Por Laura Serra - Contra la Justicia “El Poder Judicial está en crisis. Es el único poder que parece vivir en los márgenes del sistema republicano” La deuda que tomó Macri “No puede ser visto de otro modo que no sea una administración fraudulenta y una malversación de caudales” El vacunagate “No llegué a la presidencia para ser sordo a las críticas bienintencionadas. Tampoco para dejarme aturdir por críticas maliciosas que responden a intereses inconfesables de poderes económicos concentrados” El presidente Alberto Fernández empleó ayer un fuerte tono confrontativo para abrir las sesiones ordinarias del Congreso, con un discurso que tuvo como blanco al Poder Judicial, la oposición y los medios de comunicación. En 105 minutos de alocución, defendió su gestión de la pandemia y reaccionó airadamente al escándalo derivado de la vacunación de privilegio. Diferenció las “críticas bienintencionadas” de la acción “maliciosa” de “los poderes económicos concentrados que en ocasiones buscan sembrar la fractura, la polarización y la discordia entre el pueblo argentino”. Hizo un crudo análisis de la situación del Poder Judicial. “Es el único que parece vivir en los márgenes del sistema republicano”, dijo. Dedicó duras consideraciones al fiscal Carlos Stornelli (sin nombrarlo) y anunció una reforma del Consejo de la Magistratura, la creación de un tribunal penal por debajo de la Corte Suprema y una ley para reglamentar los recursos extraordinarios. Anticipó, además, una denuncia penal contra Mauricio Macri por el endeudamiento con el FMI. En un discurso de tono combativo con el que lanzó la carrera electoral con vistas a octubre, el presidente Alberto Fernández inauguró el 139º período de sesiones ordinarias del Congreso con una embestida contra el gobierno de su antecesor Mauricio Macri, al que prometió investigar por administración fraudulenta y malversación de caudales públicos. Asimismo, propinó una crítica inusitada a la Justicia y anticipó que propondrá reformas para acotar el poder de la Corte Suprema. “El Poder Judicial está en crisis. Es el único poder que parece vivir en las márgenes del sistema republicano. Sus miembros (jueces, fiscales, defensores y demás funcionarios) disfrutan de privilegios de los que no goza ningún miembro de la sociedad”, arremetió Fernández, y dijo que el Poder Judicial es el único del Estado que no paga el impuesto a las ganancias. El discurso, de casi dos horas de duración, pareció dedicado por entero a la vicepresidenta Cristina Kirchner: enfatizó que no propiciará medidas de ajuste en el gasto, que las tarifas se mantendrán congeladas para los sectores más postergados, que no apurará una negociación con el FMI por la deuda argentina, al tiempo que eludió mencionar medidas específicas destinadas a la reactivación de la economía y al sector privado, pese al desplome de la actividad. Apostada a su lado, la vicepresidenta asentía en los párrafos más severos que el presidente dedicó a la oposición y a los medios de comunicación que él considera contrarios a su gestión. En su alocución frente a la Asamblea Legislativa –que lució raleada por las medidas sanitarias que impone la pandemia–, no esquivó el escándalo por la revelación del reparto de vacunas de privilegio para funcionarios y amigos del poder: en una tímida autocrítica, admitió que hubo “errores” y que su decisión fue “corregirlos de inmediato”. Dedicó un largo párrafo a detallar los esfuerzos del Estado para mitigar los efectos de la pandemia –pese a que se contabilizan más de 50.000 muertes– y, en este sentido, calificó de “críticas maliciosas que responden a intereses inconfesables de poderes económicos concentrados” los cuestionamientos hacia la gestión sanitaria. No nombró a Ginés González García, el ministro de Salud a quien eyectó del Gobierno cuando se destapó el escándalo sobre las “vacunas vip”. “La pirotecnia verbal solo nos aturde y nos confunde. A lo largo de este año algunos sectores se han esforzado por generar incertidumbre y desánimo lanzando petardos cargados de falacias”, disparó el Presidente, en un discurso con un tono electoral. La Justicia El