Por Alfredo Sainz - En las últimas semanas, la Secretaría de Comercio Interior multiplicó los llamados a empresas de alimentos, bebidas, artículos de tocador y limpieza para negociar los aumentos que vienen. Las prioridades del área que dirige Paula Español son dos: desarmar en forma muy paulatina el esquema de Precios Máximos –el virtual congelamiento que rige para más de 23.000 productos– y relanzar Precios Cuidados. Hace poco más de una semana, la vicepresidenta Cristina Kirchner había dado una señal clara de cómo será la estrategia para contener la inflación. “Es necesario que pongamos mucho esfuerzo para que los precios de los alimentos vuelvan a alinearse en un círculo virtuoso que permita alimentar la demanda”, afirmó en su discurso en el Estadio Único de La Plata, que para muchos analistas fue visto como un relanzamiento del Gobierno. La idea de que contener los aumentos de los precios no depende de cuestiones macro como la emisión monetaria o la evolución de las tasas de interés, sino del “esfuerzo” oficial, está en línea con el plan con el que avanza la Secretaría de Comercio, que dirige Paula Español. En el primer caso, Español y su mano derecha, Laura Goldberg, ya les informaron a las empresas que están convocando a discutir el tema precios que el descongelamiento se irá dando por etapas –y de hecho ya comenzó para algunos productos considerados suntuarios, como bebidas alcohólicas, jugos de fruta 100% naturales, arroz integral, golosinas, barras de cereales y café en cápsulas– y que bajo ninguna circunstancia se aceptarán aumentos por categoría más arriba de un dígito mensual. En las empresas comparten la idea de aplicar un descongelamiento paulatino, aunque destacan que el mayor freno a los aumentos en las góndolas no pasa tanto por los controles de precios, sino por la demanda de los consumidores, que no responde desde hace meses. “En la secretaría hicieron hincapié en que no se trata de una liberación de precios, sino de una ‘salida ordenada, coordinada y paulatina’ del congelamiento del sistema de Precios Máximos. Igual, para frenar los aumentos de precios no necesitás a Paula Español, te alcanza con la crisis”, explicaron a la nacion en una empresa líder de alimentos. La otra pata del plan para frenar la inflación en las góndolas pasa por el relanzamiento de la canasta de Precios Cuidados. Este programa fue creado durante la gestión de Augusto Costa en la Secretaría de Comercio a principios de 2014, cuando la cotización del dólar se había disparado y la inflación se aceleraba. Durante el gobierno de Mauricio Macri el programa no desapareció, pero claramente fue perdiendo consideración tanto de los funcionarios de la Secretaría de Comercio –que relajaron los controles– como de las propias empresas, que decidieron sacar de la canasta oficial sus marcas más fuertes. Hoy, el programa reúne a más de 400 productos, con una preponderancia muy marcada de segundas marcas y de productos de pymes. La idea de Español y su equipo es relanzar el plan durante el verano, apostando al regreso no solo de las primeras marcas, sino también de las presentaciones más populares. “No solo te piden marca; también quieren que estén los envases que más salen. Van por la Coca-cola de 2,25 litros y por el café de medio kilo”, explicaron en otra empresa de consumo masivo. Hora de reconciliarse La idea de que la intención oficial es incorporar compañías líderes y primeras marcas al programa Precios Cuidados fue confirmada a principios de la semana pasada por la propia Paula Español, durante una visita a la planta de Clorox, en el marco del anuncio de una inversión de US$10 millones de la multinacional. La funcionaria destacó: “Apostamos a que Precios Cuidados incorpore más productos y mayor variedad a partir de enero y todo el año que viene”. Mientras que el número uno de Clorox Argentina, Antonio Mosteiro, anunció su intención de “intensificar la participación de la empresa con más cantidad de productos en Precios Cuidados”. La movida implicó de alguna manera una reconciliación pública, ya que desde los gobiernos nacional y provincial Clorox había sido apuntada como una de las empresas que habrían apelado a maniobras para eludir los controles de precios a través del lanzamiento de una nueva marca. El Ministerio de Producción bonaerense, que dirige Augusto Costa, imputó hace unos meses a Clorox por presuntas “prácticas abusivas y publicidad engañosa” en el lanzamiento de la lavandina Ayudín Máxima Pureza sin explicar cuál es la diferencia con la Ayudín clásica, que está sujeta a los controles de precios. Más allá de las negociaciones con las que avanza el Gobierno, otro interrogante que se abre es cuál será su alcance efectivo. Este tipo de programas tienen los controles focalizados en los grandes supermercados, que juntos representan cerca del 40% de las ventas de los productos de la canasta básica. El otro 60% se comercializa en autoservicios chinos, almacenes y comercios de barrio como carnicerías, verdulerías, perfumerías o locales de venta de artículos de limpieza, que en la inmensa mayoría de los casos ven pasar desde afuera el sistema de Precios Cuidados. El mejor ejemplo del alcance limitado de este tipo de programas es lo que pasó con los tres cortes de carne populares que acaba de presentar el Gobierno a partir de un acuerdo con el consorcio de frigoríficos exportadores. En los hechos, los cortes hoy están disponibles en los supermercados que tienen sus propios frigoríficos exportadores, como Coto y La Anónima, y en las otras grandes cadenas del sector, como Carrefour, Día, Walmart y el grupo Cencosud (Disco, Jumbo, VEA). |