Por Maia Jastreblansky - El Gobierno encendió una luz de alerta por la evolución de los contagios de coronavirus y pidió reforzar las medidas de cuidado de cara a las fiestas de fin de año y a las vacaciones de verano. No tomó, sin embargo, nuevas medidas restrictivas. Cuando faltan quince días para que culmine el año, el Gobierno admitió las dificultades logísticas que tienen la llegada de la vacuna y el inicio de la inoculación a la población. El presidente Alberto Fernández había prometido vacunar a 300.000 personas antes de fin de año. Pero hasta hoy no hay certezas acerca de la fecha de llegada de la vacuna. Además, el ministro de Salud, Ginés González García, reconoció problemas en la firma de un contrato para comprar las vacunas del laboratorio Pfizer. “Pusieron condiciones inaceptables”, argumentó el ministro. Ayer, volvieron a reunirse autoridades de Nación, Provincia y Ciudad para analizar la situación epidemiológica del AMBA. El Gobierno encendió una luz de alerta por la evolución de los contagios de coronavirus e hizo una fuerte exhortación a reforzar las medidas de cuidado personal de cara a las fiestas de fin de año y a las vacaciones de verano. No tomó, sin embargo, nuevas medidas restrictivas. Por ahora, solo habrá un mensaje firme para llamar a la responsabilidad social de modo de mitigar y retrasar la “segunda ola”. En paralelo, el Ministerio de Salud reconoció dificultades en la compra de vacunas para cumplir con los objetivos que se había propuesto el Gobierno. Tras varias semanas sin reuniones tripartitas, ayer se reencontraron en la Casa Rosada funcionarios de Nación, Provincia y Ciudad para analizar la situación epidemiológica del AMBA. El cónclave se activó tras verificar un estancamiento en la baja de casos de Covid, y mientras los países de la región exhiben una curva ascendente. Los tres gobiernos acordaron brindar un mensaje de “advertencia y preocupación” ante lo que calificaron como un escenario de “relajación” de las medidas de cuidado. Pero no tomarán medidas compulsivas. “Si bien hubo un descenso de casos en las últimas semanas, notamos que en los últimos días se está estabilizando ese descenso. Junto con eso, en los países de la región la curva de contagios está en ascenso. Como vienen las Fiestas y las vacaciones, creemos necesario que se aumenten los cuidados personales. No queremos perder lo ganado, sobre todo cuando tenemos tan próxima la vacuna”, dijo el ministro de Salud, Ginés González García, en una conferencia de prensa conjunta con sus pares de la ciudad y la provincia de Buenos Aires, Fernán Quirós y Daniel Gollán, respectivamente. Al encuentro en la sede de gobierno asistieron, además de los titulares de las carteras sanitarias, los jefes de Gabinete de los tres distritos: Santiago Cafiero por la Nación, Carlos Bianco por la provincia y Felipe Miguel por la ciudad. El tema exclusivo fue la gestión de la pandemia en el área metropolitana. No hubo alusiones a la tensión política creciente entre el Gobierno y la administración de Horacio Rodríguez Larreta ni a la pirotecnia verbal que intercambiaron el oficialismo y la oposición en los últimos días. El actual DNU con las medidas sanitarias rige hasta este domingo, justo en la antesala de las Fiestas. La expectativa de los tres gobiernos del AMBA es moderar la curva de contagios a partir de la reacción social y de un ordenamiento voluntario de la conducta (con el uso del tapabocas y las reuniones sociales acotadas y en espacios abiertos), de modo de retrasar un posible rebrote y ganar tiempo para vacunar. “Sabemos que fue un año muy duro y cansador, pero hay que volver a poner en el diálogo colectivo que es necesario un esfuerzo. Si retrasamos el rebrote, seguro nos encontrará con una campaña de vacunación más madura”, dijo Quirós sobre la segunda ola. En TN, Felipe Miguel acotó: “El Gobierno debe reforzar los testeos y controlar el cumplimiento de los protocolos. De la mano de esto, está la responsabilidad personal. Pero no evaluamos medidas diferentes a las que hoy están en vigor”. En