Por Javier Blanco - Urgido por la necesidad de dar señales de calma –ahora que amenaza con reinstalarse un clima de zozobra cambiaria–, el Ministerio de Economía replanteó su estrategia financiera para tratar de cerrar hoy el mes de abril con una buena colocación de deuda en pesos. Para eso, deberá aceptar un regreso al cortoplacismo e incluso al pago de tasas de interés superiores a las que venía pactando previamente. Es el dato central que trae el llamado a licitación que lanzó anteayer para colocar hoy cinco letras del Tesoro en busca de captar al menos $110.000 millones del mercado. Serán dos a descuento (Ledes), dos más a tasa variable ajustable por la de pases a 7 días del Banco Central (Lepase) y otra atada a la inflación (Lecer). Así, el ministro Martín Guzmán parece querer mostrarle al mercado que hará lo posible para bajar su dependencia del financiamiento monetario, que el mercado asocia con mayor inflación. La convocatoria trae varias novedades consigo. La Secretaría de Finanzas, que conduce Mariano Sardi, no solo desempolvó dos títulos de vencimiento muy corto (en apenas 61 días), sino que además ofrecerá tres instrumentos sin precio base, lo que supone una flexibilización respecto de las tasas que podría convalidar. Además, subió el piso de las letras (Ledes) y Lepase por vencer a fin de octubre, lo que lo llevaría a convalidar tasas por arriba del 40% por primera vez en el año y pondría más presión sobre el Banco Central (BCRA), que debería “armonizar” sus tasas con las más altas que viene convalidando el Tesoro. Es algo que la entidad de Miguel Pesce resiste, porque le encarecería una deuda que no para de crecer (la de sus pasivos remunerados). Orilla los $3,5 billones. Además, por las dudas de que los cambios no alcancen y para no enfrentar el riesgo de que la demanda aun así no sea la esperada, volvió a incluir en el menú la letra indexada (Lecer) 1,90% de tasa a vencer en abril de 2022 (353 días), la que mejor funcionó en la última subasta y que ahora ofrece sin tope. Con la colocación busca captar lo más próximo a $122.000 millones, que necesita para hacer frente a un vencimiento de deuda a fin de mes. De lograrlo, preservaría la mayor parte de los $74.390 millones de financiamiento neto que había acumulado en las dos primeras subastas del mes o de los $164.900 millones captados con nueva deuda en lo que va del año. Sería un resultado importante, ya que se trata de números que están “por debajo del target de $297.000 millones estimado en el presupuesto para esta época del año”, según hicieron notar desde Portfolio Personal Inversiones (PPI). La movida oficial apunta precisamente a mejorar esa performance para dar una señal al mercado en momentos en que las nuevas restricciones vuelven a poner presión sobre el gasto público y los precios libres o menos regulados del dólar se vienen disparando. En especial, ahora que se sabe que, en menos de un mes, el Tesoro ya demandó $190.000 millones de asistencia del BCRA vía adelantos transitorios, tras sumarse a los $135.000 millones girados en marzo otros $55.000 millones enviados el jueves pasado. |