Por Esteban Lafuente - “Estamos para apoyar. Ya pasamos lo peor de la crisis y también esperamos acompañar en la recuperación”. Paolo Rocca, presidente y CEO del Grupo Techint, irradió optimismo ayer al mediodía al comentar el rebote de la actividad económica tras el piso de la pandemia. En una charla junto al ministro de Economía, Martín Guzmán, en el cierre del encuentro Propymes, que organiza anualmente la multinacional, también elogió el Plan Gas, la iniciativa oficial que otorga subsidios a las empresas petroleras para la producción en Vaca Muerta, donde la firma del grupo, Tecpetrol, tiene un papel destacado. Sin embargo, el empresario (uno de los principales de la Argentina) no se privó de plantear algunos reclamos, comunes a varios colegas. En esa lista incluyó un pedido de baja de los impuestos y una reducción del gasto público. La política tributaria, los estímulos a la inversión y el nivel del tipo de cambio fueron algunos ejes de un diálogo cordial, en el que ambos alternaron cumplidos y cortesías mutuas con cuestionamientos, reclamos por el escenario macroeconómico y las motivaciones del sector privado a la hora de invertir. “La recuperación en este trimestre es notable y hay un aumento del nivel de actividad en Brasil que favorece la actividad en la Argentina. Es una gran oportunidad a nivel nacional, pero la calidad y la previsibilidad institucional son factores importantes para construir la confianza”, planteó Rocca, anfitrión del encuentro. El empresario sostuvo que Ternium, la firma del grupo dedicada a la producción de aceros planos (insumo estratégico para las fábricas de autos y de electrodomésticos), está operando un 40% por encima del nivel de fines de 2019, mientras que Tenaris, que se dedica a la fabricación de tubos de acero para la industria petrolera, todavía opera a la mitad del nivel previo a la pandemia. Pero ese pedido de “previsibilidad” de Rocca incluyó cuestionamientos por el gasto y los impuestos. “El equilibrio de las cuentas públicas en el tiempo es un tema muy relevante y se tiene que lograr con un reordenamiento del gasto y no solo con carga impositiva. Es un tema importante para mantener la competitividad en el frente interno y externo”, dijo el empresario. “La estabilidad es un pilar fundamental para el funcionamiento de la economía”, coincidió Guzmán, quien reconoció que el plan económico inicial del Gobierno se modificó “desde que irrumpió el coronavirus”. “Claramente se alteró el programa fiscal y monetario. La pandemia nos llevó a enfrentar otras necesidades en términos de gasto, justamente para proteger la producción, las pymes y los sectores más vulnerables”, agregó el ministro, en referencia a iniciativas como el ATP, el IFE (ingreso familiar de emergencia), que “tuvo tres rondas)”, la reducción de cargas patronales y el programa de créditos con tasa subsidiada al 24%. “En un contexto en el que el mundo caía, lo que enfrentamos fue un aumento del gasto y la caída en la recaudación. Eso implicó más déficit, y como no teníamos crédito porque la Argentina había perdido el acceso al financiamiento, el escenario nos llevó a depender del financiamiento monetario”, reconoció Guzmán, en referencia a la asistencia por más de $1,6 billones que el Banco Central giró al Tesoro para financiar el gasto, en un año en que el déficit fiscal primario superará el 7% del PBI. “La Argentina no tiene la Reserva Federal, el Banco Central Europeo ni el Banco Popular de China para ayudar y tiene que financiar ese desequilibrio”, asintió Rocca, quien en reiteradas ocasiones insistió en reclamar una baja de impuestos asociada a un menor gasto público. Al mismo tiempo, elogió al Gobierno por el renovado Plan Gas, que subsidia a las firmas que producen hidrocarburos en Vaca Muerta. “Mi aspiración es que sea el puntapié de un desarrollo mucho más ambicioso. El plan promueve inversiones y es un primer escalón para ese desarrollo”, dijo el empresario, quien detalló que a partir de este programa invertirá US$1400 millones en cuatro años, mediante su empresa Tecpetrol. Según Guzmán, sin embargo, el país no tiene hoy margen para bajar impuestos. “La Argentina no está en situación de reducir los ingresos. La estabilidad fiscal es parte de lo que se necesita para la estabilidad macro. Tenemos que avanzar en el sendero de poner las cuentas en orden. Puede haber visiones sobre el rol que debe jugar el Estado y se respetan”, dijo el ministro. Su respuesta también incluyó referencias a las metas planteadas en el presupuesto 2021. “Hay una cuestión, que es cómo se gasta, y nosotros hemos hecho una propuesta en redefinir eso. Si miramos las partidas, hubo una reorientación del gasto en inversión pública, vivienda, educación, innovación y desarrollo”, planteó. |