la Provincia, donde persiste un tono de mayor alarma, comenzaron a difundir un nuevo protocolo para las Fiestas que plantea “evitar salidas innecesarias en los diez días previos a las reuniones familiares” e intentar celebrar los encuentros al aire libre. Un dato que preocupa es el aumento de las llamadas por síntomas compatibles con el Covid. “Los que vayan a juntarse con personas mayores traten de moverse lo menos posible. Hay que reforzar los cuidados, porque se están relajando”, dijo el ministro Daniel Gollán. Las Fiestas y la vacuna Tal como publicó la nacion, la idea del Gobierno es habilitar reuniones de hasta 20 personas en domicilios particulares para las Fiestas. Esto se mantendrá si no hay imprevistos con la curva de contagios en los próximos cinco días. Se ratificaría así para la Navidad y el Año Nuevo el esquema de encuentros sociales y familiares vigente en el actual decreto de necesidad y urgencia (DNU), que deberá renovarse el domingo. Ese decreto de necesidad y urgencia fija que las zonas del país que están bajo el paraguas del distanciamiento social preventivo y obligatorio (Dispo) solo tienen prohibidos “los eventos culturales, sociales, recreativos, religiosos o familiares de más de 20 personas en lugares cerrados y al aire libre”. Es decir: cualquier reunión que no supere esa cantidad de asistentes está permitida, ya sea al aire libre o bajo techo. Fuentes oficiales señalaron que se fijó este marco en el último DNU con la idea de ratificar el esquema para las fiestas de fin de año. Luego, es posible que cada provincia fije sus pautas. El Gobierno admitió, en tanto, las dificultades que tiene el inicio de la vacunación a la población en diciembre. No descartó la llegada de las primeras partidas desde Rusia en los próximos días: buscará la foto antes de 2021. “Haremos todo”, sintetizó un estrecho colaborador presidencial. En la Casa Rosada persiste el objetivo de tomar la foto de inicio de la campaña de vacunación antes de 2021. “No puedo decir si se va a vacunar este año. Estamos haciendo todo, pero hay variables que son difíciles y hay dificultades con los aviones. Pero queremos hacerlo y esa es la voluntad del Presidente”, dijo ayer el ministro de Salud, Ginés González García. “Vamos a poder vacunar a 300.000 personas antes de fin de año, a cinco millones durante enero y a cinco millones durante febrero”, dijo Fernández hace diez días. Hasta hoy no hay certezas acerca de la fecha de llegada de la vacuna. En Rusia están, desde el sábado, la viceministra de Salud, Carla Vizzotti, y un grupo de técnicos de la Anmat. Según pudo reconstruir la nacion, los funcionarios visitaron en las últimas horas una planta de producción en San Petersburgo y están recibiendo “información permanente” con detalles técnicos de la Sputnik V. Se está gestionando, en tanto, el traslado en aviones de Aerolíneas Argentinas, aunque no se descarta un servicio de logística internacional. “Es muy difícil, pero quizá logremos que alguna partida de Rusia llegue antes de fin de año”, dijo a la un portavoz al tanto de las nacion gestiones. Problemas con Pfizer Lo que sí reconocen en el Ministerio de Salud es que está caída la negociación con el laboratorio Pfizer para obtener lotes de su vacuna, una de las primeras que se aplicaron en el mundo. Esa fue la primera vacuna que la Argentina comenzó a negociar, allá por agosto, cuando se anunció que el país participaría de los ensayos clínicos. Luego, el laboratorio Pfizer pidió un cambio en la legislación, que fue aprobado por el Congreso de forma exprés. Aun así, al día de hoy el gobierno nacional no logró firmar el contrato para asegurarse la provisión de esa vacuna. El ministro González García dijo: “Se nos pidió una ley. Pero después apareció que eso no era suficiente y pusieron condiciones inaceptables. Les pedimos que lo revean porque la voluntad de la Argentina es tener la vacuna de Pfizer”. Esta vacuna comenzó a aplicarse en el Reino Unido desde hace una semana, y luego comenzó a repartirse entre los ciudadanos de Estados Unidos. |