capítulo destinado al Poder Judicial tuvo un tono inusitadamente duro. No solo los acusó de “vivir en los márgenes del sistema republicano”; además, les reprochó la falta de transparencia en la publicación de sus patrimonios. “En el caso de los miembros de la Corte Suprema, acceder a la declaración jurada de sus bienes es virtualmente imposible. La relación corporativa que los vincula ha permitido que muchos de ellos permanezcan en sus cargos más allá del tope de edad que la Constitución impone”, en alusión a la jueza Helena Highton de Nolasco, quien obtuvo un fallo que le permite seguir en el máximo tribunal a pesar de tener más de 75 años. El jefe del Estado tampoco dudó en cuestionar ante los legisladores las actuaciones de la Justicia: criticó el fallo de la Corte Suprema que otorgó el per saltum “a dos jueces ignotos” (Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi) que habían sido trasladados de sus juzgados originales durante el gobierno de Macri; además, sin nombrarlo, cuestionó al fiscal Carlos Stornelli, quien estuvo a cargo de la investigación de la llamada “causa de los cuadernos”, que involucra a exfuncionarios kirchneristas y empresarios. “Hay un fiscal procesado por delitos tan severos como el espionaje ilegal de ciudadanos o el de extorsión que sigue en funciones como si nada de esto lo afectara”, asestó el Presidente. Acto seguido, anticipó la presentación de una batería de proyectos de ley al Congreso para insistir en la reforma del Poder Judicial, entre ellas una nueva modificación en la ley de Consejo de la Magistratura para “despolitizar” su composición. Asimismo, reclamó a los legisladores la aprobación de los proyectos para modificar la Justicia Federal y la ley orgánica del Ministerio Público, ambos con media sanción del Senado y demorados por falta de apoyo en la Cámara baja. Además, anunció un paquete de proyectos destinados exclusivamente a vaciar de atribuciones a la Corte Suprema: anticipó una iniciativa para reglamentar el recurso extraordinario ante la Corte y establecer cuáles son las competencias del máximo tribunal “en la revisión de la constitucionalidad de las normas aplicadas en sentencias”. Asimismo, propició la creación de un “Tribunal Federal de Garantías” que tendrá competencia en cuestiones de arbitrariedad y al que se podrá llegar por vía del recurso extraordinario. En el arranque de su alocución, Fernández despertó la primera ovación de la tribuna oficialista cuando cuestionó al gobierno de Macri y la deuda que contrajo con el FMI por 55.000 millones dólares, medida que, denunció, contó con la complicidad del organismo internacional para favorecer la reelección del expresidente. “Endeudar al país de ese modo, permitir que los recursos que ingresaron solo hayan posibilitado la más asombrosa fuga de divisas y que la toma de semejante crédito haya sido resuelta entre gallos y medianoche, sin intervenciones jurídicas y técnicas previas, con total irresponsabilidad y a espaldas de este Congreso, no puede ser visto de otro modo que no sea una administración fraudulenta y una malversación de caudales públicos”, asestó el Presidente, quien advirtió que instruirá “a las autoridades pertinentes” a que se formule querella penal contra los responsables. El Presidente pecó de escueto en cuanto a anuncios en materia económica. Admitió que la inflación “es la principal evidencia de nuestras deficiencias”, pero, como toda medida para combatir el alza de precios, se limitó a reseñar las penas y las multas aplicadas en virtud de la ley de abastecimiento contra las supuestas empresas infractoras. También prometió un proyecto con incentivos fiscales para la producción automotriz; otra iniciativa para fortalecer la compra de medicamentos nacionales; la industrialización del cannabis medicinal y una nueva de hidrocarburos, esta última materia pendiente del Gobierno hace un año. En ningún párrafo del discurso del Presidente la oposición de Juntos por el Cambio aplaudió. Por el contrario, desde las bancas se escuchaban algún insulto y chicanas de los diputados más indignados. La grieta estaba más abierta que nunca. |