Por Francisco Jueguen - En el mundo de los negocios aparecen en contadas ocasiones declaraciones contraintuitivas si no son puestas en contextos. El país vive una pandemia, claras distorsiones productivas por la brecha cambiaria y atraviesa recién el primer año del gobierno de Alberto Fernández. El camino para los empresarios es aún largo. Por eso, las palabras de Sergio Kaufman, presidente de Accenture, no sorprendieron. “Este es probablemente el mejor momento en los últimos 20 años para invertir”, dijo el ejecutivo. Tampoco hicieron ruido los dichos de Miguel Acevedo, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA): “Los problemas no se arreglan devaluando”. Ambos ejecutivos presentaron ayer el Centro de Industria X en el tercer piso del edificio de la entidad fabril, en la Avenida de Mayo. La apuesta es crear allí una vidriera, “el kilómetro cero”, para enhebrar redes, brindar asesoramiento y apalancar el cruce necesario entre la industria y los servicios –lo que en la jerga se conoce como industria 4.0–. El objetivo final es mejorar el acceso a la tecnología a las pequeñas y medianas empresas industriales (las grandes ya lo hacen). Kaufman y Acevedo recibieron allí a los medios para revelar un proyecto en el que trabajan desde 2019 y que tiene como visión “lanzar una ola de unicornios industriales en 10 o 15 años”, agregando robótica, digitalización y tecnología a las cadenas de valor. Ese piso, dijeron los organizadores, estará abierto para toda empresa que busque innovar digitalmente y quiera encontrar el camino y los contactos en los sectores privado, público y educativo. Pero el mediano plazo choca con las urgencias de siempre en la Argentina. “Hoy no estamos hablando de coyuntura, pero no la podemos dejar en el olvido”, dijo Acevedo. “Tenemos las mejores posibilidades para empezar a crecer. Si se logra ordenar la macroeconomía, se va a salir a invertir”, afirmó el presidente de la UIA, luego de un primer paseo por las diferentes estaciones instaladas allí para trabajar sobre inteligencia industrial, operaciones ágiles, un trabajador industrial conectado y seguridad, todo sobre plataformas de software para agregar valor a los sensores que recogen información. Acevedo coordinará estos debates hasta marzo, cuando sea reemplazado por el nuevo presidente de la UIA. El directivo se retirará con tres legados: la incorporación de cada vez más jóvenes y mujeres a la entidad, la modernización de la institución y un equilibrio interno amalgamado con su antecesor Adrián Kaufman (frente a las históricas internas del pasado entre la lista Industriales y la Celeste y Blanco). Por caso, la “salita” escondida en la propia sala de reuniones en la que dos o tres directivos decidían todo ya prácticamente no se usa, según fuentes de la UIA. Esto no significa que los grandes jugadores de la entidad no sigan concentrando la toma de las decisiones finales. “Se va a tener que arreglar la macro para que vuelvan a entrar dólares y podamos importar”, dijo Acevedo, volviendo a la coyuntura. “El año que viene tenemos que estar insertados en el mundo y tenemos que lograr tener financiamiento a precios competitivos para invertir más. La Argentina no puede vivir del mercado interno. Tiene que exportar”, reclamó. Pidió también “una inflación controlada”. “Bajar la brecha es ganar confianza. El tipo de cambio no es bajo. La Argentina está barata. El tema es si logramos mejorar la macro. No se arreglan los problemas devaluando ”, dijo el ejecutivo de Aceitera General Deheza (AGD), que admitió que hoy esa brecha está produciendo problemas como falta de materias primas y dudas por los costos de reposición. El director ejecutivo y economista jefe de la UIA, Diego Coatz, pidió estabilidad en el tipo de cambio, y coincidió en que el Gobierno tiene la tarea de llevar adelante un fino equilibrio entre dólar, tarifas y salarios en 2021, un año marcado por las elecciones de medio término. Al borde de la despedida le preguntaron al presidente de Accenture sobre la inversión. “Este es probablemente el mejor momento en los últimos 20 años para invertir”, respondió Kaufman, que dijo que si encontrara los 1100 perfiles de personas que necesita ya los hubiera incorporado. “Las exportaciones de servicios tiran porque el mundo se está digitalizando por la pandemia”, señaló, y cerró: “Si las empresas no se transforman van a perder mucho lugar en el futuro”. |