Por Javier Blanco - El momento de oro de los bonos ajustables por el dólar oficial (dollar-link), la inversión más buscada de 2020 al calor de la caída de las reservas del Banco Central, pasó: la decisión del Gobierno de “pisar” el tipo de cambio para tratar de aplacar la inercia inflacionaria los llevó a enfrentar una oleada de ventas y caer del 4% al 6% en el mes. Su pérdida de atractivo afecta particularmente a los fondos comunes de inversión (FCI) diseñados para captar el apetito que hace unos meses había en la plaza por esos instrumentos y anteayer enfrentaron rescates netos por más de $5000 millones, “acumulando en el mes flujos negativos por casi $17.000 millones, cifra que supera por lejos los rescates por $7500 millones sufridos durante enero”, hizo notar Portfolio Personal Inversiones (PPI) en un informe. La reacción de los inversores no sorprende a los analistas. En especial, porque llegó luego de que el ministro Martín Guzmán anticipó que su estrategia será usar el dólar oficial como “ancla” antiinflacionaria y el BCRA lo comenzó a hacer realidad validando alzas del mayorista cada vez menores y más rezagadas respecto del vuelo de la inflación. A eso hay que agregar que el BCRA dejó de perder reservas y pasó a recomprar hasta en “exceso”, con lo que mejoró su margen de maniobra sobre la plaza oficial y los tipos de cambio alternativos. “El mercado recibió el dato; vio que el ritmo de devaluación se ajustó a la baja y que eso respondía a una decisión oficial. A partir de allí las estrategias que estaban armadas en torno a los instrumentos dollar-link o a los futuros cambiarios sintieron el impacto, naturalmente”, dice Nicolás Chiesa, director de PPI y uno de los autores del informe. “El Central ya aflojó el ritmo del crawling peg y la tentación de aflojarlo más en un año electoral irá creciendo”, sostiene Federico Furiase, del Estudio Eco/go. Punto de quiebre El temor a un salto devaluatorio los hizo atractivos hasta octubre. Luego llegó el ocaso de estos bonos, que aún no encuentra piso. Quien sacó provecho de eso fue el Gobierno para financiarse. En ese mes, cuando el BCRA que dós in reservas líquidas, el 60% de los $425.000 millones que captó del mercado los obtuvo con este tipo de bonos. Luego arrancó un desarme de carteras que se profundizó en los meses siguientes y solo ayer amagó encontrar algún límite, algo que en el mercado relacionaron con la mayor alza que validó el BCRA, al dejar que el mayorista cerrara a $91,30. “Lo dejó subir 10 centavos, la mayor alza desde el 24 de febrero”, hizo notar Gustavo Quintana, de PR Cambios. Por lo pronto, la magnitud de la baja que acumularon estos bonos hace que muchos se pregunten si esta corrección llegó a su fin, ahora que rinden de 3,5 a 9,6 puntos por sobre la devaluación que se registre. Para Chiesa, eso aún no está claro. “Ya deberían estar cerca del rebote. Pero si se creyera que el Gobierno será más agresivo con el freno las ventas podrían seguir”, dice. Por eso recomienda a quienes les interesen “buscar los plazos más largos, porque antes de las elecciones harán todo para tener al dólar pisado”. |