Por Camila Dolabjian - El Indec informó ayer que la canasta básica alimentaria (CBA) aumentó 45,5% en 2020, una variación que se ubica casi diez puntos porcentuales por encima de la inflación minorista promedio (36,1%) que estimó el organismo. “Se abre una luz de alarma porque los precios aumentaron en 2020, pero hubo asistencia del Estado. Ahora continúan creciendo, pero sin ayudas y con empleo no recuperado. Esto repercutirá en el aumento de la pobreza”, explicó Claudio Caprarulo, economista de Analytica. Una familia de cuatro integrantes, con dos adultos y dos menores, necesitó en diciembre $22.681 para comprar los productos de la canasta alimentaria (que marca la línea desde la cual esa familia es indigente), que está compuesta por 30 productos básicos, entre los que figuran manteca, harinas, papas, café, cerveza y carne. El índice se utiliza para definir la línea de indigencia. Este incremento está vinculado con los fuertes aumentos que acumularon algunas categorías durante 2020, especialmente frescos. El año pasado aumentó 58% el precio de las verduras, 56,9% el de la carne y 64,4% el de las frutas. Según el Indec, el valor de la canasta alimentaria se aceleró en diciembre (5,1%) y también se ubicó por encima de la inflación promedio (4%). En ese mes, los alimentos subieron un 4,4%, informaron. Al mismo tiempo, el organismo informó que la canasta básica total (CBT), que contempla un conjunto de bienes y servicios cuyo valor se utiliza para definir la línea de pobreza, subió 4,7% en diciembre y acumuló un alza del 39,1% en 2020. Una familia de cuatro personas necesitó en diciembre $54.208 para adquirir esa canasta. “El aumento en la CBA por sobre la inflación se explica por algunos alimentos básicos, como la carne, la fruta y la verdura, que tuvieron aumentos muy fuertes en el mes de diciembre. En el último trimestre, por ejemplo, la carne aumentó entre 25% y 30%”, explicó Juan Luis Bour, economista de FIEL. Por otro lado, lacba aumentó por encima de la canasta total, ya que esta incluye servicios cuyos precios continúan regulados, como el transporte. “Cuando hay precios controlados, como en la CBT por los servicios, el resultado es artificialmente bajo y muestra una pobreza inferior a la real. Disimulás las cifras porque, sin control, supera el mínimo que gana un jubilado, que es entre $20.000 y $21.000”, opinó Roberto Cachanosky. Además, el índice podría estar sesgado, ya que se compone en función del Índice de Precios al Consumidor del Gran Buenos Aires. Sin embargo, en otras zonas de la Argentina el aumento de los productos fue mayor. “Se está subestimando porque en GBA el crecimiento en los precios de alimentos fue de 38%, mientras que en el noreste llegó a 52%”, explicó Caprarulo. |