la Secretaría de Finanzas ya planifica la estrategia con la que enfrentará un exigente tercer trimestre en el que expirarán alrededor de $1,3 billones. El mayor desafío lo traerán julio y agosto, con una concentración de pagos por casi $1 billón, que corresponden en su mayoría a dos títulos CER (atados a la inflación). Para sortear esos compromisos y sostener el programa financiero, una de las claves será evitar que se incremente en las próximas semanas el costo de financiamiento del Tesoro. A la luz de la experiencia de la corrida de 2020, los analistas advierten que una de las claves pasará por las expectativas de devaluación y por evitar que la brecha cambiaria se dispare. El 22 julio vence el Boncer TC21P y el 5 de agosto, el TX21. Según datos de Finanzas, tienen un valor nominal actual de $272.056 millones y $336.121 millones, respectivamente. En principio, la expectativa es que el Gobierno busque refinanciarlos con otros títulos que ajusten por inflación que, producto de la aceleración del IPC, fueron los más atrayentes en las últimas licitaciones del Ministerio de Economía y en general acumulan importantes subas a lo largo del año. Si bien evitaron adelantar la táctica que desplegarán de cara a ese momento, fuentes del equipo financiero de Martín Guzmán señalaron ante la consulta de Ámbito que los instrumentos con ajuste CER resultan atractivos para los inversores. “No nos sentimos incómodos con eso si no hay una alta sobretasa. Ya estamos pensando en julio y agosto; lo importante es mantener la flexibilidad de instrumentos y tasas”, plantearon. En la última colocación, Finanzas convalidó una tasa real del 1,57% para una Lecer a nueve meses, del 2% para una Lecer a un año y del 3,4% para el Boncer TX23 a 22 meses. Se trata de rendimientos en línea con el mercado secundario. En esa clave, un informe de la consultora PxQ, del exviceministro de Economía, Emmanuel Álvarez Agis, advirtió que para el Gobierno “es vital” llegar al tercer trimestre “con la brecha controlada”. Según su análisis, esto sería fundamental para evitar que se repita la dinámica de octubre de 2020, en el pico de la corrida cambiaria, cuando la brecha (entre el CCL y el mayorista) se disparó hasta el 132%. “Esto produjo un contagio en los rendimientos de los bonos CER cortos que llegaron a rendir 9,5% más CER. Claramente el Tesoro no convalidó esas tasas y tuvo que optar por otros instrumentos para captar pesos del mercado”, planteó el estudio. En aquel mes apeló a los bonos dólar linked para fondearse ante las elevadas expectativas de devaluación. En la licitación del miércoles pasado, Finanzas volvió a ofrecer estos títulos atados al tipo de cambio oficial pero concitaron menor interés por parte de los inversores producto de la política de ancla cambiaria desplegada por el Central. “Hoy los títulos a un año cotizan entre 1,7% y 2% más CER con la brecha en 70%. Un crecimiento de la brecha complicaría el refinanciamiento de los pesos que, para un mismo nivel de déficit fiscal, debería financiarse con emisión monetaria que iría a retroalimentar la brecha. Para evitar ese círculo vicioso y no elevar la tasa de interés en pesos a niveles que sean percibidos como insostenibles, la única opción es bajar la brecha, ya sea con dólares o con una mejora de las expectativas”, afirmó PxQ. En lo que va del año, la brecha osciló en torno al 60 y 70%, con un mercado que en mayor medida “compró” la estrategia de ralentización del ritmo de suba del dólar oficial (al menos hasta las elecciones) en el marco de una paulatina recomposición de las divisas del BCRA gracias al boom de liquidaciones que generó la soja récord. Con las nuevas restricciones producto de la segunda ola de la pandemia, se reavivó una mayor presión sobre los dólares financieros y forzó al Central a intervenir con decisión para evitar grandes saltos. Con todo, el contado con liquidación subió 2,3% durante la semana y el dólar MEP, 2,7%. Aun en este contexto, el Gobierno procura extender la prudencia fiscal y monetaria que caracterizó el primer cuatrimestre (déficit primario de 0,2% y asistencia del BCRA al Tesoro de 0,5% del PBI, con contracción real de la base monetaria) con la intención de evitar que una mayor inyección de pesos en la economía vaya a los dólares paralelos. Si bien amplió las medidas asistencia de asistencia, por ahora podrán ser cubiertas por los ingresos extra del Aporte de las Grandes Fortunas y las retenciones, consideran. Además, en el equipo económico afirman que tienen herramientas como para contener eventuales presiones. El BCRA incrementó sus reservas en u$s2.130 millones en lo que va del año y, junto con el FGS de la ANSES, tienen amplio poder de fuego en bonos (cercano a los u$s8.300 millones) para intervenir en el mercado del CCL, como contó este diario. |