Que el nivel de intervención oficial sobre el llamado Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) era muy elevado ya se sabía. Lo que sorprende es quealcanzóribetesinéditosqueamenazan con ser nocivos para la actividad económica, según los analistas. Por lo que describen en el mercado, el Banco Central (BCRA) arranca la jornada “tomando” cada dólar que se liquida. No es ilógico: el régimen de “anticipo de operaciones”, que obliga a informar con dos ruedas de anticipación las compras superiores a los US$50.000, le permite hacer una estimación certera de la demanda. Y al no contar aún con reservas líquidas, la entidad suele privilegiar el armado de una “caja” –con la oferta privada que va apareciendo– antes de habilitar más fluidamente la demanda. Pero lo que hace ruido es que “se está llevando toda la oferta y no está dejando casi nada a los privados”, apunta el economista Francisco Ballester, director de la consultora Mindy-economics. Los datos muestran que la primera semana de marzo se operaron US$1256 millones en la plaza oficial, de los que US$593,56 millones fueron aportados por exportadores de cereales. El BCRA se alzó con unos US$662 millones, cifra que supera al total de compras que hizo en febrero (US$633 millones) y, a la vez, marca que se quedó con el 53% de las divisas volcadas al mercado. Para los analistas, el nivel de compras –que estiman sostenido en trabar o demorarle el acceso a parte de la demanda de empresas– puede ser nocivo para la actividad económica. En especial porque, además, aporta poco al objetivo de recomponer las reservas, dado que parte de lo recomprado lo pierde en intervenciones para mantener bajo control los dólares financieros. El bloqueo a la demanda está haciendo crecer las presentaciones en Tribunales (hay demandas de unas 400 empresas) y surgir quejas de los industriales. “El régimen de aprobación de permisos para el acceso a insumos importados no es claro y no permite que se garantice la producción de bienes en un contexto de recuperación de la actividad”, advirtió la UIA. “La escasez en la oferta de dólares ‘disponibles’ para la actividad claramente le fija un techo a la recuperación: todo lo que dependa de divisas y no pueda contar con ellas quedará postergado o tenderá a encarecerse si algunos importadores terminan adquiriendo divisas por el mercado bursátil, porque incorporarán ese costo extra a sus precios de venta, lo que sumará presión inflacionaria”, explica Ballester.“el problema, además, es que el BCRA se lleva buena parte de esos dólares para intervenir y mantener bajo control la brecha y generar sensación de calma. Buena parte de eso lo podría evitar teniendo una política monetaria consistente”, acota “El BCRA está comprando mucho no tanto porque haya mejorado la oferta sino porque rigen a pleno las normas que endurecieron las trabas a las importaciones y los montos que pueden comprar las empresas se achicaron”, describe el economista Matías Rajnerman, de Ecolatina. “El riesgo es que, con una economía que retoma la actividad, más importaciones se deriven a los dólares alternativos, lo que tendría impacto sobre los precios y la inflación; o que parte se deje de importar, provocando faltantes de stock como las que ya se notan en algunos sectores”, completa. En el mercado creen que el BCRA se está llevando dólares “en exceso” para que el Gobierno además logre postergar el acuerdo con el FMI, atendiendo el pago previsto para antes de las elecciones. “El Gobierno ya cuenta con los DEG que llegarían ‘de arriba’, pero representan solo el 65% de los vencimientos con organismos entre agosto y diciembre de este año” advirtió Consultatio días atrás en un informe. Para peor el sostenido nivel de compras no mejoró la posición de reservas porque a los pagos que debieron hacerse a los organismos se sumaron entre US$350 y US$400 millones perdidos por intervenir en el mercado de bonos, calcula el economista Nery Persichini (de GMA Capital). Por eso las reservas brutas siguen debajo de los US$40.000 millones y las netas están igual que hace 4 meses. |