Sábado 16 - El Ministerio de Economía anunció ayer que, a partir de ahora, dará a
conocer un índice propio de inflación con frecuencia semanal. Será una medición
paralela a la que realiza el Indec, efectuada con una metodología propia. La
decisión abrió una nueva controversia y fue criticada por economistas y por
técnicos del propio organismo encargado de las estadísticas públicas.
El objetivo
apuntaría a “moderar las expectativas inflacionarias” y a licuar, de alguna
forma, el impacto que produce el dato mensual que difunde el Indec.
La decisión se
conoció al cabo de la semana en la que se confirmó que en agosto, después de la
devaluación, la inflación dio un dramático salto hasta ubicarse en el nivel más
alto de los últimos 30 años: 12,4%.
Hace tres meses, el
Gobierno había intentado modificar el calendario de difusión del dato de
inflación del Indec para atenuar el impacto en las vísperas de elecciones
provinciales.
Ante las críticas,
tuvo que dar marcha atrás.
Ahora se resolvió
una nueva maniobra que involucra la medición e información oficial de la
evolución inflacionaria, con un relevamiento que harán técnicos del ministerio
y no del Instituto de Estadística y Censos.
Con la intención de
contrarrestar el nerviosismo que desató el pico de inflación de agosto –el dato
más elevado desde febrero de 1991– y desalentar expectativas de una posible
hiperinflación, el Ministerio de Economía tomó la decisión de publicar sus
proyecciones de inflación en forma semanal. El viceministro Gabriel Rubinstein
difundió ayer la primera en la red social X. No se trata de un informe nuevo.
La Secretaría de Política Económica ya elaboraba hace tiempo este documento,
hasta ahora reservado. También la Secretaría de Comercio tiene números propios
de “supermercados” y “frescos”.
La novedad tomó por
sorpresa a los economistas –que estiman también un fuerte salto en el IPC de
septiembre– y generó suspicacias: indican que la intención oficial de publicar
este informe es “licuar” el impacto mediático y político que tiene del dato oficial
todos los meses.
“No tomamos
información del Indec”, se encargaron de aclarar en el Ministerio de Economía
ante las dudas que puede provocar la decisión. El objetivo de publicarlo sería
otro; no reemplazar al organismo estadístico ni tampoco al Relevamiento de
Expectativas de Mercado (REM) que informa el Banco Central (BCRA).
Como, según el
relevamiento oficial, los datos de los primeros días de septiembre siguen
siendo altos, pero con niveles supuestamente previos a la devaluación de
mediados de agosto, la visualización de esta información ayudaría a formar
otras expectativas menos negativas en el sector privado, contaron en el quinto
piso de Hacienda.
Esas expectativas
serían, estiman en Economía, diferentes a las que se fueron generando entre los
actores económicos tras el pico de agosto (12,4%) y luego de las preguntas que
se abrieron en la política sobre la posibilidad de una hiperinflación.
“La Secretaría de
Política Económica, transformada en una consultora K difundiendo datos truchos
de inflación semanal”, cuestionó con dureza, también en la red social X, el
profesor de la Universidad Di Tella, Martín González Rozada.
“Esta medida que
toma el Gobierno de informar semanalmente una medición propia pone en riesgo la
confiabilidad de nuestros datos. Si después va por arriba o por abajo podría
poner en duda el dato del Indec y realmente es algo que en particular me
preocupa”, dijo a la nacion el encuestador y delegado de Ate-indec, Raúl
Llaneza.
“Además de que no
es comparable la extensión territorial que cubre el organismo y la garantía de
rigor científico que da el cumplimiento con la metodología vigente”, cuestionó
el delegado de ATE.
“A mí no me parece
mal que publiquen sus estimaciones propias, pero es un arma de doble filo.
Porque si ellos más o menos le pegan, ganan reputación. Ahora, si le llegan a
pifiar, aniquilan la reputación. Y eso es todavía peor por las expectativas
inflacionarias”, concluyó un economista en off the record.
“Inflación semanal
en descenso. Luego de un pico de inflación semanal estimado del 4,8% en la
tercera semana de agosto, registro muy influenciado por la devaluación del día
14/8/2023, la inflación semanal fue cediendo”, dice, de hecho, el posteo de la
Secretaría de Política Económica de ayer. “En la primera semana de septiembre
(entre el 4 y el 10) habría alcanzado un valor del 2,1%. El gráfico nos muestra
la evolución semanal de inflación”, se agregó.
“Si bien el valor
semanal sigue siendo muy alto, se encuentra ya bastante más en línea con
valores previos a la devaluación de agosto. Estimamos que los registros
semanales de inflación acentúen y consoliden su tendencia a la baja en las
próximas mediciones”, cerró el posteo de Rubinstein en las redes.
La decisión oficial
llegó luego de que el Indec confirmó el miércoles pasado que la inflación de
agosto fue de 12,4% y alcanzó los dos dígitos luego de más de 20 años. Se trató
del número más elevado desde febrero de 1991. El histórico dato oficial estuvo
motorizado por el impactante aumento en los valores de los alimentos (ver
aparte).
“El relevamiento de
precios venía siendo interno a través de distintas metodologías”, contaron en
Economía. “Vamos a cuantificar la evolución semanal, con base en un
relevamiento diario que hacemos para tener una aproximación a un IPC semanal,
que es algo que no existe”, dijo uno de los autores a la nacion. Y completaron:
“las canastas que utilizamos tienen una ponderación similar a la del Indec”.
“La idea es ir
mostrando con alguna precisión cómo viene la evolución de precios; dar una
herramienta más para entender lo que está pasando. Esto no es un IPC; es una
estimación propia”, agregaron.
“A partir del pico
de agosto, que tuvo que ver con el movimiento de los paralelos, la devaluación
y el impacto en los costos, hay muchos que afirman que este [agosto] es un
nuevo piso; la idea es mostrar que esta no es la nueva dinámica”, señalaron.ß |