Por Jorge Herrera - Un dato alentador para el inframundo de los mercados emergentes, del que parece quedar marginada Argentina, es que los flujos de capitales internacionales se mantienen fuertes. Así lo refleja el relevamiento del Institute of International Finance (IIF) que registra en enero pasado entradas netas de u$s53.500 millones. Los datos fríos del “Capital Flows Tracker” dan cuenta que a lo largo del mes pasado los flujos de cartera hacia los mercados emergentes se situaron en u$s9.400 millones en acciones y u$s44.200 millones en bonos de deuda. En el último relevamiento el IIF destaca que los flujos hacia acciones de China registraron entradas por u$s6.200 millones. Según la visión del economista del IIF, Jonathan Fortun, la estimación de que los activos de mercados emergentes atrajeron en enero pasado alrededor de u$s53.500 millones implica que continúa el sólido desempeño de los flujos hacia dichos destinos. “El impulso que vimos hacia fines del año pasado continuó beneficiando a los bonos y a la renta variable de los mercados emergentes. No obstante, la última semana del mes mostró un importante evento de salida (especialmente en los mercados emergentes de Asia) que nos recuerda las persistentes debilidades en los mercados emergentes en un escenario posterior al covid-19”, explica Fortun. Vale señalar que a pesar de la recuperación de los flujos hacia los mercados accionarios (excluyendo China) en la última parte de 2020 (con entradas combinadas récord de u$s50.000 millones en noviembre y diciembre), el comienzo de 2021 ha visto una reducción en los flujos hacia acciones de emergentes (con solo u$s6.000 millones de entradas). “Sin embargo, hemos visto una fuerte afluencia hacia la deuda de mercados emergentes (excluyendo a China) por un total de alrededor de u$s29.000 millones, la cuarta más grande de los últimos 18 meses”, destaca Fortun. “Los activos de China también han tenido un desempeño positivo, nuestro rastreador muestra una entrada de u$s15.000 millones a activos de renta fija y u$s6.000 millones a acciones”, agrega. El IIF sostiene que continúa siendo relativamente constructivo en sus perspectivas, señalando el potencial de nuevos ingresos de fondos en el complejo de mercados emergentes, dada la alta liquidez en el mercado global, los nuevos desarrollos en el tema de las vacunas y un mayor apetito de los inversores. Claro que simultáneo advierte que el aumento de la volatilidad del mercado hacia finales de mes pasado muestra una recuperación aún precaria, especialmente para los flujos de acciones. A nivel regional, los datos del “Capital Flows Tracker” muestran entradas en todas las regiones: los mercados emergentes de Asia se beneficiaron enormemente de los flujos de deuda (u$s18.800 millones), pero sufrieron salidas marginales en renta variable por u$s300 millones, mientras que América Latina experimenta flujos de entrada más equilibrados en todas las clases de activos (u$s7.400 millones y u$s10.800 millones para acciones y bonos, respectivamente), y en cuanto a los mercados emergentes de Europa y África-Oriente Medio las entradas sumaron u$s16.000 millones. Este buen momento de los mercados emergentes, que abarca también a la región latinoamericana, encuentra a la Argentina en el limbo del acceso a los mercados de capitales internacionales ante la incertidumbre de un nuevo acuerdo y programa macro con el FMI. Nada asegura que el país pueda volver rápidamente a los mercados de deuda pero en la medida que los inversores perciban que la economía se reencauza en un sendero más o menos sostenible con la liquidez excedente que hay y la que promete venir, alguna moneda puede caer de este lado del río.
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