Por Francisco Jueguen - No es la primera vez que se diferencia de las recetas elegidas dentro del equipo económico. Lo hizo meses atrás con la estrategia para domar el dólar y la brecha cambiaria, y la semana pasada con el futuro de las tarifas y los subsidios. Reforzando la idea de que en el oficialismo conviven diferentes visiones, ayer el ministro de Economía, Martín Guzmán, ofreció otro camino para tomar a la hora de enhebrar un plan antiinflacionario en la Argentina. Esa mirada diferencial, claro está, no apareció en cualquier momento. Surge en el marco de negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que encabeza el ministro, en plena tensión entre el Gobierno y el campo por la amenaza de subir las retenciones y frente a un auditorio, en Tucumán, en el que sobresalían industriales del NOA y el NEA como representantes de un sector privado que desconfía de las recetas focalizadas en los controles de precios, las trabas a la exportación y los cambios intempestivos de las regulaciones. De visita junto al presidente Alberto Fernández y otros miembros del gabinete, el ministro afirmó que la inflación es “un problema macroeconómico” y remarcó que es necesario que crezcan las exportaciones para sumar divisas. Aseguró también que hay que ordenar la cuestión fiscal y “tener cuidado con la emisión monetaria”. Así, Guzmán se diferenció de parte del gabinete económico que puso en el centro de la escena en las últimas horas los aumentos de los precios internacionales de las commodities que exporta la Argentina como motor de la inflación, lo que llevó al presidente Alberto Fernández a amenazar al campo con un incremento de las retenciones o la imposición de cupos. En la oposición afirmaron que esa amenaza al campo no responde a una preocupación por la inflación, sino más bien a la necesidad de que el campo acelere la liquidación de divisas. Tal matiz expresado por el ministro no implica un desacuerdo con la visión oficial de “desacoplar” precios internacionales de los internos o de la visión oficial de la multicausalidad de la inflación (puja distributiva, inercia, recuperación de la actividad y de márgenes, entre otras), pero sí es una diferencia sobre las posibles soluciones, herramientas disponibles y las prioridades a atacar. “Tenemos que garantizar que los precios internacionales no se vuelvan en desmedro de los argentinos”, expresó nuevamente ayer el Presidente en su visita. “En el campo hay algún sector que forma parte abiertamente de Juntos por el Cambio, pero yo creo que es un sector minoritario”, dijo el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, en declaraciones radiales, y agregó: “Creo que al sector que abiertamente tiene una posición opositora nada le va a venir bien, que abiertamente son militantes de Juntos por el Cambio. Algunos son referentes claros: diputados o exministros, es un sector minoritario”. Tras los roces del fin de semana, el Presidente se reunirá hoy con la Mesa de Enlace, mientras que por la mañana el gabinete económico ampliado recibirá a los gremios en la Casa Rosada para iniciar el Acuerdo de Precios y Salarios. Allí estarán Santiago Cafiero, Guzmán Matías Kulfas, Claudio Moroni, Mercedes Marcó del Pont, Cecilia Todesca y Luis Basterra. El jueves será el turno de los empresarios. “Trabajamos para establecer un sendero para reducir la inflación de una manera consistente. Es un problema principalmente macroeconómico. A la inflación se la ataca por ahí, para así coordinar expectativas”, dijo el ministro de Economía en Tucumán. “Para poder tener estabilidad en el frente externo y que no haya problemas cambiarios es necesario que crezcan la exportaciones para tener la posibilidad de mayor generación de divisas”, dijo el ministro. No habló de las retenciones, pero puede inferirse al menos que aumentar ese impuesto no impulsa las ventas externas. Y agregó: “Desde la macroeconomía, hay que ir ordenando también la cuestión fiscal. Hay que establecer una suerte de corredor por el que transita la situación fiscal en el cual el Estado impulsa la demanda agregada, por un lado, redefiniendo las prioridades, que es lo que hemos hecho en el presupuesto 2021, y así como se impulsa demanda agregada, entender que hay límites. Hay que tener cuidado con la emisión monetaria porque una parte va a buscar divisas y eso pone presión sobre el tipo de cambio. No hay nada más regresivo para una economía como la nuestra que un salto cambiario brusco y grande”. La semana pasada, el ministro también mostró algunas diferencias con la idea de seguir retrasando un aumento de tarifas. “Si el Estado subsidia las tarifas, eso se paga de alguna forma: con impuestos, con deuda o con emisión”, dijo en una entrevista televisiva. Anteayer, el FMI dijo que el punto clave para frenar la inflación son políticas fiscales y monetarias claras y no operar sobre precios. Martín Guzmán ministro de economía “Trabajamos para establecer un sendero para reducir la inflación de manera consistente. es un problema principalmente macroeconómico. a la inflación se la ataca por ahí, para así coordinar expectativas (...) Para tener estabilidad en el frente externo es necesario que crezcan las exportaciones” |