Por Fernando Bertello - Con más de 2140,3 millones de dólares, los exportadores de granos y derivados ingresaron al país el mayor nivel de divisas para ese mes de los últimos 18 años, con la excepción de 2016, según informó el sector. El dato se conoce mientras se prevé que este año se registre una entrada récord de los dólares de la cosecha, pese a una menor producción: US$35.921 millones, unos US$10.153 millones más que en 2020, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

De acuerdo con la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-cec), el ingreso de enero pasado implica un salto de 26,58% con respecto a diciembre, cuando liquidaron 1690 millones de dólares, y de 32,63% versus enero de 2020, cuando llegaron US$1613 millones de dólares.

“El monto liquidado el mes pasado es el más elevado de todos los enero de los últimos 18 años, desde 2003, excepto 2016”, dijo la entidad.

Según Ciara-cec, este resultado en cuanto a las divisas fue porque “en enero se concentró el envío al exterior de productos agroindustriales que se había demorado por los distintos conflictos gremiales ocurridos durante diciembre y parte de enero, que impidieron el funcionamiento del comercio exterior”.

También influyó la suba de los precios internacionales, que mejoraron los ingresos para las exportaciones.

“Impactó el incremento de los precios internacionales por alteraciones de la oferta y demanda mundial de commodities por el Covid-19 y la sequía que afectó a Brasil y la Argentina, entre otros factores”, señaló la entidad exportadora.

De acuerdo con un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, en enero pasado, en cuanto a la harina de soja “el registro de ventas al exterior (DJVE) se encuentra en los máximos niveles para enero desde 2017, siendo este mes el tercer enero con mayor volumen de ventas al exterior, sólo por detrás de 2017 y 2016”.

“Por su parte, el aceite de soja marcó un récord de DJVE este enero, siendo sólo superado por enero de 2016. De los importantes montos liquidados, el 35% de la harina y casi el 43% del aceite corresponden al año comercial 2020/21. En efecto, en enero de 2020 se anotaron apenas 337.258 toneladas de subproductos (harinas, pellet y expeller de soja) y 31.066 toneladas de aceite, frente a enero de 2021 con más de 2,36 millones de toneladas de subproductos y más de 0,6 millón de toneladas de aceite. En poroto, las ventas fueron más escuetas, con 99.514 toneladas, pero aun así más que duplicando las 40.528 toneladas de enero 2020”, destacó.

Los dólares de la cosecha

En tanto, de acuerdo con otro informe de la BCR, si se mantienen los precios actuales, y pese a una baja de producción por el impacto de las menores lluvias, la cosecha podría dejar US$35.921 millones por granos y productos derivados, una cifra récord. Son US$10.153 millones más que en el ciclo 2019/2020.

“A pesar de que la caída productiva rondaría el 9%, consecuencia de condiciones climáticas que han sido desfavorables a lo largo de los ciclos de los distintos cultivos, el efecto precio consecuencia del aumento en los valores FOB promedio de la gran mayoría de los granos y subproductos lograría más que compensar dicha merma en la producción”, indicó.

Por productos, la harina de soja generará más de US$13.200 millones, unos US$4050 millones más que durante el ciclo previo. En tanto, con el cultivo de maíz llegarían US$7340 millones, “US$2150 millones o un 42% más que en 2019/20”.

La BCR prevé que el Estado perciba por retenciones US$8500 millones, un 42% más que en la campaña anterior.

Según Catalina Ferrari, analista de mercados de AZ Group, “el aumento de precios de los últimos meses fue superior al recorte de rendimientos que provocará la sequía”.

Esta última consultora prevé que con trigo (su cosecha ya finalizó), maíz, soja, girasol y cebada (también concluyó su recolección), la Argentina tenga ingresos por US$34.073 millones, casi US$7000 millones más que el ciclo pasado, según su previsión.

La consultora aguarda que esos cinco cultivos representen una producción de 117,5 millones de toneladas, un recorte del 13% para estos productos frente al ciclo agrícola pasado.