Por Sofía Diamante - En un informe sobre el impacto de la pandemia de Covid en América Latina, el Banco Mundial destacó que sería clave para la recuperación de la Argentina un nuevo programa con el Fondo Monetario. “Un acuerdo sobre un nuevo programa delf mi que restablezca la sostenibilidad fiscal y refuerce las reformas para el crecimiento a largo plazo ayudaría a renovar la confianza, reducir el riesgo soberano, facilitar la vuelta a los mercados de crédito e incentivar las inversiones”, señaló. Un informe del Banco Mundial muestra que la de América Latina y el Caribe fue la región más golpeada del mundo por la pandemia del coronavirus, ya que tuvo la mayor caída de actividad económica y más cantidad de personas fallecidas. Esto se debió a que tuvo una de las cuarentenas más largas, pero no fue efectiva para contener la expansión del virus. “Cuando se compara la cantidad de muertes en 2020 contra el promedio de los cinco años previos, vemos que la relación entre una muerte declarada por Covid y el número adicional de fallecidos es 90% más, cuando en el resto del mundo el promedio adicional es 30%”, dijo el economista jefe para América Latina y el Caribe del organismo, Martín Rama, en una conferencia. En relación con lo económico, el experto admitió que los déficits fiscales ayudaron para paliar los efectos de la pandemia, pero en algún momento van a tener que ser consolidados, aunque es difícil definir cuándo. Lo bueno es que las tasas de interés internacional siguen siendo bajas, agregó. En referencia a la Argentina, la comparó con Ecuador, ya que ambos países entraron a la pandemia con una crisis de deuda. “La dinámica de crecimiento dependerá del ritmo de consolidación fiscal hacia adelante y de las negociaciones con el FMI. Esto le agregará una dosis de incertidumbre a la enorme incertidumbre que tiene la región”, dijo. El informe del BM destaca que “un acuerdo sobre un nuevo programa del FMI que restablezca la sostenibilidad fiscal y refuerce las reformas para el crecimiento a largo plazo ayudaría a renovar la confianza, reducir el riesgo soberano, facilitar la vuelta a los mercados de crédito e incentivar las inversiones”. Y detalla que “más allá de la superación de la crisis de Covid-19, la aplicación de un programa macroeconómico sólido sigue siendo una prioridad fundamental para reducir la inflación, restablecer la confianza y situar la economía en una senda sostenible”. Al mismo tiempo, advirtió que “los controles de precios y de capitales corren el riesgo de frenar la inversión y la renovación del stock”. El capital humano Rama señaló otras razones para preocuparse. “En primer lugar, nos preguntamos qué pasa con el capital humano. En muchos países, los niños y jóvenes tuvieron que aprender remotamente y en muchos casos no hay infraestructura para aprender a distancia. Este tipo de metodología es un buen complemento de la educación presencial, pero no es un sustituto. Estamos perdiendo un capital humano importante”, advirtió. Sobre la situación financiera, el economista dijo que todos los países se debieron endeudar para dar programas de estímulos a las familias y a las empresas. “Por suerte, los mercados financieros siguieron abiertos, pero tenemos niveles de deuda altos y las empresas también. Todavía no tenemos muy clara la situación de las empresas, puede llevar un tiempo saber cuán saludables están”, dijo. En cuanto a las razones para ser optimistas, Rama destacó las reformas estructurales que se están llevando adelante y la expansión de algunos sectores como la tecnología informática, finanzas y logística. “Cuando uno tiene una economía con sectores que se expanden, a medida que la economía salga del pozo no se volverá a lo mismo, sino que puede aumentar la productividad promedio de una manera significativa”, explicó. Por otro lado, señaló que una buena noticia para la región es el incremento de los precios de las materias primas, que ayuda mucho a los países que exportan hacia Asia, como es el caso de la Argentina. “No llegamos a la pandemia en la mejor de las condiciones. América Latina venía creciendo flojo, los indicadores sociales estaban estancados. Volver a donde estábamos hoy nos parece extraordinario, pero eso no va a alcanzar en el futuro. Dado el crecimiento lento que teníamos, en términos per cápita, la caída de 2020 nos borra una década”, indicó. Y concluyó: “Tenemos que aprender a funcionar con el virus, a ser más eficientes de lo que hemos sido en las políticas de contención, que no funcionaron tan bien como esperábamos a pesar de que fueron muy fuertes. La informalidad nos jugó en contra. Tenemos un desafío muy importante, vamos a tener que ingresar en un proceso de consolidación fiscal y lograr que los niños vayan a la escuela”. |